sábado, 29 de noviembre de 2014

CRISTINA. EL JUEZ PIDIÓ DATOS SOBRE OTROS NEGOCIOS DE LA FAMILIA KIRCHNER

El juez pidió datos sobre otros negocios de la familia Kirchner

UNA CAUSA QUE INQUIETA AL GOBIERNO.Incluyó al hotel Los Sauces en su causa y pidió documentos sobre los directores de Hotesur. Investiga si se usaron para lavar dinero de Báez.


El jueves 20, cuando allanó la Inspección General de Justicia (IGJ), el juez Claudio Bonadio no sólo quería recolectar la documentación de la empresa Hotesur, con la que los Kirchner manejan el hotel Alto Calafate. Según fuentes de tribunales, el magistrado también buscó información de otra sociedad con la que la familia presidencial controla uno de sus negocios patagónicos más emblemáticos: Los Sauces S.A. Es la firma que le da nombre al hotel boutique que Cristina construyó al lado de su residencia en El Calafate. La IGJ no tenía los papeles oficiales de esa compañía porque está registrada en un domicilio en Santa Cruz. Aun así, Bonadio quiere sumarla a su investigación sobre Hotesur para analizar también las finanzas de ese otro hotel de la Presidenta.
La causa Hotesur podría transformarse, entones, en una investigación sobre lavado de dinero, que avanzaría sobre los secretos de varios de los hoteles que los Kirchner explotan en Santa Cruz. El juez también tomará otras medidas de prueba sobre quienes manejan Hotesur y analizará la documentación de la firma que le entregó la AFIP. Ese delito se suma a los nombrados por el fiscal Carlos Stornelli en el requerimiento original: incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder.
A pesar de que la IGJ no tenía documentación sobre Los Sauces, igualmente llegó al juzgado de Bonadio una pista sobre el funcionamiento de esa firma. Quizá por algún descuido de los administradores contables o legales de los hoteles de los Kirchner, uno de los balances de Los Sauces apareció dentro del legajo de la IGJ que guardaba los datos de Hotesur, dueña en realidad del Alto Calafate.
Es una desprolijidad más, entre muchas, que se desprenden de las presentaciones ante el Estado que hicieron los Kirchner sobre una de sus empresas más importantes.
Clarín pudo saber en base a fuentes del caso que ese estado contable extraviado de Los Sauces no fue realizado con la rigurosidad profesional que establecen las normas de la IGJ.
Al igual que los balances de Hotesur, el de Los Sauces carecería de firmas de contadores, un requisito que probaría que fueron avalados por expertos en la materia: lo contrario sería un indicio de que se hicieron con prácticas descuidadas, y tal vez dudosas. La búsqueda del legajo de Los Sauces, que Bonadio hizo en el allanamiento de la IGJ, muestra que el juez pensó desde el inicio de la causa que su investigación podría no acotarse solamente a Hotesur.
Tanto el Alto Calafate como Los Sauces fueron explotados por los Kirchner con un método similar, siempre vinculado a los fondos públicos. El Alto Calafate fue regenteado hasta fines del año pasado por una sociedad del socio de la Presidenta, Lázaro Báez, llamada Valle Mitre. Mientras el empresario recibía miles de millones de pesos en contratos de obra pública, él a su vez alquilaba cientos de habitaciones del hotel K, que finalmente nadie utilizó, configurando una maniobra típica de quienes lavar dinero.
Báez está siendo investigado por blanqueo de divisas en causas judiciales de Suiza, Uruguay, los Estados Unidos y Argentina.
Los Kirchner, a su vez, delegaron la administración de Los Sauces a una empresa de otro constructor de obra pública, el recientemente fallecido Juan Carlos Relats. El empresario le alquilaba el hotel al matrimonio presidencial por una cifra millonario y él, a su vez, recibía contratos de obra pública.
Báez también está vinculado a Los Sauces. Uno de los terrenos donde se levanta parte del emprendimiento le pertenecía a él y ahora es de los Kirchner. Los Kirchner tienen cuatro hoteles en Santa Cruz. Tres son en El Calafate: uno es el Hotesur-Alto Calafate; el otro es Los Sauces, y el tercero se llama Las Dunas. El cuarto hotel K ese llama La Aldea y está ubicado en El Chaltén




La justicia y la política / Una causa que inquieta al gobierno

Molesta por la investigación del caso Hotesur, la Presidenta atacó a Bonadio

El día de su reaparición en público, Cristina demostró que el tema la preocupa; acusó al magistrado de ser propietario de una firma que también debe balances; además se refirió a las supuestas cuentas de Lázaro Báez que se investigan en Nevada
Por   | LA NACION

El día en el que la atención estaba centrada en su regreso a la actividad pública en un acto con la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la prioridad de la Presidenta estaba en otro lado: la pelea con el juez federal Claudio Bonadio por el allanamiento que dispuso la semana pasada en Hotesur, una de las empresas de Cristina Kirchner.
Apenas terminó su discurso de cierre de la 62a. convención anual del sector de la construcción en el hotel Sheraton, la Presidenta pasó por la Casa Rosada y, mientras saludaba a un grupo de empleados que le daban la bienvenida tras su reposo de tres semanas, su cuenta de Twitter descargaba todo su malestar contra el magistrado.
Cristina le reprochó al juez que Mansue SA, una compañía en la que Bonadio figura como dueño del 20 por ciento, debe los balances de los años 2012 y 2013 ante la Inspección General de Justicia (IGJ). "Igualito que Hotesur SA. ¿Algún legislador o legisladora denunciará? ¿Algún juez allanará? ¿Que dirá la prensa independiente?", chicaneó.
En su contraataque, la Presidenta relató que esa empresa, una estación de servicio, está entre las 47.373 compañías que están bajo análisis de ese organismo, el mismo al que Hotesur le debe sus propios balances, y recordó que su empresa había presentado las declaraciones juradas correspondientes.
De esa forma, la Presidenta se sumó en persona a las durísimas críticas que todo su gobierno había descargado contra Bonadio después de que el domingo, y sin firma alguna, Hotesur hiciera un comunicado en la misma sintonía. Esta vez, los cuestionamientos salieron desde la cuenta personal de la jefa del Estado.
Ya durante el acto, y rodeada de los empresarios más influyentes del país, había dado una pista de su malestar cuando apelando a su "intuición femenina", según aclaró, se quejó de que se no difundieran los nombres de los dueños de las 123 cuentas que estaba analizando un juez de Nevada por pedido de los fondos buitre, en su búsqueda de alguna conexión con el empresario Lázaro Báez y su relación con la familia presidencial.
"No tengo información, pero tengo una intuición femenina que me parece que se encontraron con algún otro nombre que no nos quieren dar a conocer", relató, misteriosa. Fue entonces que lanzó la frase más contundente del acto. "A esta Presidenta ningún buitre financiero ni ningún carancho judicial la va a extorsionar", se defendió, en una alusión al frente externo, pero también en un mensaje claro en medio de la pelea del Gobierno con un sector de la Justicia.
Cristina Kirchner volvió ayer con un tono moderado, por lo menos, el que mostró en público, a pesar de las quejas con las que la recibió el presidente de la CAC, Gustavo Weiss. Todo fue en un clima de sintonía. Pero los cruces entre ambos fueron el eje del discurso presidencial.





La justicia y la política / Una causa que inquieta al gobierno

Molesta por la investigación del caso Hotesur, la Presidenta atacó a Bonadio

El día de su reaparición en público, Cristina demostró que el tema la preocupa; acusó al magistrado de ser propietario de una firma que también debe balances; además se refirió a las supuestas cuentas de Lázaro Báez que se investigan en Nevada
Por   | LA NACION

El día en el que la atención estaba centrada en su regreso a la actividad pública en un acto con la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la prioridad de la Presidenta estaba en otro lado: la pelea con el juez federal Claudio Bonadio por el allanamiento que dispuso la semana pasada en Hotesur, una de las empresas de Cristina Kirchner.
Apenas terminó su discurso de cierre de la 62a. convención anual del sector de la construcción en el hotel Sheraton, la Presidenta pasó por la Casa Rosada y, mientras saludaba a un grupo de empleados que le daban la bienvenida tras su reposo de tres semanas, su cuenta de Twitter descargaba todo su malestar contra el magistrado.
Cristina le reprochó al juez que Mansue SA, una compañía en la que Bonadio figura como dueño del 20 por ciento, debe los balances de los años 2012 y 2013 ante la Inspección General de Justicia (IGJ). "Igualito que Hotesur SA. ¿Algún legislador o legisladora denunciará? ¿Algún juez allanará? ¿Que dirá la prensa independiente?", chicaneó.
En su contraataque, la Presidenta relató que esa empresa, una estación de servicio, está entre las 47.373 compañías que están bajo análisis de ese organismo, el mismo al que Hotesur le debe sus propios balances, y recordó que su empresa había presentado las declaraciones juradas correspondientes.
De esa forma, la Presidenta se sumó en persona a las durísimas críticas que todo su gobierno había descargado contra Bonadio después de que el domingo, y sin firma alguna, Hotesur hiciera un comunicado en la misma sintonía. Esta vez, los cuestionamientos salieron desde la cuenta personal de la jefa del Estado.
Ya durante el acto, y rodeada de los empresarios más influyentes del país, había dado una pista de su malestar cuando apelando a su "intuición femenina", según aclaró, se quejó de que se no difundieran los nombres de los dueños de las 123 cuentas que estaba analizando un juez de Nevada por pedido de los fondos buitre, en su búsqueda de alguna conexión con el empresario Lázaro Báez y su relación con la familia presidencial.
"No tengo información, pero tengo una intuición femenina que me parece que se encontraron con algún otro nombre que no nos quieren dar a conocer", relató, misteriosa. Fue entonces que lanzó la frase más contundente del acto. "A esta Presidenta ningún buitre financiero ni ningún carancho judicial la va a extorsionar", se defendió, en una alusión al frente externo, pero también en un mensaje claro en medio de la pelea del Gobierno con un sector de la Justicia.
Cristina Kirchner volvió ayer con un tono moderado, por lo menos, el que mostró en público, a pesar de las quejas con las que la recibió el presidente de la CAC, Gustavo Weiss. Todo fue en un clima de sintonía. Pero los cruces entre ambos fueron el eje del discurso presidencial.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 27 de noviembre de 2014

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