Tren alta velocidad Mar del Plata
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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA
FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA PRESENTACIÓN Y APERTURA DE OFERTAS PARA EL
CORREDOR FERROVIARIO DE ALTA VELOCIDAD BUENOS AIRES - MAR DEL PLATA
Buenos Aires, 8 de febrero de 2008.
Buenos días a todos y a todas. La verdad que me
encuentro muy feliz, Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Intendente
de la ciudad de Mar del Plata, de esta que usted dice coincidencia, yo le
llamo señales. Creo mucho en esas cosas porque en realidad no habíamos
advertido el 134 cumpleaños de la ciudad de Mar del Plata, porque en realidad
los pliegos se abren en torno a plazos que están establecidos desde hace
mucho tiempo antes, no es que uno decide hacer el acto hoy porque se le
ocurrió, es porque hay todo un proceso licitatorio con fechas. Esto hizo que
el viernes antes al aniversario 134, este proceso licitatorio que seguramente
viene de mucho tiempo atrás, culminara hoy de acuerdo a los plazos
contractuales, en la apertura de ellos. Así que yo no le llamo coincidencia,
le digo señales.
Se suma al otro tren de alta velocidad que también fue
presentado hace muy poco tiempo aquí, que va a unir precisamente las ciudades
de Rosario y Córdoba, obviamente con nuestra Capital Federal, con la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Muchos han hecho comentarios sobre estos trenes de
alta velocidad. Es más, hasta hace unos días hubo un episodio con un tren de
Misiones, que tardó creo que 48 horas y se decía que con trenes de alta
velocidad y con un tren en Misiones que cumple... Nadie contó la historia, la
primera es que era un tren de una concesión de carácter provincial; la
segunda, que era precisamente la autoridad nacional en materia de transporte
la que había prohibido que ese tren, por falta de condiciones, funcionara.
Fue un juez federal, ¿es así señor secretario de Transporte?, el que aplicó
una de las tantas medidas cautelares, que algunos logran, no sabemos cómo
obtienen de la Justicia, de algunos jueces, medidas cautelares frente a
decisiones del Estado de que tal tren no puede circular o que tal cuestión no
puede hacerse. Obtuvo 3 medidas cautelares, obviamente no nos podemos oponer
a lo que dice la Justicia. Este detalle no fue tal vez señalado por algunos
medios de comunicación, se dijo simplemente que un tren había tardado 48
horas, cuando el Gobierno proponía a los argentinos trenes de alta velocidad.
Esto es lo que muchas veces me hace hablar a mí de la
necesidad de transmitir, con rigor intelectual como me gusta decir, pero
además también con honestidad profesional, la información que se propala. En
este sentido, también se ha dicho frente a estas inversiones importantísimas
que estamos haciendo en materia de trenes de alta velocidad, que podrían
solucionarse otras cosas en lugar de estas.
Yo quiero, si ustedes me dispensan un poco de tiempo,
contarles algo. Ustedes ven, Puerto Madero hoy debe ser una de las joyas de
la Ciudad de Buenos Aires, orgullo no solamente de los porteños y las
porteñas sino de todos los argentinos, porque está ubicado aquí en nuestra
Ciudad, visitado por extranjeros, una obra maravillosa que ha reposicionado a
la Ciudad de una manera extraordinaria, la ha modernizado, la ha puesto -digo
yo- en el siglo XXI.
Quiero leerles, si ustedes me permiten, algunas
editoriales que se publicaron allá por los años '91, '92 y '93, no voy a
decir el nombre del periódico porque en definitiva no importa. Lo importante
es analizar cómo nos comunicamos, cómo nos vemos como argentinos y cómo nos
relatamos entre nosotros mismos las cosas que nos pasan. Un centenario diario
le dedicó a la cuestión muchísimos editoriales. Yo quiero leer algunos de
ellos: Editorial "Puerto Madero un proyecto desmesurado", 19 de
septiembre de 1990. "Su desmesura lo torna de realización casi imposible
y en desacuerdo con la situación económica de la Ciudad y el país",
-tema recurrente. "Remodelar el Puerto es una necesidad admisible
siempre y cuando la obra se funde en previsiones lógicas y posibles. No
parece acertado en cambio que a título de esa remodelación se pretenda erigir
otra gran urbe en torno al río. Terminaría -esta es la razón por la cual
sería malo- por convertirse para la mayoría de los habitantes de la Ciudad y
de los turistas del país y del extranjero en una referencia cada vez más
distante de sus ojos y prácticamente inaccesible." No hay turista
nacional o extranjero que hoy no venga a visitar Puerto Madero y se
maraville; es más, se calcula que un 40 por ciento y hasta un poco más de las
adquisiciones ha sido por parte de turistas extranjeros que se enamoran de la
Ciudad de Buenos Aires, afortunadamente, y se enamoran también del lugar.
Otro editorial, 24 de diciembre de 1990, "El
proyecto para Puerto Madero. Tampoco hay definiciones concretas respecto de
la capacidad para afrontar aún mediante la intervención exclusiva de la
iniciativa privada el costo no sólo financiero de un proyecto de esta
magnitud." Hoy, todos lo saben, quienes tienen intereses en el sector de
la construcción, prácticamente no queda absolutamente nada en el lugar para
poder seguir construyendo, con gran pesar por parte de quienes construyen.
"Si la remodelación no se encuadra en las previsiones lógicas y posibles
correrá el riesgo de frustrarse en alguna de sus etapas liminares, tal como
sucedió por ejemplo con el utópico traslado de la Capital Federal."
Avanzamos más, enero del '91. "Puerto Madero, un
proyecto irrealizable." Irrealizable, adjetivación, ya no estamos ni
siquiera ante el relato. Ustedes saben que los periodistas pueden relatar y
comentar, son los dos ejercicios de mediación social que ejerce un
periodista. Acá ya directamente se comenta como irrealizable. "Se trata
pues de una obra de las que suelen calificarse en este caso, con justa razón,
de faraónicas, en cuanto representan proyectos inoportunos y desmesurados,
mientras muchas otras tareas menos espectaculares podrían realizarse para el
bienestar y la seguridad de los habitantes de la Ciudad."
Yo quiero detenerme aquí, porque es un argumento muy
escuchado para qué se va a hacer esto si hay otras cosas tal vez más
importantes o más necesarias en el momento. Todas las veces que hemos tenido
este tipo de razonamiento los argentinos, porque también bueno es decirlo, no
quiero cargar únicamente las tintas en quien escribe, muchas veces escuchamos
estos mismos comentarios de gente que no es periodista, pero en definitiva lo
que hay es una representación social acerca de cómo se construye un país y
una sociedad. "La intendencia haría bien entonces en abandonar definitivamente
su iniciativa al respecto y el Consejo Deliberante plantear claramente su
terminante oposición." Luego, "Puerto Madero un proyecto
perjudicial, cómo serán atendidos los requerimientos previsiblemente
cuantiosos de una zona casi desprovista de energía eléctrica, agua potable,
red cloacal, gas, teléfono, etcétera."
"Además, si bien es cierto que se aspira que la
obra no cuente con financiamiento público, porque los terrenos serán vendidos
a particulares, parece difícil que a la luz de una realidad irrefutable se
encuentren así como así interesados dispuestos a concretar inversiones
multimillonarias". Por suerte estaban, por suerte hay gente con visión,
por suerte hay gente que puede mirar más allá de sus narices y tienen esa
idea que tienen no solamente quienes tenemos posibilidad de imaginar como
dirigentes políticos el futuro, sino también como emprendedores y empresarios
ver cómo se puede realizar un buen negocio, una buena oportunidad. De vuelta
el mismo argumento, "las circunstancias indican que la ciudad tiene
necesidades mucho más acuciantes".
Seguimos, porque hay una insistencia fuerte, cuando
alguien decide que es horrible, cuando de algunos lugares alguien decide, no
se sabe en nombre de qué valores, de qué principios, de qué defensa, que algo
es espantosamente horrible, no trepida, no ceja, todos los días un poco más
de deterioro, todos los días un poco más de ver cómo se puede tirar un
proyecto abajo. Porque en definitiva eso era y eso es, Puerto Madero ya no es
un proyecto, es una realidad.
"Ahora resta por ver cómo Buenos Aires, una ciudad
en quiebra pueda llevar adelante un ambicioso proyecto que intenta asemejarse
a los emprendimientos fallidos de mister Trump o el nuevo Canary Wharf en
Londres". Esta en realidad es la editorial de otro centenario diario,
tampoco es cuestión de querer monopolizar las ideas de esta naturaleza. Por
eso digo, no es solamente uno que piensa así porque sino no sería mayor
problema.
"Por su falta de organicidad la obra de Puerto
Madero si se inicia quedará irremisiblemente inconclusa, por irracionalmente
ambiciosa, por su mala inserción en la ciudad, por no haber comprendido que
Buenos Aires no necesita lotes edificables sino espacios verdes de
esparcimiento."
"Todo hace pensar que la Corporación Puerto Madero
seguirá la misma suerte de la Intecap, toda vez que antes que nada la
Argentina actual no está en condiciones de lanzar este tipo de
emprendimientos." "La Corporación Puerto Madero revela sus propios
fines", también con el tema de lo faraónico.
"Puerto Madero, para entender la cuestión",
quiero detenerme acá. Ustedes se acuerdan que días atrás yo hablaba de rigor
intelectual, se acuerdan que dije que para abordar los temas los argentinos,
cada uno en nuestras actividades, en nuestra profesión, debemos hacerlo con
rigor intelectual. En este caso es "Puerto Madero para entender en la
cuestión". "En cuanto a los diques, se habla también con ligereza
imaginándolos como canales reminiscentes de Venecia o algo parecido. Lo
cierto es, sin embargo, que el pelo de agua se halla a no menos de 5 metros
del borde superior. Para elevar ese nivel, para lograr el verdadero efecto de
un espejo de agua supondría un costosísimo trabajo de exclusas y
bombeo", y sigue con las especificaciones aparentemente técnicas de que
esto no se podía hacer. Y ahí están los fantásticos canales, diques de Puerto
Madero que lo convierten en un lugar inigualable en la ciudad y también
inigualable en otras partes del mundo.
Y por supuesto no podíamos faltar los políticos, ahí
tenemos que estar porque cuando una cosa tiene una determinada carnadura
mediática, en lugar de plantearse si es correcta y plantear una idea
alternativa, aún cuando sea en soledad..., el 12 de septiembre del 91 uno de
los diarios que impulsaban la crítica reúne a los políticos que estaban por
supuesto en campaña, todos opositores, y a coro dicen que lo más horrible que
nos podía pasar en la vida es que tuviéramos Puerto Madero. De esto ya
estamos acostumbrados a escuchar, los argumentos son siempre los mismos, con
distintos tonos o distintos personajes: "no, es horrible".
Quiero detenerme, para finalizar y no abusar de la
paciencia de ustedes, en dos cuestiones. Una es el titular de uno de los
últimos editoriales, ya en agosto del 93: "Puerto Madero, ni parque ni
puerto". Y yo creo que ahí está una de las claves de lo que yo denomino
el pensamiento conservador frente a determinadas cuestiones. Porque es
cierto, Puerto Madero no es ni parque ni puerto, es Puerto Madero. Hay
dificultad muchas veces en ciertas categorías de pensamiento en imaginar algo
distinto a lo que ya está, algo distinto al statu quo. Hay gente a la que le
cuesta imaginar cosas diferentes, hay gente que no puede creer que podamos
tener otro país y otras cosas. Y yo creo que se refleja en esto, era malo
porque no era ni parque ni puerto, porque no estaba dentro del statu quo,
porque no estaba dentro de lo establecido. Esta es una de las claves del
pensamiento que por ahí soy injusta en denominarlo conservador y tal vez
debería decir reaccionario, pero como reaccionario es peyorativo y
adjetivante prefiero identificarlo con una corriente de pensamiento acorde
con los tiempos que corren y que hay en todas partes. Ojo que esto no es sólo
privativo de los argentinos.
Finalmente, esta es la última, esto de parque o puerto
fue en agosto del 93, "El futuro de Puerto Madero", pero esto es 4
años después. Un artículo titulado "El futuro de Puerto Madero" en
el mismo diario de los editoriales que acabo de leer, dice "no hay duda
de que la revitalización de Puerto Madero hasta no hace mucho aletargado y
degradado por el cese de las tareas portuarias ha tenido hasta aquí llamativo
éxito e incluso no sólo superó las expectativas de sus promotores sino que
además refutó las críticas de quienes dudaban de la viabilidad del proyecto.
" ¿Escucharon el tiempo? "De quienes dudaban", o sea no me
involucro, eran otros los que dudaban.
¿Qué es lo que pretendo con esto, argentinos y
argentinas? No es una crítica a un medio escrito, porque sería injusto no
admitir que muchas veces nosotros también razonamos y reaccionamos de esta
mima manera frente al cambio, frente a las cosas nuevas. Pero es importante
que tengamos siempre muy abiertas nuestras cabezas y que imaginemos un país
diferente, porque si solamente miramos las cosas que nos faltan y nos
detenemos en las cosas que todavía falta hacer para no hacer las otras que
también es necesario hacerlas para dar el salto cualitativo que cree un
escenario diferente y una actitud de generalización de optimismo en la
sociedad que permita la solución de las otras, finalmente nunca terminamos
haciendo nada, ni lo que tenemos que hacer en lo inmediato ni tampoco las
cuestiones que nos dan el salto cualitativo como sociedad y como país.
Por suerte, nosotros que somos insistentes también como
ellos, hoy estamos aquí con este tren de alta velocidad, el segundo, con una
importante respuesta por parte de ofertas, lo demuestra este montón de cajas.
Además con ideas. Ayer le comentaba el jefe de Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires a nuestro Jefe de Gabinete -con tantas jefaturas uno se
confunde- cuando mantuvieron una reunión de trabajo, que sería bueno por
ejemplo que el tren de alta velocidad de Rosario, que como ustedes saben
tendría su primer estación en San Nicolás, tuviera también una estación por ejemplo
en Pilar. Cuando me lo comentó el jefe de Gabinete lo consulté con el
secretario de Transporte y me dijo que la traza pasa por Pilar, por Villa
Rosa, y si por ejemplo se hiciera una estación en Pilar para el tren de alta
velocidad que va a unir Buenos Aires - Rosario - Córdoba, tendríamos una
importante descongestión de tránsito de todo el sector que se ha mudado a la
zona norte y todos los días ustedes saben lo que cuesta y el tiempo que
demora en ingresar a la ciudad. Me pareció una buena idea, la estamos
trabajando, habría que hacer una estación en Villa Rosa para que por ejemplo
toda la gente no solamente de Pilar sino de Tigre, etcétera, tuviera acceso
por ese lado y pudiera ingresar a la ciudad sin necesidad de hacerlo con
vehículo.
Así se hace en
las grandes ciudades, por ejemplo el acceso a Nueva York. Para quienes no
conocen Nueva York, que es una megaciudad, les recomiendo que vean una
película fantástica- yo soy muy cinéfila- que se llama
"Enamorándose", con Merryl Streap y Robert De Niro. En esos trenes
de alta velocidad se conocen y se puede ver en esa película como en todas las
ciudades pequeñas, satélites, en torno a una megaciudad como Nueva York,
dejan sus autos en la estación que está a 5 minutos de su casa y en 15 o 20
minutos están en el centro de la ciudad. Calculen. Luego hacen lo mismo a la
inversa y retornan a su lugar.
Creo que es importante que todos hagamos un intento de
modificación inclusive cuando nos plantean el problema, la idea, de primero
plantarnos positivamente frente a las cosas, porque no solamente es una
cuestión de pensamiento conservador sino que muchas veces nosotros mismos,
todos, no estoy erigiéndome en perfección y dando lecciones de cómo debemos
ser; todos siempre, aún teniendo un pensamiento de carácter progresista,
muchas veces tenemos cierto grado de negatividad ante un proyecto. Siempre
hagamos el ejercicio de intentar ver la parte buena que eso tiene. Cuando no
la encontremos discutamos y debatamos, pero por favor, este ejercicio que
pudimos ver, que comentamos, podría hacerlo respecto del Teatro Colón. Lo que
pasa que eso es de crónicas del 1900, los aburriría demasiado. O por ejemplo,
en una época difícil, terrible para el país, cuando quien era intendente de
la ciudad de Buenos Aires, Cacciatore, era criticado; era notable, criticaban
más las autopistas que la desaparición de argentinos. O sea, nos preocupaba
más, era más criticable Cacciatore por las autopistas que porque en ese
momento desaparecían miles de argentinos. Qué cosas ¿no?
Muchas veces uno tiene que reflexionar para ayudar, yo
creo que ayuda la reflexión en voz alta y arribar a conclusiones que nos
permitan tener frente a todo, frente a nosotros mismos, frente a nuestros
conciudadanos, nuestros vecinos, una actitud diferente. Les puedo asegurar
que vale la pena intentar cambiar para ser todos los días un poquito mejor.
Muchas gracias y buenos días, discúlpenme lo largo de
la exposición. (Aplausos)
http://www.presidencia.gob.ar/discursos/2980
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viernes, 1 de agosto de 2014
CRISTINA. YO SOY MUY CINÉFILA. 2008
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