Conmemoración del Día de la Bandera:
palabras de la Presidenta de la Nación
Rosario, 20 de junio de 2014.
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Gracias,
muchas gracias.
Muy buenas
tardes a todos y a todas.
Señor
Gobernador de la provincia de Santa Fe; señora Intendente; señores
gobernadores de otras provincias hermanas que nos acompañan; señores
oficiales y suboficiales de nuestras Fuerzas Armadas y de nuestras Fuerzas de
Seguridad. Muchas gracias también a esta hermosa corbeta que aquí nos
acompaña, atrás en el río Paraná, la Corbeta Guerrico, una de las primeras en
llegar a Malvinas y que aún tiene el impacto de las balas en su casco. Sí, de
nuestras Malvinas Argentinas.
Hoy,
recordando a ese hombre, a ese político sin precedentes que fue Manuel
Belgrano, el otro Padre de la Patria, porque sin sus triunfos en Salta y
Tucumán, el Cruce de los Andes por parte del otro Padre de la Patria, el
general don José de San Martín, hubiera sido imposible. Porque esta no es una
tarea de hombres solos y mujeres solas. Es tarea de un pueblo en armas y de
una nación, la nación que se estaba constituyendo con hombres como Belgrano,
como San Martín, como la Juana Azurduy, generala del Ejército Argentino que
figura hoy con este billete con el que honramos la memoria de Belgrano.
Hoy veníamos
conversando con algunos gobernadores en el trayecto entre Rosario y el
Monumento, y yo reflexionaba acerca de por qué razón los argentinos nos
acordamos o recordamos...Chicos, enrollen las banderas, por favor, así todos
pueden ver, gracias, muchas gracias queridos, es un ratito nada más, no, que
no las bajen no, que las enrollen, nunca que se bajen las banderas, las
banderas siempre en alto.
Pero veníamos
reflexionando y decíamos por qué recordamos a San Martín el 17 de agosto, el
día de su muerte; por qué recordamos a Manuel Belgrano el día de su muerte,
por qué no lo recordamos, por ejemplo, el día que enarboló acá en el Paraná
por primera vez, el 27 de febrero, esa bandera celeste y blanca, que fue
celeste y blanca no sólo por el cielo, sino también por el manto de la Virgen
de Luján. Por qué no lo recordamos tal vez en el triunfo de Salta o Tucumán o
a San Martín por qué no lo recordamos el día que comenzó el Cruce de los
Andes para iniciar su epopeya liberadora de pueblos de la América del Sur.
Deberíamos revisar esos comportamientos casi nostálgicos o casi ocultos de
querer recordar a nuestros próceres el día que no estuvieron más. Tenemos que
recordarlos vivos, plenos y en acción, para saber que su ejemplo sigue vivo y
que somos capaces entre todos de llevarlo adelante.
Este 20 de
junio, es un 20 de junio especial. Gracias mi amor, vos sí que sós la
garantía de que este país tiene futuro, pero no por mí, sino porque estás acá
en la Plaza recordando a Belgrano. Mientras tengamos muchos nenes, muchos
jóvenes que se reúnen en la Plaza para recordar y honrar a Belgrano o San
Martín, la Patria tiene futuro.
Hoy, decía,
es una 20 de junio especial pero, no solamente por las circunstancias que son
de público y notorio conocimiento, es que el mundo está dado vuelta. Y
curiosamente los que siempre nos señalaron a nosotros como atolondrados o
imprevisibles o que tomábamos decisiones de arrebato y un día pensábamos una
cosa y otro día pensábamos otra, son los que, precisamente, tienen ya hace
bastante tiempo el mundo patas para arriba.
Miren, yo lo
recordaba el otro día, en una conversación en el G-77+China: el año pasado,
cuando estuve en la reunión del G-20 en San Petersburgo, acuérdense, el tema
mundial era si se intervenía o no se intervenía militarmente en Siria. Me
acuerdo que nuestra postura junto a otros países, fue la postura negativa
porque no estábamos de acuerdo con las intervenciones militares.
Pero fíjense
qué curioso: no ha pasado todavía 1 año, cuando ahora, quienes el año pasado
nos pedían que los apoyáramos paras intervenir Siria, hoy aparentemente están
en conversaciones con Siria y hasta con Irán para ver si se puede intervenir
militarmente en Irak porque ahora el problema está en Irak.
Miren cómo
están las cosas en el mundo. Y en lo financiero tampoco es muy diferente. Ahí
tenemos a la Europa devastada, varios países reestructurando permanentemente
su deuda, porque al vencimiento no la pueden pagar y entonces nuevamente otra
reestructuración, más ajuste, más desempleo, más miseria.
Y fíjense
acá, nosotros, los imprevisibles, los que no cumplíamos, venimos bancando
desde hace más de 30 años que Inglaterra siga ocupando Las Malvinas y, sin
embargo, sólo estamos reclamando política y diplomáticamente y ese es el
camino para seguir haciéndolo, porque sé que algún día las vamos a recuperar.
No hay colonialismo que dure tantos siglos. Finalmente todos los
colonialismos tarde o temprano caen y nadie nos va a apartar de ese camino,
porque somos un pueblo pacífico, porque creemos en la paz, porque creemos en
los derechos humanos, pero los derechos humanos en serio, de todos los países
y de todos los pueblos. Por eso también, en materia de respeto a los derechos
humanos somos un ejemplo en el mundo, y ahí vemos, les decía, a esa Europa
devastada y a otros países también ahogados financieramente.
Y yo recuerdo
en la historia reciente de este, nuestro país, mi país, tu país, "tu
país", aprendé a hablar que es tuyo no "de este país", es
nuestro y lo tenemos que defender entre todos. La unidad nacional es una
posición que ningún argentino puede dejar de observar a la hora de defender
los grandes intereses nacionales que están más allá de los gobiernos de turno.
Fíjense este
país: en el año 2001 le soltaron la mano, se declaró el default más
importante de la historia por más de 100 mil millones de dólares. Veníamos
también de décadas de endeudamiento desde la dictadura militar, desde la
convertibilidad, durante la democracia también. Luego vino el blindaje, el
megacanje y terminamos con una deuda que implosionó, no solamente en la
economía, sino también en las instituciones del país; cinco presidentes en
una semana llegó a tener la Nación argentina. Y un 25 de Mayo del año 2003,
un hombre, un hombre que venía del Sur con sus sueños, con su historia sobre
sus espaldas...
No creo en
los hombres y mujeres que no tienen historia, si no tenés historia dónde
estabas cuando pasaban las cosas que pasaban en la patria. Creo en los
hombres y en las mujeres con historia. No siempre las historias son buenas,
son las historias que hemos podido construir con lo que pensábamos, pero con
toda nuestra honestidad intelectual y, fundamentalmente, con un profundo
patriotismo.
Vino él a
hacerse cargo, como presidente de todos los argentinos, de una deuda que no
había generado y pidió, casi como una marca, una marca permanente e
indeleble, en todos los foros que Argentina iba a pagar su deuda, pero que la
dejaran crecer porque los muertos no pagan las deudas.
Todavía lo
recuerdo trémulo en su primer discurso en las Naciones Unidas, reconociendo
sí además, como hijo de las Madres y de las Abuelas de Plaza de Mayo y
diciendo: "Déjennos crecer a los argentinos para poder honrar nuestras
deudas".
Y así
vinieron las reestructuraciones de deuda del año 2005, así también canceló la
deuda del Fondo Monetario Internacional para que Argentina pudiera volver a
autogobernarse en materia política, económica y social.
También en el
año 2010, me tocó a mí iniciar la segunda reestructuración, la segunda
convocatoria al diálogo para poder seguir incorporando y pagándole a los que
habían quedado afuera y llegamos en ese 2010 a que el 92,4 por ciento de los
acreedores de la Argentina tuvieran reestructurada su deuda, y desde el 2005
hemos venido pagando religiosamente, sin acceso al mercado de capitales,
todos y cada uno de los vencimientos de esa deuda, sin recurrir a la
bicicleta financiera.
Paralelamente,
pagábamos también a todos y cada uno de los organismos multilaterales de
crédito, BID, Banco Mundial. Muchas de las obras de esta provincia y
tantísimas otras provincias, de la Argentina en general, se han hecho con
esos préstamos que también seguimos pagando regularmente.
Hace pocos
días, una deuda que comenzó a originarse en el año 1956 y que dio origen a la
conformación del denominado Club de París, también, luego de que 8 gobiernos
anteriores intentaran llegar a una solución, nosotros, finalmente en París,
llegamos a la solución. Esta Presidenta tenía 3 años cuando se pidió el
primer préstamo y el ministro que lo solucionó, ni siquiera había nacido.
También,
llegamos a lo que nadie pensaba que íbamos a acordar y también ahí estuvo él
junto a otro compañero para terminar felizmente la negociación con Repsol por
la expropiación de YPF. Una negociación dura, como son todas las
negociaciones, no hay negociaciones en materia financiera, en materia
económica que sean blandas y fáciles.
De lo que
primero se demandaba verbalmente, 18 mil millones de dólares, 15 mil millones
de dólares, terminó en una demanda ante el CIADI por parte de Repsol contra
la Argentina de 10 mil millones de dólares y, finalmente, llegamos a un
arreglo por el 50 por ciento de lo que habían demandado ante los tribunales
internacionales que regula el Banco Mundial.
¡Miren si
tenemos vocación de negociadores! ¡Miren si somos previsibles!
Por eso yo sé
que muchos están esperando como lo esperaban...¿Saben por qué? Porque
escriben cosas en los diarios ellos mismos sobre mí, las leen y después se
las terminan creyendo. Ese es el principal problema que tienen.
Entonces,
piensan que...y además también, si me permiten los hombres, se les adjudica
siempre a las mujeres un cachito de hormonas diferenciales a la hora de tomar
decisiones y, entonces, eso también es un pasivo aparte que tenemos que salir
a cubrir a la hora de adoptar decisiones.
Pero que
nadie se equivoque. Nosotros, como lo dije el día lunes, queremos cumplir con
el 100 por ciento de los acreedores; queremos cumplir con el 92,4 por ciento
que accedió a ingresar al canje del 2005 y del 2010 y también queremos
cumplir con los que no ingresaron. Solo pedimos que nos generen condiciones
de negociación justas y de acuerdo con la Constitución argentina y a las
leyes nacionales y a los contratos que también firmamos como país, con ese
92,4 por ciento de nuestros acreedores.
¿Tan injusto
e imprevisible es alguien que pide que se cuide al 92,4 por ciento de la
misma manera que se cuida al 1 por ciento? Queremos que se cuide al 100 por
ciento y queremos que se generen esas condiciones. Porque la Argentina, como
siempre, va a estar dispuesta a dialogar, pero también deben saberlo, que lo
tenemos que hacer en el marco, y yo soy la Presidenta de la República
Argentina y he jurado por la Constitución de la Nación Argentina y para hacer
cumplir sus leyes. Eso es lo que nos liga.
Y también
creo que es necesario y he dado instrucciones a nuestro ministro de Economía
para que nuestros abogados le soliciten al juez que genere las condiciones
para poder llegar a un acuerdo que sea beneficioso e igualitario para el 100
por cuento de los acreedores. Porque hay normas que cumplir y leyes que
respetar aquí y también en el país donde se dictó la sentencia.
No puedo
creer que la legislación de ningún país del mundo diga que hay que reventar
al 92,4 por ciento para salvar al 1 por ciento. ¿Saben qué? Creo que no hay
ordenamiento jurídico que pueda justificar eso.
Por eso, creo
que es necesario que se le generen a la Argentina las condiciones para poder
negociar en este marco del que estamos hablando. Porque hemos dado muestras
de que somos personas capaces de sentarnos a negociar y acordar; porque
durante mucho tiempo nos corrieron con que no cumplíamos nada, a Néstor en el
2005, hasta que finalmente llegó el primer canje; luego, cuando llegamos al
segundo canje; luego con el Club de París; luego con el CIADI.
Entonces,
¿quiénes son los que no quieren negociar? Los argentinos queremos negociar.
¿Y saben por qué tengo la obligación de negociar? Porque soy una presidenta
responsable y hacerlo en el marco de la Constitución y de las leyes.
Para mí,
sería muy fácil hacer lo que hicieron los que nos precedieron a Néstor y a
mí: prometerle a cualquiera la Luna, firmar cualquier cosa, total el que
viene que se haga cargo.
No cuenten
conmigo para hacer cualquier cosa; sí para hacer lo que debo, sí para cumplir
con mi deber, siempre, siempre estoy dispuesta a cumplir con mi deber, pero
nunca a rifar la Patria.
Por eso, veo
también que nuestro país...Y fíjenlo argentinos mucho en la memoria un día
como el de hoy, donde este hombre nos dio muestras de soberanía como pocos.
No olviden también que en nuestro país se ha descubierto la segunda reserva
de gas más importante del mundo y la cuarta de petróleo no convencional más
importante del mundo. Los que revolotean, no revolotean únicamente sobre las
finanzas, revolotean también sobre los recursos naturales. Y si ustedes
prestan atención y leen por allí algunas intervenciones periodísticas,
algunos reportajes podrán entender.
Pero estamos
dispuestos a cumplir con nuestro deber, no vamos a hacer lo mismo que
hicieron con nosotros, que nos dejaron o nos tiraron un país con las papas
calientes y que se arreglen cómo puedan. Al contrario, pagamos y lo hicimos
con inclusión social generando trabajo; lo hicimos incorporando jubilados,
aumentando las jubilaciones, dando educación, hoy cada provincia tiene una
universidad pública, creamos 9 nuevas universidades.
Por eso, es
que creemos que tenemos, no la autoridad, pero sí el derecho y el deber de
ser parte de una negociación justa y equitativa y que nos garanticen la
posibilidad de hacer esa negociación. Si la hemos hecho con otros países, 19
ministros de Economía negociaron con Kicillof en Europa; una de las empresas
petroleras más importantes del mundo negoció con nosotros. ¿Por qué no van a
poder hacerlo un pequeño grupo si es que realmente hay buena fe? Acá en la
Argentina lo que sobra es buena fe y la buena fe la hemos demostrado
haciéndonos cargo de las deudas.
Por eso,
argentinos, que nadie los asuste; por eso, argentinos, sepan que esta
Presidenta tiene un compromiso, no con su Gobierno; a mí me quedan 1 año y 8
meses de gobierno y sería fácil, como proponen algunos, acordar cualquier
cosa.
¿Pero saben
qué? Antes que mi Gobierno, está mi país, mi Nación y mi Patria. Porque mis
hijos, mis nietos, sus hijos y sus nietos, no dependen de mi Gobierno,
dependen de que haya Patria y de que haya Nación con soberanía, con dignidad,
con posibilidades de crecimiento, de educación, de salud y de viviendas.
Por eso vamos
a seguir trabajando y por eso les pedimos la unidad nacional a todos los
argentinos, tenemos que estar unidos hoy más que nunca, porque la unidad hace
la fuerza.
Por eso les
pido a todos por favor, puedan sobreponerse a las banderías políticas,
ideológicas y partidarias y pensar, aunque sea por única vez, primero, en la
República Argentina, primero, en la Nación argentina y en sus propios hijos.
Muchas
gracias y feliz Día de la Bandera, Rosario; feliz Día de la Bandera, Santa
fe; feliz Día de la Bandera, mi querida Argentina.
Muchas
gracias y los quiero mucho a todos. (APLAUSOS)
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http://www.presidencia.gob.ar/discursos/27636-conmemoracion-del-dia-de-la-bandera-palabras-de-la-presidenta-de-la-nacion
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