Miércoles 16 de octubre de 2013
Ex Botnia
Ultimátum oficial a Uruguay para que frene la producción de la pastera
La Argentina emitió ayer el segundo ultimátum contra Uruguay en menos de una semana: el canciller Héctor Timerman instó al presidente José Mujica a que revoque la decisión de aprobar la ampliación de producción de la pastera UPM (ex Botnia), ya que, en caso contrario, recurrirá a la Corte Internacional de La Haya.
Pero
Uruguay rechazará esa amenaza. Anoche, el gobierno de Mujica se
disponía a entregar una carta a Cristina Kirchner donde desechará de
plano las acusaciones de la Argentina sobre la violación
del Tratado del Río Uruguay. También reivindicará su derecho de
autorizar a la empresa finlandesa instalada en Fray Bentos a ampliar su
producción de 1,1 millones de toneladas anuales a 1,2 millones.Si la embestida de Timerman contra Uruguay la semana pasada fue por medio de una conferencia de prensa, ayer elevó la apuesta al girar una carta al canciller uruguayo, Luis Almagro, donde advirtió que la decisión de elevar la producción de UPM "constituye una ruptura unilateral del mecanismo de información y consulta previas establecido en los artículos 7 a 12 del Estatuto del Río Uruguay de 1975".
A su vez, Timerman denunció "la constatación del incumplimiento por parte de la planta de UPM de los estándares [de contaminación] establecidos pertinentemente y que se verán agravados si la autorización de aumentar la producción se implementara". De esta manera, el gobierno argentino reclamó que, "de inmediato", Uruguay deje sin efecto la decisión de avalar el incremento de producción de la pastera y produzca "la información complementaria pendiente solicitada reiteradamente por la delegación argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)". Esto significa que la Argentina cree que hay informes ambientales que Uruguay esconde y que mostrarían contaminación del río producida por UPM.
Sin embargo, existen bastantes sospechas entre los especialistas consultados por LA NACION sobre la información difundida por Timerman y los mecanismos poco transparentes de monitoreo ambiental del río Uruguay (ver aparte).
En su ultimátum hacia Uruguay, la Argentina advirtió ayer que si se avanza con el aumento de producción de la pastera el Gobierno "se verá obligado a poner en marcha el procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia previsto en el artículo 60 del Estatuto del Río Uruguay".
Fuentes calificadas de la Cancillería aseguraron a LA NACION que la intención de la Argentina es que Uruguay muestre por escrito que tiene intenciones de ampliar la producción de la ex Botnia en forma unilateral para poder llevar esos argumentos jurídicos a la Corte de La Haya. A la vez, en el Gobierno especulan con que a Uruguay no le convendría tener un nuevo litigio internacional con la Argentina que demore varios años y paralice no sólo la producción de UPM, sino también los proyectos de Mujica para instalar una nueva planta de celulosa en la costa uruguaya.
En Montevideo creen que la carta que girará Mujica a Cristina Kirchner contendrá una respuesta similar a la que dio el presidente uruguayo a Timerman cuando dijo que "el único que me da un ultimátum es Dios".
Según fuentes del gobierno de Mujica, la carta que enviarán a la Argentina dejará constancia de que la autorización a UPM para ampliar su producción no depende de un aval de Buenos Aires y que la administración de Cristina Kirchner no tiene poder de veto sobre el caso.
Uruguay entiende que la decisión sobre UPM se tomó cuando se habían agotado todos los plazos previstos en el Estatuto del Río Uruguay y que "no viola la soberanía ambiental argentina". También sostiene que UPM presentó su solicitud en 2011 y que el trámite se inició "correctamente" ante la CARU en marzo de 2012.
Por otra parte, en el gobierno de Mujica sostienen que las objeciones ambientales que hizo Timerman contemplan "una trampa", ya que se toman muestras del estado del agua del río y no de los residuos directos que emite UPM, por lo que advierten que el río está contaminado desde el norte por agroquímicos y otra basura.
Advertencias del canciller
Timerman elevó la apuesta de ultimátum contra Mujica- Héctor Timerman
El canciller argentino entregó una carta a su par de Uruguay, Luis Almagro, para exigir que el presidente José Mujica revea su decisión de avalar el aumento de la producción de la pastera UPM (ex Botnia). Es la segunda intimación que se hace desde el Gobierno en menos de una semana a Montevideo - 2 de octubre
Decisión polémica
Ese día, el gobierno de Mujica decidió aumentar la producción de 1,1 millones de toneladas anuales a 1,2 - 15 de octubre
Ultimátum por escrito
Luego de la amenaza verbal de la semana pasada, Timerman envió una carta a Uruguay en la que insta a rever la situación para evitar ir a la Corte de La Haya
Con la colaboración de Nelson Fernández desde Uruguay
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Miércoles 16 de octubre de 2013
Para los especialistas, los datos ambientales son confusos y opacos
Así lo expresaron expertos en temas de medio ambiente consultados por LA NACION
Las lecturas críticas de los informes que emitió el canciller Héctor Timerman sobre los desechos de la pastera en el río Uruguay provienen de sectores de los más variados del espectro político.
Por ejemplo, el ex embajador Raúl Estrada Oyuela, que fue desplazado en 2007 de su cargo de representante especial para Asuntos Ambientales de la Cancillería, expresó ayer a LA NACION que "el Gobierno introdujo un manto de oscuridad y sospechas" cuando decidió por resolución unilateral que las actas de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) serían reservadas. Así lo definió el canciller Héctor Timerman en 2006 por medio de una resolución que se hizo retroactiva a todos los informes de 2002 a la fecha.
No es casual que en Uruguay todas las críticas sobre "manejos oscuros" en la CARU apunten al representante argentino en esa comisión, el entrerriano Hernán Orduna, quien sistemáticamente se niega a hablar con la prensa.
"En los informes que dio a conocer Timerman se descargaron análisis del agua del río que ya viene contaminada por Brasil y la Argentina por la descarga de agroquímicos y otras basuras", dijo Estrada Oyuela.
En esta misma línea de análisis, Juan Carlos Villalonga, de la ONG Los Verdes, explicó a LA NACION que "todo indica que los niveles de contaminación del lado uruguayo serían aceptables", aunque reconoció que la información que dio Timerman resulta "confusa y poco confiable".
Por todos estos motivos Villalonga se preguntó: "Si Timerman tenía datos en 2011 que mostraban contaminación en el río, ¿por qué no lo denunció y decidió esperar hasta ahora?". El especialista en temas ambientales cree que los índices de contaminación del río del lado uruguayo no serían alarmantes.
Villalonga también graficó que la puja entre Uruguay y la Argentina por la pastera UPM "nos pone en el peor de los mundos porque sólo recibimos información confusa y parcial".
Por otra parte, Hernán Giardini, de Greenpeace, coincidió en que "los informes que emitió son poco claros" y puso en dudas la voluntad política del canciller Timerman de erradicar la contaminación del río. "Resulta extraño que el Gobierno se ocupe ahora de la contaminación de la pastera cuando en su momento desoyó los reclamos que hicimos para poner en marcha una política de producción limpia de las empresas de celulosa tanto en Uruguay como en la Argentina", dijo Giardini a LA NACION.
En este sentido, el referente de Greenpeace en la Argentina sostuvo que el plan de producción limpia que nunca aceptó el Gobierno consistía en una producción libre de cloro y con forestación sustentable en el largo plazo..
Diario "La Nación". Buenos Aires, Domingo 01 de septiembre de 2013
Uruguay
Polémica porque le impiden producir más a la ex Botnia
La oposición acusa a Mujica de estar condicionado por la Argentina
MONTEVIDEO.- Los gestos amistosos del presidente uruguayo José Mujica
hacia el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner otra vez le
generaron un enfrentamiento con la oposición, que llevó al Parlamento
otro nuevo caso polémico, por la paralización de producción a la que se
ve obligada la planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM (ex de
Botnia).
En las últimas horas, la empresa papelera advirtió al
gobierno que su detención anual para mantenimiento deberá extenderse en
forma extraordinaria, debido a que aún no le dieron la autorización para
el incremento de producción.Productores forestales que se ven perjudicados por la actitud del gobierno de Mujica advirtieron ya sobre el impacto en el mercado, mientras el caso preocupa a los trabajadores que quedarán suspendidos y a todos los que tienen relación indirecta con la actividad forestal, de transporte y de exportación.
Por otro lado, la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú convocó a una nueva protesta para hoy, para rechazar un proyecto para instalar una nueva pastera sobre el río Uruguay del lado del país vecino, y protestar por el pedido de aumento de la producción de Botnia-UPM.
Hace un año y tres meses que la autoridad ambiental de Uruguay emitió un pronunciamiento favorable a la solicitud de UPM para aumentar la fabricación de pasta de 1,1 millones de toneladas hasta las 1,3 millones de toneladas, pero el gobierno Mujica no le ha firmado el aval.
El prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, dijo a LA NACION que el gobierno no ha rechazado ese pedido, pero reconoció que no hay decisión aún.
La empresa esperaba que llegara la autorización previa a la detención anual de actividad para el mantenimiento de la planta, a efectos de acotar ese tiempo y seguir produciendo.
Pero como no puede pasarse del límite que tiene autorizado, al terminar agosto informó que la paralización será mucho más extensa. En lugar de 11 días de suspensión de producción, deberá hacerlo por dos meses.
El gobierno de Mujica trasladó el pedido a la Cancillería y el asunto fue derivado a la binacional Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
La Argentina no ha dado respuesta, aunque presentó inquietudes y aún corre el plazo para que el tema quede sin resolución en ese ámbito, y Uruguay decida avalar a UPM para que aumente su producción.
El presidente Mujica ha pedido a los que trabajan en este tema que se manejen con prudencia y que tengan en cuenta su posición de privilegiar un buen diálogo con el gobierno kirchnerista.
La Dirección Nacional de Medio Ambiente había establecido en mayo de 2012 que "no se prevé que existan impactos negativos residuales de significación en caso de que se acceda a lo solicitado por la empresa, en lo que refiere a permitir una producción anual de 1.300.000 toneladas de ADT/año y con un límite máximo que no exceda el 5 por ciento".
Los diputados del Partido Nacional Álvaro Delgado y Jaime Trobo comunicaron ayer que citarán de forma urgente al ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, y al canciller, Luis Almagro, a las comisiones parlamentarias de Industria y de Asuntos Internacionales, "para que expliquen esta decisión", muestra de la intensidad que alcanzó el tema en el debate público uruguayo..
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