Argentina en esta cumbre del G-20
Tribuna.César Mayoral
Este fin de
semana se lleva a cabo en Brisbane, Australia, la IX Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno del grupo denominado G-20. Nuestro país que es uno
de los tres Estados Latinoamericanos, junto a Brasil y México, que
participa del G-20 desde su creación en 1999.
Lamentablemente la
Argentina fue testigo, inmediatamente a la creación de este organismo,
de la explosión brutal de un proyecto económico-financiero que se llevó a
la convertibilidad, a un gobierno y a un sistema político que venía
funcionando desde 1983. La Argentina que había ingresado al G-20 bajo un
proyecto nacional que era el que se hallaba de moda, junto al consenso
de Washington, en esos tiempos, se mantuvo dentro de ese grupo y desde
entonces no modificó un ápice las propuestas del Grupo. En todas sus
Cumbres y reuniones se ha dedicado a criticar a través de discursos
presidenciales (o de su Sherpa), todas las medidas importantes que ese
G. 20 viene promoviendo. Recordemos que la posición de nuestro país de
ignorar lo que en el G-20 se decide ocurrió en tiempos en el cual los
efectos de la crisis de la económica mundial del año 2007, los países
emergentes, como el nuestro no sufrieron consecuencias mayores, debido a
que el país se encontraba fuera del circuito financiero internacional y
la economía real circulaba a otra velocidad y por otros carriles, se
crecía al compás del incremento constante de los precios de los
commodities y de la demanda china.La ausencia de la señora Presidente de la Argentina en esta cumbre de Australia no le agrega dramatismo alguno. Los ministros que la reemplazarán seguramente continuarán con el ritual de pronunciar discursos clásicos de crítica al capitalismo global e intentarán incluir en la discusión un tema que no está explícitamente en la agenda como es el tratamiento que se le debe otorgar a la reestructuración de las deudas soberanas. La mayoría de los Estados del grupo está de acuerdo, pero la diferencia es el ámbito donde se debe realizar el debate ya que la mayoría de los miembros del grupo quiera delegar al FMI el estudio a futuro de las propuestas de reestructuración. En síntesis nuestro futuro papel internacional en el G-20 debería ser actualizado y debatido entre las fuerzas políticas de cara al año 2015 ya que es un organismo que tiene como principal objetivo de esta Cumbre de Brisbane lograr en cinco años el crecimiento de todos los países que lo integran en un 2% por año por lo menos. Asimismo poseer una membresía en el G-20 como la posee Argentina es importante para cualquier país ya que nos coloca entre las 20 naciones más ricas de la tierra. Es allí en el marco multilateral donde debemos defender diplomáticamente nuestros intereses, sin agravios fuera de lugar, sin victimizaciones inconducentes, en los marcos institucionales internacionales, como debe ser.
César Mayoral, ex Embajador en China, Canadá y la ONU
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G-20: Kicillof y Timerman van a Australia en un jet de lujo
Diario "Clarín". Buenos Aires, 14 de noviembre de 2014
Insólita contratación de una nave suizaEl vuelo costará unos 600 mil dólares, seis veces más que si viajaran en Aerolíneas. El T-01 está en arreglo.
Ante la ausencia
del Tango 01, fuera de servicio por mantenimiento, el Gobierno contrató
un avión de lujo, de bandera suiza, para trasladar a la comitiva que
viajó ayer a la Cumbre del G-20 en Brisbane (Australia). Según dos
fuentes consultadas por Clarín, el vuelo costará unos 600 mil dólares,
seis veces más de lo que saldría un Airbus de Aerolíneas Argentinas. La
aeronave elegida, un Jet Falcon 7X, matrícula HB-JSS, tiene dos baños y
capacidad para 13 pasajeros, según la web de la empresa Cat Aviation. Su
cotización supera los 40 millones de dólares: es uno de los más caros
en su tipo.
“Hay otros aviones de similar calidad mucho más
baratos en Brasil y en Chile”, se lamentó un operador aeronáutico. Y
agregó: “También se podría haber llevado un Airbus de Aerolíneas por
menos de 100 mil dólares”. Eso sí, en ese caso, la aeronave debería
realizar al menos dos escalas. Con la nave suiza podrán ahorrarse una.En el país no hay un avión con las características de la aeronave elegida. “El Falcon 7X del empresario Gustavo Andrés Deutsch (fallecido hace dos meses en un accidente en Nordelta), está a la venta en Estados Unidos”, confirmó un empresario que alquila aviones a empresarios y funcionarios.
Llamativamente, la comitiva viajó por la tarde en el Tango 04 hasta Rio Gallegos, donde los esperaba el avión suizo. Según publicó el sitio Opi Santa Cruz, los pasajeros no salieron de la pista y fueron trasladados en una combi hasta la escalinata del avión privado. Se pudo ver al ministro Axel Kicillof, quien viajó junto a dos colaboradores, y al canciller Héctor Timerman.
No es la primera vez que el Gobierno alquila un avión privado de lujo para reemplazar al Tango 01. En enero del año pasado Clarín reveló que Presidencia contrató, sin licitación, a la empresa inglesa Chapman Freeborn, para trasladar a la presidenta Cristina Kirchner por Asia. Gastó casi 900 mil dólares. En ese momento el avión oficial estaba en buenas condiciones, pero se optó por el alquiler por temor a un embargo.
Ahora, el Gobierno contrató un avión de lujo que tiene una autonomía de vuelo de unas 6000 millas. “Permite viajar a Australia con una sola escala en Nueva Zelanda”, explicó un piloto. El vuelo costó al menos 600 mil dólares, aunque otro operador dijo anoche a este diario que puede superar los 700 mil dólares.
En el mercado aeronáutico nadie se explicaba ayer por qué los funcionarios viajaron hasta Río Gallegos para tomar el avión suizo. Y alertaban sobre posibles irregularidades en la contratación.
“Tienen queexplicar cómo hicieron para mandar los fondos al exterior a través del Banco Central. Toda la maniobra, si se hizo en blanco, tarda quince días”, reveló anoche un empresario que fue contratado muchas veces por el Gobierno.
Una curiosidad: ayer, en la pista de Río Gallegos, se cruzaron tres aviones oficiales. Además del Tango 04 aterrizó el T-10 con una sola pasajera: la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y un Focker de la Armada que llevaba al ministro de Defensa, Agustín Rossi, y a otras veinte personas que viajaron para un acto en esa ciudad.
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