Palabras de
la Presidenta en la cena por el Día de la Industria, en Tecnópolis
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PALABRAS DE
LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN LA CENA POR EL
DÍA DE LA INDUSTRIA, DESDE TECNÓPOLIS.
Buenos Aires,
11 de setiembre de 2014.
Muchísimas
gracias, si bien hoy no es 2 de septiembre, estamos un poco retrasado, pero
igualmente muy buenas noches a todos y a todas, señores que me acompañan, en
la mesa en representación de los distintos sectores que conforman la
industria nacional; Unión Industria Argentina; CAME; CGE; CGERA y también
darle la bienvenida a la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires,
que decidió unificar, hoy, esta conmemoración de la Industria Nacional: la
verdad que yo venía con un montón de papeles, con un montón de números y con
filminas, que seguramente íbamos a aburrir a todos, porque este corto que
acaban de pasar, con testimonios, creo que evidencia muy claramente lo que
hemos vivido, en estos años.
En principio,
la verdad que me gustaría que esta gente que aparece en el corto, y que
existe en la República Argentina, no es mentira, no es gente que hemos
contratado para que aparezca diciendo esto; son importantes empresarios
argentinos que están, además, en importantes actividades de la industria
argentina testimoniando lo que ha sido el desarrollo industrial y como
Presidenta esta debe ser la séptima vez, que vengo a la Cena de la Industria,
la primera vez fue en el año 2008, porque obviamente había asumido el 10 de
diciembre del año 2007, pero todos los años hemos venido aquí, a este cena en
honor de la Industria Argentina. No a festejar, porque nunca he venido ni a
cantar ni a bailar, simplemente ha reafirmar dos cosas fundamentales en la
construcción... sí claro digo a festejar porque uno cuando festeja canta y
baila, acá venimos a hacer un acto de presencia, pero fundamentalmente un
acto de convicción, de lo que son estos diez años y de lo que hemos apostado.
Porque
apostar a la industrialización de un país no es una decisión económica,
apostar y construir la industrialización de un país es una decisión de
carácter político, una decisión de carácter público estatal, que apunta -
esencialmente también - ha configurar en qué modelo de sociedad queremos
vivir y qué país queremos tener. (APLAUSOS).
Yo aspiro a
vivir en una sociedad donde todos puedan acceder a un trabajo digno,
registrado, con salarios que permitan mantener dignamente a su familia;
aspiro a una sociedad que tenga en todos y cada uno de los que lo habitan la
intención y la vocación del progreso, de progresar más y unir esa vocación de
progreso al trabajo, a lograr trabajar cada vez más y mejor, a calificarse
cada vez más como trabajador para obtener mejores ingresos y también a
sentirse parte de la empresa, de la que ese trabajador forma parte. Y
necesito para eso también - obviamente - del capital, de los empresarios, de
empresarios con vocación nacional. ¿Qué significa vocación nacional? No
significa solamente desarrollar la industria nacional, sino también invertir
en innovación, en tecnología, en desarrollo porque sabemos que la clave ya no
son solamente la acumulación de fierros, sino esencialmente también la
innovación y la tecnología.
Por eso
escuchábamos a un empresario, que debe estar seguramente en algunas de las
mesas, no lo diviso desde aquí, como Martín Migoya, CEO de Globant, una
empresa que hoy tienen vocación de empresa global y lo va a ser porque ha
invertido y ha apostado al país. Ellos surgieron, en el año 2003, y hoy es
una de las más importantes empresas, en uno de los sectores que más hemos
apostado y desarrollado. Históricamente - como decía él - por lo que ha sido
la educación pública en la República Argentina y por lo que nosotros también
hemos aportado, cuando decidimos que el 6 por ciento del PBI fuera destinado
a la educación; cuando decidimos que el CONICET no era un lugar para mandar a
lavar los platos a la gente, sino para repatriar científicos y darles mejores
salarios y darles nuevos laboratorios y nueva infraestructura. (APLAUSOS).
Porque
tomamos el desafío, el gran desafío de unir la ciencia con el capital;
normalmente siempre hubo en el mundo científico, por pruritos, por
prejuicios, en nuestras academias, en nuestras universidades una cierta
lejanía del capital, de las empresas porque se consideraban como contaminante
a la ciencia con el dinero, cuando en realidad sabemos que no hay
posibilidades de avanzar en la investigación científica, si no le aplicamos
al trabajo, a la producción, a la rentabilidad para que esa rentabilidad
vuelva a generar inversión y mayor densidad al entramado de investigación,
desarrollo e investigación tecnológica.
Por eso,
hemos duplicado, hoy estamos en más de 120.000 metros cuadrados, en realidad
empezamos con muy espacio destinado a la infraestructura de ciencia y
tecnología, necesitábamos 120.000 metros cuadrados, construidos en
laboratorios, en institutos para que nuestros científicos repatriados, y los
que ya estaban, y los que ingresaban, y los que egresaban tuvieran un
espacio; hoy estamos en más de 120.000 metros cuadrados cubiertos, destinados
totalmente a la ciencia y a la tecnología, además de haber creado el
ministerio de Ciencia y Tecnología también con recursos no solamente para
infraestructura, sino también para créditos y para reconocimiento de los
salarios de nuestros científicos. Ni que hablar de nuestras universidades
públicas, donde hemos creado 9 nuevas universidades que han permitido, tal
vez, que de no tener una universidad cerca de su casa o de su lugar más o
menos de influencia hubieran podido estudiar, porque al mismo tiempo
trabajan, hoy, estamos también con 9 nuevas universidades, que contribuyen a
este proyecto de industrialización.
Pero también
lo basamos esencialmente en algo que es fundamental, como decía el mítico
Henry Ford, de su empresa, verdadero capitalista, ya quedan pocos en el
mundo. Henry Ford decía que tenía que aumentarle el salario a sus
trabajadores porque si no le aumentaba el salario a sus trabajadores quién
iba a comprarle sus autos. Y esto es algo que tienen que entender todos los
empresarios, necesitamos mantener el poder adquisitivo de nuestros
trabajadores porque son ellos los que sostienen uno de los componentes
fundamentales de este modelo que hemos desarrollado de reindustrializar el
país: el poder adquisitivo que apunta al sostenimiento de la demanda interna.
¿Por qué tanta insistencia en esto de generar demanda interna, en esto de
generar industria nacional, en esto de generar los márgenes de achicamiento
de incorporación de productos extranjeros? No por xenofobia, sino simplemente
porque cada vez que logramos mayor incorporación de tecnología nacional, de
innovación nacional, de maquinaría nacional estamos adquiriendo soberanía y
fundamentalmente estamos retrayéndonos de los vaivenes constantes que tiene y
va a tener la economía mundial.
Porque bueno,
también, es hablar del otro componente: el componente externo, la demanda
externa, que hoy - francamente - viene en picada. ¿Por qué? Por una razón muy
sencilla, basta ver los números de la Eurozona, donde están en recesión;
basta ver también que han comenzado a proyectarse a la baja crecimientos
económicos, en este caso - por ejemplo - de nuestro principal socio, que es
la República Federativa de Brasil. Su Banco Central ya ha calculado en 12
veces el Producto a la baja y la caída del sector industrial es del menos 3,6
por ciento, respecto del mismo mes, del año anterior. Obviamente cómo no va a
impactar esto en nuestra situación interna, si - por ejemplo - el complejo
automotriz, que representa el entramado del componente del PBI, un
instrumento muy importante, un elemento muy importante depende para su
exportación en un 86 por ciento de la demanda de Brasil.
Yo quiero
hablar con mucha sinceridad, esta noche, el otro día cuando mantuvimos la
reunión con las terminales le explicábamos y comentábamos nuestro análisis y
nuestra visión, que no es subjetivo, sino objetivo, a partir de datos duros,
de números objetivos y veíamos ese 86 por ciento de la colocación de nuestros
productos automotrices únicamente en un solo mercado. Esto no fue una
decisión que tomara el gobierno ni del Presidente Kirchner, ni de quien les
habla, esto fue una decisión de las casas matrices, tanto de las automotrices
que están aquí, como de las mismas automotrices que están en la República
Federativa del Brasil. Hubiera sido tal vez más conveniente, por lo menos
para los intereses del país y de las filiales locales, diversificar los
mercados de exportación a distintas regiones de Latinoamérica, o también a otras
partes, como al África, etc. para no estar pendiente de un solo mercado que,
al tener un problema, evidentemente, nos impacta negativamente.
Les digo
algo: si nosotros sacáramos la caída que tuvo el complejo automotriz, vuelvo
a repetir, producto - vuelvo a repetir - de la caída de la demanda externa,
si lo sacamos de los diez complejos industriales que analizamos para
determinar PBI, para determinar capacidad instalada, para determinar
actividad industrial, hoy, la industria estaría creciendo entre el 1,2 y el
1, 5 por ciento, lo que pasa es que ha sido tan brusca, tan brutal la caída
del complejo automotriz, que por su ponderación, dentro del índice, arrastra
a la totalidad de la industria.
Por eso, el
otro día decíamos que era importante sostener el mercado interno. ¿Qué
hicimos, entonces? Lo explicaba el titular de Toyota, debo decir que la
actitud y el comportamiento de las automotrices no han sido similares en
todos los casos, porque sería muy injusto generalizar. Lo escuchábamos,
recién, al titular de Toyota Argentina hablar de lo positivo, que ha sido el
Plan Pro.Cre.Auto, que fue el instrumento que utilizamos para dinamizar el
mercado interno, la demanda interna. Y el otro día, en la reunión que
mantuvimos con las terminales y con los concesionarios y sindicatos
determinamos claramente que, a fines de agosto, se había vendido, aquí, en el
mercado interno más de medio millón de unidades. Si nosotros intensificamos y
no se boicotea el Plan Pro.Cre.Auto estamos en condiciones de acercarnos a
las mismas ventas del año pasado, porque hay mucha gente que quiere comprar
su auto, renovar su auto y parece mentira que en una sociedad capitalista, o
por lo menos cuyos empresarios quieran ser capitalitas, la gente quiera
comprar y determinados empresarios no le quieran vender. Esto no habla de una
buena actitud empresarial y así se los manifesté, con la sinceridad y la
crudeza con la que siempre hablo con todos, porque así ha de hablar un
Presidente, no solamente a sus partidarios, sino a todo el país. (APLAUSOS).
Un Presidente debe hablar con la verdad a todos, cuando duela, cuando esta
verdad muchas veces no les guste a todos.
Si logramos
este instrumento, que puso a disposición del mercado y de las automotrices el
gobierno nacional: Pro.Cre.Auto, lo decidimos estimular, no boicotear vamos a
tener buenos resultados. También va a ser necesario rever políticas, como le
dije a los titulares de las terminales, porque saben qué, las casas matrices
nos quieren trasladar sus crisis en Europa o en Estados Unidos a nosotros los
argentinos. Y lo que no vamos a permitir nosotros, sobre todo después que
hemos hecho los deberes, porque hemos hecho los deberes.... Durante mucho
tiempo nos dijeron las terminales que nosotros regularizáramos la situación
con el Club de París, porque de esta manera las agencias de desarrollo de sus
países, sus casas matrices les iban a poder dar créditos porque habíamos
regularizado esta situación. Pues bien, señores, por primera vez un gobierno
argentino con una deuda que se arrastra, desde 1956, regulariza la situación
con el Club de París y paga más de 640 millones de dólares para precisamente
darle un instrumento a la industria automotriz nacional, y a la industria, en
general, para que puedan pedirle créditos a sus casas matrices, por lo menos,
para el capital de trabajo, aquí en la República Argentina y también para las
autopartes, que forman parte del capital de trabajo, sobre todo teniendo en
cuenta que esas autopartes, que provienen de los países centrales, general
trabajo allí con alto valor agregado. Porque ustedes deben saber muy bien,
que hay muchos países que ya no se dedican a la fabricación de autos, sino a
la fabricación de autopartes, como es el caso de Austria, de altísimo valor
agregado porque es mucho más rentable.
¿Qué es lo
que les decimos, entonces? Vamos a debatir y a discutir cómo se asignan estos
cupos para que podamos seguir incentivando la industria pero teniendo en
cuenta dos cosas: el nivel de cooperación con el mercado interno; el nivel de
agregación de valor nacional porque no puede ser que sigamos importando
absolutamente todas las piezas y no permitamos el desarrollo de la industria
autopartista nacional, que genera muchísimo empleo porque son pequeñas y
medianas empresas. (APLAUSOS). Tenemos que apuntalar a nuestras autopartistas.
¿Cómo se hace? Porque yo sé lo que pasa en el mercado autopartista, todos lo
sabemos, obviamente es el eslabón más débil frente a la terminal. ¿Qué
necesitarían nuestros mercado autopartista? Tiene el apoyo del Estado,
necesitaría también el apoyo de las terminales. ¿Cómo? Con contratos de más
larga duración, con precios que le permitieran con esa larga duración tomar
créditos para lograr innovación, desarrollo y tecnología y crear una
industria autopartista nacional fuerte, que les permita, además, a las
terminales contar, porque no me van a decir que no es mucho más barato para
una terminal tener al autopartista pegada a su línea de producción, que el
autoparte que tiene que venir desde la otra parte del mundo. Entonces la
logística que todos sabemos que hoy es parte esencial de la competitividad y
la lógica nos indica que una industria automotriz requeriría tener a sus
autopartistas prácticamente pegadas, no tal vez el cien por cien porque
sabemos que, hoy, en ninguna parte del mundo de fabrica el cien por cien de
un producto, enteramente en el país, pero por lo menos un 40 ó un 50 por
ciento de cada uno de esos autos con autopartes locales, pegadas a sus líneas
de producción para tornarlos más competitivos y tener también autos más
baratos. De modo tal, que si tuviéramos autos más baratos pasará lo que pasa,
en los Estados Unidos, donde la gente los cambia con mayor frecuencia
realimentando el mercado.
Me detengo
muy especialmente en este tema de los autos y las automotrices por la
infinidad de reclamos, que hemos recibido, a partir de gente que va con su
plata en efectivo, de gente que le aumentan las cuotas y de gente que quiere
tener sus autos. Por favor, les pido a todas las autopartistas, véndanle
autos a los que quieren comprar, por favor es el comportamiento mínimo que le
pedimos a la industria automotriz que yo sé que lo va a hacer, estoy
convencida que lo va a ser, porque estos años han sido muy buenos y
necesitamos, además, y yo les comentaba también que la crisis cuando uno
observa el desarrollo de la rentabilidad de las automotrices, desde el año
2004 a la fecha, vemos cómo sigue impactando la crisis, del año 2008. Miren,
entre el año 2004, 2005, 2006 y 2007, me acuerdo porque fue mi primera
elección como Presidente, la rentabilidad de las automotrices, en porcentual,
sobre millones vendidos, en unidades, oscilaba entre el 4 y pico y uno de las
más bajas fue ya la del 2008, que nos tocó la última colita, del último
trimestre por la crisis, que fue del 3,70 pero llegaron a tener hasta un
retorno del 4, 8.
Y fíjense qué
curioso, luego hubo un resultado negativo, obviamente, en el año 2009, que
fue del 0,9, por la crisis terrible que se vivió en el 2009 y luego
comenzaron a repuntar, pero nunca más volvieron a superar el 2 por ciento de
la rentabilidad, ni siquiera en el año de mayor récord de automotores, que
fue precisamente el año pasado, donde entre fabricados en el país, record de
fabricación de 791.000 unidades más los importados, llegamos casi a vender
1.000.000 de autos en la República Argentina. Esto no fue hace dos décadas ni
dos siglos, fue en el año 2013, sin embargo, mayor venta de autos, menos
rentabilidad producto de una crisis que también sigue hoy. Por eso tenemos un
mundo que se está calculando a la baja, y como ese mundo se está recalculando
a la baja, nosotros tenemos que sostener fuertemente el mercado interno.
También,
quiero decir, que ha habido una política - como lo señalaba recién el video
que nos tocó ver - de sostener el mercado interno y lo hemos hecho con préstamos
del Bicentenario, con préstamos a partir de la modificación de la Carta
Orgánica del Banco Central, con préstamos como el FONDEAR, que este año lleva
otorgado préstamos por... ¿Toyota cuánto Débora? 600 millones, o sea Toyota
Argentina va a hacer una inversión de más de 6.000 millones de pesos, por eso
digo que hay que diferenciar también. Toyota va a hacer una inversión de más
de 6.000 millones de pesos para un nuevo modelo de Hilux, que se va a
exportar el 58 por ciento y que va a alcanzar componentes nacionales, si mal
no recuerdo, hasta un 43 por ciento de componentes nacionales. Sí aplaudan
porque creo, que en este caso, es un reconocimiento que debemos hacerle a una
empresa multinacional, como Toyota que - como recién lo decía su titular -
apuesta al país.
Y el préstamo
no solamente fue para Toyota, fue también para una autopartista fuertemente
vinculada a Toyota, como es Guidi Sociedad Anónima, dimos también un
préstamos de más de 50 millones de pesos; Guidi es un autopartista que se
especializa en estampado, el auto está fuertemente vinculado a Toyota para
ayudarla en el círculo virtuoso de tener a su autopartista al lado, para que
con la sinergia se convierta en mucho más competitiva la producción argentina
y la plataforma de la Hilux, que es ya un clásico en toda la región, diría,
además de serlo en la República Argentina.
Y si uno
observa el comportamiento de los países, donde están radicadas las casas
matrices veremos que han caído totalmente y están recesivos, no desde el año
2008, desde antes del 2008 están con recesión y muchas veces con políticas
centrales quieren trasladar esos problemas a sus filiales, a través de autos
importados de alta gama, que no colocan en su país de origen. Y por eso
también tomamos la decisión del impuesto a los autos importados, de alta
gama, únicamente, porque también hubo una feroz distorsión comunicacional,
respecto a que estábamos colocándole impuestos a todos los autos. ¿Cómo vamos
a colocarle impuestos a todos los autos? Ni siquiera a los autos importados,
de baja gama, que son los que vienen de Brasil y que son los que más demanda
tienen; únicamente a los autos de alta gama, que igualmente, pese al
impuesto, se vendieron y mucho.
Por eso
quería tener esta breve interlocución, respecto de un tema que mueve mucho a
la opinión pública y a demanda pública y a la necesidad de dar respuesta a
esa demanda.
Luego, ni que
hablar de todo lo que ha sido el desarrollo industrial, el tema de la
inversión, que tampoco está - como dicen - por el piso; al contrario tenemos
la inversión de Toyota, tenemos la inversión de.... Ahora sí puedo mirar
algunas de las cosas que me puso, aquí, Débora sobre inversiones importantes.
Bueno, lo tengo sentado en la mesa a Miguel Galuccio, porque hay también una
suerte de lógica que se quiere decir de que el Estado interviene y desalienta
la inversión, que cuando el Estado interviene desalienta la inversión. Yo
pregunto: ¿de quién es YPF, hoy? YPF, hoy, y creo que todo el mundo lo sabe,
y los que invierten más que todos, es 51 por ciento estatal, sin embargo es
la empresa que mayor inversión extranjera directa ha recibido. Y a Galuccio
no lo puso ni el Espíritu Santo, ni el Fondo Monetario Internacional, lo puso
la Presidenta de la República Argentina. (APLAUSOS).
Lo que pasa,
señoras y señores, y aquí sí me gustaría que se mostrara la filmina de YPF,
la puedo ver. Yo me voy a poner los
anteojos porque si no me cuesta mucho, estoy vieja. El crecimiento en
base a inversión y actividad de la recuperación de nuestra línea petrolera:
YPF, una vez más, desde que recuperamos YPF las inversiones en el upstream
crecieron un 165 por ciento, 5.192 millones de dólares; equipos de
perforación: de 25 equipos de perforación, que tenía cuando Repsol era
controlada por una sociedad extranjera, pasamos a tener 74 equipos de
perforación, un 196 por ciento más. Tal vez ustedes digan: ¿qué es un equipo
de perforación? Los que vivimos en provincias petroleras sabemos lo que es un
equipo de perforación, no solamente la cigüeña o un montón de luces, es
trabajo genuino y bien remunerado, porque saben lo que pasa, cuando un obrero
petrolero queda sin trabajo no lo podemos llevar a una cooperativa Manitos
Azules a hacer salitas de cuatro, porque los trabajadores de la industria
extractiva- vos lo conocés mejor que yo, Miguel - están acostumbrados a
trabajos fuerte, adentro del campo y con buenos salarios tienen otro tipo de
demanda. Lo digo porque quien fue mi compañero gobernó, durante 12 años, la
provincia de Santa Cruz, que es precisamente la provincia donde YPF tiene su
mayor grado de intervención.
Pasemos a la
siguiente filmina, también, de YPF, aquí tenemos cómo venía la declinación de
YPF, que era controlada en forma de management que era absolutamente privado.
Fíjense al
momento de su privatización. Las barras en rojo y luego en rosa, lo que
hubiera continuado declinando si nosotros no hubiéramos tomado la decisión
allá por febrero del año 2012, producto del déficit energético, no producto
de ningún capricho nacionalista ni ultrapatriótico, sino simplemente una
decisión, eso sí, de carácter económico. Teníamos un déficit energético que
no solamente nos afectaba la balanza comercial de una manera, y nos sigue
afectando la balanza comercial porque, bueno, ahora quiero hablar del déficit
del que tanto hacen algunos economistas aprendices de brujo todos los días
por radio y televisión sus críticas.
Si nosotros
no tuviéramos déficit energético y tuviéramos que importar energía subsidiada
para las industrias y subsidiada para todos los argentinos, tendríamos
superávit fiscal primario y financiero más que excedente. Lo que pasa es que
seguimos apostando precisamente al modelo industrial.
¿Sabe como
bajo de un plumazo el déficit? No hay más subsidios para nadie, no hay más
subsidio y se paga el precio internacional en todos los combustibles y para
todos los argentinos y para todas las actividades.
¿Y cuánto
dura la Argentina, señores, si hacemos eso? Ya conocimos esta experiencia.
Después,
claro, se exportaba energía y había algunos que todavía decían "en los
años 90 exportábamos energía".
¡Pero qué
país puede estar orgulloso de exportar energía! La energía tiene que ser para
consumo de la industria nacional, para el crecimiento de un país. Y si hay
excedente luego de que el país se desarrolló, luego de que todos los
argentinos tienen trabajo, educación, salud y vivienda, bienvenida sea la
exportación de combustible. Pero mientras tanto, el combustible y la energía
tienen que estar al servicio del desarrollo nacional e industrial.
Fíjense
ustedes, el crecimiento que ha tenido a partir...todo lo azul es todo lo que
creció en la proyección de gas. ¿Saben qué significan esas barritas en azul
que empiezan muy chiquititas y van cada vez más grandes, sobre todo en lo que
va del 2014? Yo les digo lo que significa eso, significa 100 buques menos por
año de gas licuado, 100 buques menos que tenemos que importar de gas licuado.
Imagínense lo
que esto impacta en divisas, por un lado, en balanza comercial y lo que
significó en generación de puestos de trabajo este incremento que ha tenido
la petrolera estatal. Sí, la petrolera estatal y tan estatal que no le
importó a un empresa como Chevron, venir a invertir lo que invirtió; como
tampoco lo importó a Petronas, pese a que es estatal, porque Petronas también
es estatal, a venir a invertir a la Argentina o a Total o a Dow Chemical.
Porque,
¿saben qué? Cuando una empresa está bien administrada y es rentable, no
importa si es estatal, privada o mixta. Lo importante es que dé ganancias y
retorno a sus accionistas. Por eso, hoy la acción de YPF que es una empresa
estatal, es de las más valoradas y de las más estables del mercado.
En esta
filmina tenemos el crecimiento de empleo, de 46.000 a 66.000, entre puestos
directos e indirectos de trabajo, con salarios que ustedes saben, son de los
mejores del mercado. Porque tanto los directos, pertenecientes a la
petrolera, como todas las empresas de servicios obviamente que le prestan a
la estatal, tienen de los salarios más altos en los convenios que se han
celebrado.
Vamos a la
próxima filmina, por favor. Aquí tenemos otro tema también. Prontamente vamos
a tratar la ley de hidrocarburos. ¿Para qué queremos una nueva ley de
hidrocarburos? Para fijar reglas de juego claras, previsibles y transparentes
que resguarden los intereses de las provincias, que son las propietarias de
los recursos de la reforma del 94. Pero que también aseguren que ser
gobernador de una provincia, no te dé patente de Corso para otorgar áreas a
cualquiera sin ningún tipo de control y sin un modelo general que asegure
transparencia al mercado y no genere que vengan a invertir del exterior.
Porque si no ponemos reglas claras en materia tributaria, en materia de
porcentajes de regalías, en materia de porcentajes de cánones y en pliegos de
licitación de áreas públicos e internacionales, no vamos a lograr inversión
por una razón muy sencilla: la inversión que se requiere para Vaca Muerta,
oscila entre 100.000 y 200.000 millones de dólares. Y esas sumas, no se
consiguen de manera que no sea previsible y a largo tiempo.
Por eso
requerimos la sanción de una ley que va a ser consensuada obviamente, con los
gobernadores de las provincias petroleras en el marco de la OFEPHI, que es la
organización que nuclea a los estados provinciales petroleros y de la cual,
bueno, soy muy conocedora porque Kirchner fue presidente de la misma e
integrante desde que fue gobernador.
Pero quiero
mostrarles esto, que es el interés de las provincias, una de la parte de los
intereses de las provincias, que son las regalías. Fíjense lo que se cobraba
en regalías en el año 2011 y fíjense lo que se cobra en regalías en el año
2013 en las provincias.
No solamente
eso, porque cuando estaba Repsol, cobraban esas regalías y nada más. Ahora,
al ser socias de la empresa, van a cobrar también dividendos y utilidades de
la rentabilidad de la empresa.
Lo digo
porque me tocó formar parte, como provinciana lo digo, en la provincia de
Santa Cruz del modelo de YPF cuando llegamos a tener la provincia de Santa
Cruz el 4 por ciento de las acciones de YPF que las habíamos comprado con los
papelitos que nos habían dado motivo de las regalías mal liquidadas. Aquellos
famosos 600 millones de dólares que el gobernador Kirchner acumuló y guardó.
Es cierto, lo puso en el exterior, Cavallo le pedía que lo trajera para acá,
que los depositara en el Banco Nación. Nunca lo quiso hacer y lo acertado que
estuvo.
En aquella
oportunidad, cuando se liquidaron las regalías, todas las provincias
cobraron. Santa Cruz estuvo en el tercer lugar de las que cobraron, pero fue la
única que conservó la participación accionaria del 4 por ciento y sus 600
millones de dólares, que nos generaban los intereses con los cuales
construimos aeropuertos, puertos, caminos, casas en Santa Cruz y que luego
nos vimos obligados a vender en el año 98 producto de cuando se decide
privatizar YPF y, obviamente, no teníamos más opción que vender las acciones
porque las pudimos vender a 44 pesos cada acción y al día siguiente que se
habían vendido valían 19. Esto para que conozcamos la verdadera historia de
la República Argentina y nadie cuente cosas extrañas.
Necesitamos
volver a tener a esta YPF fuerte, con composición de todas las provincias y,
sobre todo, ahora que estamos en el mediano plazo en la histórica oportunidad
de llegar al autoabastecimiento energético.
Yo les puedo
asegurar y se lo decía el otro día a los titulares de las terminales, las
oportunidades y la etapa que se viene en la República Argentina, si se sigue
con un modelo de industrialización, de, no voy a decir protección porque sino
después me toman el testimonio en la OMC, pero lo charlábamos y lo charlaba
el ministro de Economía hoy con un gerente de un laboratorio.
A propósito,
¿no vino el señor Vagó que iba a estar en la mesa? ¿Será porque no le dimos
el aumento del 10 por ciento? Espero que no, porque muchas veces te piden
aumento y después te hablan de inflación.
Digo por qué
estas cosas, porque parte de este desarrollo industrial, no fue solamente la
inversión, no fue solamente el crecimiento en paritarias, en salarios, en Asignación
Universal por Hijo, más jubilados, parte también fue porque se desarrolló un
sistema de administración de comercio exterior que debe proseguirse. Porque
además, tenemos mayor apertura que en los años 90, otro cuento que también
quiero desterrar. Ahí están las cifras, sumando exportaciones e
importaciones, la apertura del mercado es mayor en los últimos 10 años que
durante la década del 90, por una razón muy sencilla: porque la propia
industrialización, con su exportación y con su necesidad de importación, abre
más la economía. Pero no hay que abrirla tanto como para que vengan a
competir. Porque me pregunto, hoy que estamos en discusión con algunas
actividades y con algunos sectores como, por ejemplo, los laboratorios que
querían un aumento tal vez del 10 por ciento y se les dio un aumento tope del
5 por ciento y promedio del 4 por ciento.
¿Qué pasaría,
me pregunto, si de repente decidiéramos variar la política de comercio
exterior? Y, bueno, por allí sería beneficioso para la gente porque tendría
medicamentos más baratos si abrimos a determinados países que producen
medicamentos a muy bajísimo costo. Ahora, ¿cómo le iría a esa industria si
nosotros abrimos y no hay administración de comercio y dejamos entrar lo que
ellos tienen a un precio mucho más alto a un precio mucho más barato? Mucha
gente se pondría contenta, como se puso contenta en los años 90. Pero
después, ¿saben qué? Te quedás sin trabajo y, entonces, no podés comprar ni
lo barato ni lo caro, porque esto es el tema de defender el desarrollo de la
industria nacional y una administración de comercio.
Ahora bien,
cuando vos les decís al sector o a un determinado sector, que podría ser el
sector de los laboratorios, bueno, está bien, abrimos el mercado a tal país y
vamos a tener "ah, no, por favor". Porque todos, ¿sabés qué? Todos critican la
protección o el comercio administrado del otro, pero las mías, mantenémelas,
las mías no me las saques porque sabés que sino me fundo.
Entonces, me
parece que tenemos que tener un criterio, un criterio unificador y,
fundamentalmente, guiarnos por cómo nos está yendo a nosotros, a cada uno de
nosotros.
Hay una vieja
anécdota que cuando uno le preguntaba siempre a los argentinos y creo
quetodavía pasa, cuando le pregunta "¿qué opina de la educación en la
Argentina, es buena, mala o regular?" Y la mayoría, estoy segura, hago
una encuesta, y le contestan "es mala, de mala a regular". Ahora,
cuando usted le pregunta "¿cómo es la educación de sus hijos?"
"No, la educación de mis hijos es muy buena", dice, como si los
hijos estudiaran en algún planeta extraño o en otro país que no fuera la
República Argentina. ¿Y eso saben qué
es? Manipulación de la opinión pública a partir de determinados, yo
diría, aprendices de brujos que están todos los días por todos los medios de
comunicación augurando que cosas terribles van a pasarle a la Argentina.
Esto lo
vienen augurando desde el año 2003 y ahora han arreciado aún más, a partir
del frente externo y de lo que sucedió con el juez municipal de Nueva York
que, no nos engañemos, de esto quiero hablar con total sinceridad ante todos
ustedes.
El otro día
cuando estuvo un presidente muy importante, uno de los más importantes del
mundo, me dijo cuando estábamos hablando a solas, "pero, señora
Presidenta, ¿usted cree realmente que este juicio es por los 1.600 millones
de dólares? ¿A usted le parece que un país como la Argentina puede ser
extorsionado por un juez municipal por 1.600 millones de dólares sin que
nadie tome cartas en el asunto? ¿No le parece que hay otras cosas atrás?".
Y claro que me parece que hay otras cosas atrás. ¿Saben que me parece? Que
nos quieren enviar abajo la reestructuración de deuda que hicimos en el año
2005 y 2010 para que el país se vuelva a endeudar como fue durante tantos
años esa bicicleta financiera y ese peso de la deuda externa que impedía
crecer al país.
Hoy, que el
país está en una ratio de endeudamiento yo creo de las más bajas del mundo,
porque hoy la Argentina está endeudada en moneda extranjera en el 8 por
ciento de su Producto Bruto moneda extranjera, con bonos tenedores nacionales
o extranjeros pero privados, 8 por ciento de su PBI, nada, frente al 150,
casi 160 por ciento que tenia de un PBI muchísimo más chico, allá por el año
2003.
Hoy, que
tenemos este nivel de endeudamiento que nos permite programar el futuro; hoy,
hemos descubierto que Dios nos ha beneficiado con ser un país que tiene el
segundo yacimiento de gas shale del mundo y el cuarto de petróleo shale del
mundo; hoy, que sabemos que somos un país que hemos avanzado en ciencia y en
tecnología como no lo hacíamos desde décadas, repatriando a más de 1.000
argentinos que se habían ido al exterior y con avances tecnológicos que nos
colocan a la cabeza del mundo; hoy, que hemos desarrollado un complejo en
materia de producción de maquinaria agrícola sin precedentes, con gran
participación nacional; hoy, que nos hemos convertido en el primer productor
de software de toda América latina; hoy, que nos hemos convertido en
productores de contenidos artísticos, de contenidos televisivos que nos colocan
a la vanguardia; hoy, que somos el quinto proveedor de alimentos del mundo,
justamente hoy se le ocurre a un juez municipal venir a reclamarnos por 1.600
millones de dólares y extorsionar...
Señores, por
favor, pensemos y no seamos ingenuos y no seamos tontos. Una vez más, vienen
por esta Argentina que se ha caracterizado por ser absolutamente distintiva
en toda la región, te lo dicen los mismos que vienen a presionar o a pedir.
Distintiva porque tenemos recursos humanos altamente calificados, producto de
que de una educación pública y gratuita, egresados de las universidades
públicas y gratuitas, con un desarrollo científico sin precedentes, porque
además tenemos el octavo país en extensión del mundo con apenas 40 millones
de habitantes, porque además esas reservas de gas y de petróleo no están
entre Nueva York y Chicago y la franja de este tamaño, sino que están en
pleno desierto y la franja es de este tamaño y sabemos que hay en otras
partes del país también, no solamente hemos descubierto convencional
últimamente hasta en mi propia provincia, sino que también hemos descubierto
no convencional en la zona Norte del Neuquén, casi lindando con Mendoza, y
también en la provincia del Chubut.
Este
potencial de la Argentina, que no es un potencial para dentro de 20 años, es
un potencial para ya, es lo que no les gusta a algunas potencias del mundo y
es lo que ha pasado históricamente en la República Argentina, señores, no se
engañen, por favor.
A mí me falta
un año y meses para terminar de ser Presidente, pero ustedes para seguir
siendo empresarios, tienen toda una vida, la de ustedes y la de sus hijos,
para cuidar sus empresas, para cuidar lo que han logrado. Y a los
trabajadores, para cuidar las conquistas sociales que han logrado.
Yo les pido
por favor que no se distraigan, que no los engañen, que sepan cuáles son las
cuestiones que se están discutiendo en el mundo, señores. Y no es que tenga
visiones conspirativas, en absoluto.
¿Saben por
qué es tan importante? Un funcionario, un exfuncionario que vino en nombre de
ciertos intereses a entrevistarse con algún funcionario de nuestra
administración, le dijo que hoy éramos la Arabia Saudita, textuales palabras,
la Argentina, Arabia Saudita. Y claro, ¡cómo no vamos a ser Arabia Saudita!
Si somos una región de paz, porque sacar petróleo hoy en la región de Medio
Oriente, es casi además una aventura en donde se te puede ir la vida, un
lugar que va a tender a complicarse de manera internacional. Porque quiénes
presidimos el país y quiénes tienen aspiraciones de conducirlo, deben tener
una mirada estratégica sobre, no lo que pasa únicamente en su quintita o en
la próxima campaña electoral, sino en el mundo en que estamos y en el mundo
que se viene. Y el mundo que se viene, señores, es un mundo complejo, donde
van a querer tener nuestras reservas petroleras porque va a ser muy difícil
ir a otros lugares a recurrir por ellas porque están con un altísimo grado de
conflictividad militar y religiosa, señores. Lo cual ya no es la guerra
convencional que vivimos en el siglo XX, que yo digo eran las últimas guerras
de la modernidad. Ahora estamos viviendo las guerras de la posmodernidad, las
guerras donde los aliados cambian de un día para el otro. Fíjense si no, este
ejército islamista que está en Irak, hoy saben dónde se entrenó, dónde se
entrenó militarmente. Se entrenó militarmente combatiendo al gobierno de
Siria, al gobierno de Bashar al Assad, el mismo gobierno que hoy, digamos,
tiene que aliarse prácticamente con el que lo estaba combatiendo, vendiéndole
armas a sus rebeldes porque las cosas se dieron vuelta en apenas 1 año.
Y podemos
contar historia de estas y esto tiene que ver en la política del mundo. Y la
política del mundo tiene que ver con los intereses de Argentina. Por eso les
pido a todos que estén muy atentos y con los ojos muy abiertos.
Lo que ayer
hemos logrado los argentinos también en Naciones Unidas, en esa Resolución
68/304, jugalo *que debe
convertirse en un verdadero orgullo de la diplomacia argentina y de la
historia argentina donde por primera vez Naciones Unidas, el mundo, nos
decían que nos habíamos caído del mundo, dónde está el mundo, sino no es en
ese edificio de tantas plantas, frente al Río Hudson, allí en Nueva York,
allí el mundo nos dio 124 votos para decir que había que reglamentar las
reestructuraciones de deuda soberana y hacer un tratado internacional para
alejar definitivamente a los buitres que medran con las deudas y,
fundamentalmente, con la miseria y la dignidad de los distintos pueblos de
nuestro planeta. Ayer fue un gran día para la humanidad, no solamente para la
Argentina, señoras y señores.
Y estas
cosas, que parecen de la política, tienen que ver con la economía, porque las
decisiones políticas siempre se toman en base a decisiones estratégicas
económicas.
Por eso, a mí
me gusta primero hablar de política y después de economía. Porque si uno no
entiende cómo viene la política a nivel nacional, internacional y regional,
puede tomar decisiones muy equivocadas a nivel económico. En cambio si ve
cómo se está moviendo el mundo, cómo se está moviendo la región, cuáles son
nuestras posibilidades y potencialidades y en base a eso toma las decisiones,
no digo que no pueda equivocarse, pero les aseguro que tiene muchas menos
probabilidades de errar que de alguien que toma las decisiones creyendo que es
acá y nada más que en la República Argentina donde van a impactar o donde los
convencen tal vez, como convencieron a otros llevándolos a la Asamblea del
Fondo Monetario Internacional que todos éramos altos, rubios y de ojos
celestes.
Yo no quiero
ser rubia, alta ni de ojos celestes, soy argentina, soy lo que soy y creo que
el deber que tenemos todos precisamente es el de preservar este modelo de
industrialización que las cifras eran harto elocuentes. Que también son
elocuentes los grados de inversión que estamos logrando.
Hablábamos de
YPF, hablamos también de TOYOTA, hablamos de...no voy a dar todos los nombres
que me puso Débora, pero que nos dando un nivel de inversión de más de 20
puntos sobre el PBI, sí, señores, pese a lo que se diga, a los que se escriba
o lo que se repita. Y cuando usted habla con alguno, le pasará a muchos de
ustedes, que hablan por allí con algún otro colega que le dicen "no,
bueno, pero las cosas" "¿Y a vos cómo te va?" "No, a mí
me va bien, pero va a venir mal que esto y que el otro". Porque quieren
generar expectativas de que las cosas van a ir mal para instalar lo que yo
denomino "la cadena del desanimo nacional", pese a que todos los
datos y todo lo que estamos viendo en el mediano y largo plazo, hablan de una
Argentina con una potencialidad.
Yo solamente
les pido que esto que hemos logrado, no se derrumbe, se conserve, se
acreciente, se profundice, se mejore pero que se siga con este proceso de
industrialización y se siga con esta campaña de valor agregado permanente de
ciencia y tecnología.
Y para
terminar, también uno lee por allí noticias como me tocó leer hoy que
hablaban de no sé qué porcentaje de chicos que no comían o que tenían
problemas de miseria o de indigencia absoluta.
Yo tengo acá
los datos y seguramente debe alguien presente de la Cámara de Industria y
Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, que dio el último
informe de consumo de carnes, de proteínas en la República Argentina. En el
año 2013, la Argentina consumió por habitante 113 kilos de carne entre ovina,
porcina y aviar. No quiero hablarles de lo que ha desarrollado la industria
aviar porque ha sido impresionante y también luego de algunas recomendaciones
que yo hice en el 2005 de cómo comenzó a desarrollarse la industria porcina
realmente, estamos cerca del autoabastecimiento. Todavía nos falta, tenemos
que lograr el autoabastecimiento en materia porcina también para logar mayor
independencia. Pero 113 kilos por habitantes fue el consumo del año pasado.
¿Saben cuáles
eran los récords anteriores? El récord anterior era de los años 70, que había
llegado a 95 kilos y medio por habitante. Luego, una etapa de los 90, donde
fue 95,4; luego en los 80, donde también anduvo por ahí y luego, en el año
2002 donde bajó abruptamente a 84 kilos producto de la crisis del 2002.
El informe
del mes de julio, nos habla de un aumento del récord histórico del año pasado
y llegamos al récord histórico de 117 kilos de consumo de carne por proteínas
por cada un de los habitantes de la República Argentina.
Esto habla,
¿quién se come los 117 kilos de carne? No, por favor, pueden haber
situaciones puntuales, pueden faltarnos muchas cosas, pero por Dios, hemos
dado un salto cualitativo. Ojala que por mucho tiempo muchos presidentes puedan
seguir anunciando récord de aumento en el consumo de proteínas y también
muchos presidentes puedan ver, como yo lo hecho desde el año 2008, que fue la
primera cena, hasta ahora, todos los años a cenar con ustedes, hombres y
mujeres de la industria argentina, a poder mirarlos de frente, a poder mirar
juntos videos como el que acabamos de mirar, a escuchar testimonios de
colegas suyos como los que acabamos de escuchar.
Porque si
nosotros logramos que no solamente sean 11 o 10 o 12 años, sino que sean 20 o
30 años de políticas públicas consecutivas en materia de administración de
comercio, de industrialización, de ciencia y tecnología, de educación, de
poder adquisitivo, de convenciones colectivas de trabajadores para que logren
tener mayor poder adquisitivo, de conservar a YPF como empresa nacional para
el autoabastecimiento energético, tengan la plena certeza de que vamos a ser
un país muy diferente y vamos a poder dejarles a nuestros hijos y a nuestros
nietos, algo muy diferente a lo que nosotros nos tocó recibir y por qué no
decirlo también, sufrir.
Por eso,
quiero junto a todos ustedes, brindar por la industria, por los trabajadores,
por los empresarios, por los comerciantes, por los constructores, por los
científicos y por todos y cada uno de los hombres y mujeres que tienen un
fuerte compromiso con la Patria y que saben que la Patria no es una
entelequia ni son símbolos para recordar solamente un 25 de mayo o un 9 de
julio, sino que a la Patria se la sirve, se la recuerda y se trabaja por
ella, los 365 días del año.
¡Feliz Día de
la Industria para todos los empresarios argentinos nacionales!
Muchas
gracias y salud. (APLAUSOS)
*No está en el texto oficial
http://www.presidencia.gob.ar/discursos/27908-palabras-de-la-presidenta-en-la-cena-por-el-dia-de-la-industria-en-tecnopolis
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sábado, 13 de septiembre de 2014
CRISTINA. DIA DE LA INDUSTRIA
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