Diario "Clarín", Buenos Aires, 24 de setiembre de 2014.
La Cámpora dio una charla y no dejaron entrar a los periodistas
Fue un evento con veinte estudiantes en la New School University de Manhattan.
Aunque en los últimos tiempos intentan mostrarse más receptivos al contacto con la prensa, los jóvenes camporistas quedaron enredados ayer en uno de los vicios más constantes de la década K: el secretismo y la opacidad informativa.
La “charla con líderes políticos argentinos” fue organizada por el Observatorio de América Latina de la New School, una universidad progresista de excelente relación con la Casa Rosada y que entrega la beca Presidente Néstor Kirchner, donde la mayoría de estos eventos suelen ser públicos y de acceso libre. De hecho, así había ocurrido cuando se presentaron Néstor y Cristina Kirchner en el pasado.
Pero quizás intentando prevenir otro “efecto Harvard” (cuando la Presidenta fue sorprendida en 2012 con preguntas y cuestionamientos de los estudiantes transmitidos en vivo hacia la Argentina), la charla que dieron ayer los camporistas Andrés Larroque, “Wado” De Pedro, José Ottavis y Hernán Reibel; Victoria Montenegro de Kolina, Leonardo Grosso del Movimiento Evita y el radical Leandro Santoro, ante una veintena de estudiantes y profesores, fue a puertas cerradas. El director de comunicación de la universidad, Sam Beiderman, quien había dado la venia a los periodistas para que se acercaran el edificio, fue el primer sorprendido cuando encontró a los enviados de Clarín, La Nación, Página 12, Télam, Canal 7 y TN esperando puertas afueras del salón Orozco. Pero no logró torcer la decisión.
Una hora y media más tarde, cuando todo finalizó, los directores del Observatorio, Michael Cohen y Margarita Gutman, se hicieron cargo de la decisión de que fuera un evento privado. “En su casa, uno pone las reglas y tenemos el derecho de tener una conversación privada. A veces los estudiantes no se sienten tan cómodos para hablar cuando hay periodistas”, justificó Gutman. “El evento fue planteado así desde un principio y ahora tienen a todos a su disposición para consultarles”, agregó la embajadora Cecilia Nahón. “Ustedes (los periodistas) creen que tienen derecho a entrar en cualquier lugar y no es así”, planteó Grosso.
Pareció un exceso de celo para un evento que transcurrió por carriles amables, según los estudiantes consultados por Clarín. Los argentinos concentraron su alocución en la trascendencia de la batalla contra los fondos buitre y reivindicaron el impulso del kirchnerismo a los juicios contra los represores, la restitución de la identidad de los hijos de desaparecidos y la participación de los jóvenes en la política. Santoro dejó una nota distintiva al manifestar su preocupación porque “la derecha ya tiene sus candidatos para 2015 pero el centroizquierda no encuentra el suyo”.
La “charla con líderes políticos argentinos” fue organizada por el Observatorio de América Latina de la New School, una universidad progresista de excelente relación con la Casa Rosada y que entrega la beca Presidente Néstor Kirchner, donde la mayoría de estos eventos suelen ser públicos y de acceso libre. De hecho, así había ocurrido cuando se presentaron Néstor y Cristina Kirchner en el pasado.
Pero quizás intentando prevenir otro “efecto Harvard” (cuando la Presidenta fue sorprendida en 2012 con preguntas y cuestionamientos de los estudiantes transmitidos en vivo hacia la Argentina), la charla que dieron ayer los camporistas Andrés Larroque, “Wado” De Pedro, José Ottavis y Hernán Reibel; Victoria Montenegro de Kolina, Leonardo Grosso del Movimiento Evita y el radical Leandro Santoro, ante una veintena de estudiantes y profesores, fue a puertas cerradas. El director de comunicación de la universidad, Sam Beiderman, quien había dado la venia a los periodistas para que se acercaran el edificio, fue el primer sorprendido cuando encontró a los enviados de Clarín, La Nación, Página 12, Télam, Canal 7 y TN esperando puertas afueras del salón Orozco. Pero no logró torcer la decisión.
Una hora y media más tarde, cuando todo finalizó, los directores del Observatorio, Michael Cohen y Margarita Gutman, se hicieron cargo de la decisión de que fuera un evento privado. “En su casa, uno pone las reglas y tenemos el derecho de tener una conversación privada. A veces los estudiantes no se sienten tan cómodos para hablar cuando hay periodistas”, justificó Gutman. “El evento fue planteado así desde un principio y ahora tienen a todos a su disposición para consultarles”, agregó la embajadora Cecilia Nahón. “Ustedes (los periodistas) creen que tienen derecho a entrar en cualquier lugar y no es así”, planteó Grosso.
Pareció un exceso de celo para un evento que transcurrió por carriles amables, según los estudiantes consultados por Clarín. Los argentinos concentraron su alocución en la trascendencia de la batalla contra los fondos buitre y reivindicaron el impulso del kirchnerismo a los juicios contra los represores, la restitución de la identidad de los hijos de desaparecidos y la participación de los jóvenes en la política. Santoro dejó una nota distintiva al manifestar su preocupación porque “la derecha ya tiene sus candidatos para 2015 pero el centroizquierda no encuentra el suyo”.
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