Diario "Clarín". Buenos Aires,2 de octubre de 2014.
Ya hay siete buques con gas esperando para descargar
De la escasez a la abundancia Hubo una sobreestimación de la demanda y, además, faltan los dólares para pagar.
Ya son cuatro los buques metaneros
que aguardan turno para descargar gas natural licuado en el puerto de
Bahía Blanca. Al Sestao Knutsen, el British Ruby y el Lobito, se sumó
ayer a la mañana el Lena River, todos con sus bodegas repletas de 55.000
toneladas para inyectar al regasificador Express, amarrado en el muelle
de Compañía Mega. Pese a que para ayer a la tarde estaba previsto el
ingreso de uno de ellos a operar, el proceso aún continúa frenado.
Lo mismo ocurre en el puerto de Escobar, donde aguardan desde hace
varios días tres buques, el Ibérica Knutsen, el Polar Spirit y el Arctic
Spirit, que “hacen tiempo” en el Río de la Plata.
En el
mercado enumeran varias razones para explicar un fenómeno que, aunque
ya se produjo más de una vez en los 6 años que lleva el proceso de
regasificación, es inédito por la cantidad de navíos en espera. A las recurrentes dificultades
de Enarsa para hacerse en el Banco Central de los dólares que paguen
los cargamentos, estimados en unos U$S 50 millones cada uno, le suman un importante error de cálculo.
Para un año marcado por la caída en el consumo de gas debido al aumento
de las tarifas domiciliarias y la recesión, meses atrás ya se había
contratado un número récord de barcos, más de 80. Además, las
centrales térmicas están reemplazando el gas, más caro, por el gasoil,
del cual hay excedente porque su producción crece a la par de la de las
naftas.
También el invierno poco riguroso impactó en la
caída de 3,6% en la electricidad en agosto frente al mismo mes de 2013.
Según cifras de Fundelec, la temperatura promedio entre junio y
setiembre fue de 15º3, superior a los 12º7 de 2013 y por encima del
promedio histórico ubicado en 12º5. “El invierno fue benigno, la gente
consumió menos y no hay espacio para almacenar el gas” explicó a la
agencia Bloomberg Sebastián Scheimberg, analista de Montamat y
Asociados, quien opinó que el país necesita “de manera urgente”
construir una terminal almacenadora del fluido.
En Bahía
Blanca, el Sestao Knutsen debía descargar el 22 de setiembre y en
Escobar, el Polar Spirit debía hacerlo al día siguiente. “Cada día que
pasa, el gas pierde temperatura y genera presión, por lo que debe
ventearse o descargarse sin más demoras” explicó a Clarín una fuente del sector naviero.
Además,
la espera tampoco es gratuita y le cuesta al Estado un adicional de U$S
15.000 diarios, según cifras de YPF, citadas por Bloomberg .
Desde
el consorcio que administra los puertos bahienses de Ingeniero White y
Galván se había informado que el proceso de ingreso se reanudaría ayer
con el Lobito en el muelle de Mega. No se concretó y anoche se estimaba
que recién lo haría hoy a la mañana.
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