Diario "La Capital". Rosario, Martes, 14 de octubre de 201401:00
Un rechazo al “amor” de Perón
Según datos bibliográficos y periodísticos, en la primavera de 1952, año en que Juan Domingo Perón y Mary Terán de Weiss habían enviudado respectivamente, ambos sostuvieron un diálogo íntimo en la residencia de Olivos.
Mary, junto a su esposo Haroldo Weiss y Perón. La pareja tuvo un vínculo estrecho con el entonces presidente de la Nación.
Según datos bibliográficos y periodísticos, en la primavera de 1952, año en que Juan Domingo Perón y Mary Terán de Weiss habían enviudado respectivamente, ambos sostuvieron un diálogo íntimo en la residencia de Olivos. Perón quiso obsequiarle a Mary una joya de la colección privada de Evita y ella se negó a recibirla. El episodio habría significado un pedido de mano del por entonces presidente de la Nación a Mary, quien supuestamente le contestó: “Yo simpatizo por su gobierno, pero no tengo un sentimiento de amor hacia usted. Y en segundo lugar, no tengo fibra política, no soy Eva Duarte. Yo me dedico a otra cosa. Usted necesita una compañera de fuste a su lado”.
Martes, 14 de octubre de 201401:00
El filme de la tenista rosarina condenada por ser peronista
Dos cineastas locales realizaron un documental sobre la tenista y múltiple campeona nacional e internacional Mary Terán de Weiss que estuvo entre las mejores veinte del mundo en las décadas de 1940 y 1950.
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Dos rosarinas, Judith Battaglia, guionista y directora, y María Langhi, productora, terminaron de filmar tras un año y medio de trabajo la historia de otra mujer de esta ciudad. (Foto: E.Rodríguez)
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Terán llegó a destacar la lucha como una de sus cualidades.
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Dos rosarinas, Judith Battaglia, guionista y directora, y María Langhi, productora, terminaron de filmar tras un año y medio de trabajo la historia de otra mujer de esta ciudad. (Foto: E.Rodríguez)
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Terán llegó a destacar la lucha como una de sus cualidades.
Laura Vilche / Ovaciòn
Hasta el deporte blanco tiene manchas. Y un
documental realizado por dos cineastas rosarinas da cuenta de esta
certeza. Dos rosarinas, Judith Battaglia, guionista y directora, y María
Langhi, productora, terminaron de filmar tras un año y medio de trabajo
la historia de otra mujer de esta ciudad: la tenista y múltiple
campeona nacional e internacional Mary Terán de Weiss, condenada en los
años 50, dentro y fuera de los courts, por ser peronista. El argumento
no es caprichoso. Está vastamente documentado y testimoniado en "Mary
Terán. La tenista del pueblo", un documental de 48 minutos y profunda
visión de género.
Se trata de un acto de reparación a una deportista
que surgió en el club Remeros, donde su padre era bufetero; que estuvo
entre las 20 mejores del mundo, que disputó 1.100 partidos
internacionales de los que ganó 832 y que fue varios años número uno de
la Argentina, dos veces medalla de oro y una de bronce en los
Panamericanos de 1951. Una mujer que andaba en motoneta, toda una rareza
de la época y del que da testimonio el afiche del filme. Como
funcionaria justicialista y asesora en Deportes, al igual que Fangio,
Mary quería popularizar el tenis. Fue proscripta y tuvo que exiliarse en
España tras el golpe cívico-militar de la denominada Revolución
Libertadora. Dicen que no correspondió amorosamente a Perón (ver aparte)
y que sufrió un atentado nunca esclarecido mientras andaba en su moto.
Una vida de triunfos y tragedias.
Mary fue también tapa de revistas. De "El Gráfico" y
"Para Ti", y no sólo por su velocidad y su drive, sino por ser bella y
elegante: otros de sus pecados. Impuso un estilo audaz en la
indumentaria (fue de las primeras en usar transparencias en la ropa
deportiva). Usaba los diseños del tenista y modisto inglés Ted Tingling.
Pero lejos de ser "sólo una cara bonita", se cansó de ganar trofeos en
décadas donde los que brillaban, en ese ambiente adinerado y snob, eran
los varones.
Familiares, periodistas y militantes que la
conocieron o investigaron su vida aseguran que Mary se suicidó hace casi
tres décadas, a los 66 años, en Mar del Plata, por dos dolores
insoportables: la pérdida de su marido y la de su madre. Y sospechan que
también la mataron la crítica moralista y mordaz y el ninguneo de sus
pares. Pero su
muerte no dejó de ser controvertida. Cuando en noviembre de 2007 se bautizó con su nombre al estadio donde suele jugar de local el equipo argentino de Copa Davis, en el parque Roca de Buenos Aires, no fueron pocos los que una vez más intentaron confinarla al olvido.
El filme no sólo da cuenta de que el deporte blanco de impoluto tiene poco: demuestra que mucho antes de los 70, cuando Guillermo Vilas le arrancó el corsé elitista al tenis, hubo una personalidad femenina, digna de reconocimiento y homenaje, que ya había intentado lo mismo.
muerte no dejó de ser controvertida. Cuando en noviembre de 2007 se bautizó con su nombre al estadio donde suele jugar de local el equipo argentino de Copa Davis, en el parque Roca de Buenos Aires, no fueron pocos los que una vez más intentaron confinarla al olvido.
El filme no sólo da cuenta de que el deporte blanco de impoluto tiene poco: demuestra que mucho antes de los 70, cuando Guillermo Vilas le arrancó el corsé elitista al tenis, hubo una personalidad femenina, digna de reconocimiento y homenaje, que ya había intentado lo mismo.
La vida de Mary Terán (nació el 29 de enero de 1918
como María Luisa Beatriz Terán) se filmó completamente en el club de
barrio Riveras del Paraná, de Alsina e Ituzaingó, donde se suelen reunir
militantes peronistas de la ciudad. El rodaje comienza con una escena
de ficción, una comida donde se recuerda a los deportistas perseguidos
después del golpe cívico-militar del 55. Así surge en la película la
historia de la tenista, y para revivirla se abordaron más de mil fotos,
cartas, notas periodísticas, documentos del Archivo Nacional de la
Nación y otros tantos aportados por el sobrino de Mary, Alfredo Terán.
Pero además el documental suma testimonios de entrevistados: su sobrino;
el ex secretario de Deportes de la ciudad de Buenos Aires (Caba),
Víctor Lupo; la especialista en género y deportes Marta Antúnez; la
legisladora de Buenos Aires que propuso su nombre para el estadio, Ana
María Suppa, y los periodistas Rodolfo Parody (Ovación, La Capital) y
Roberto Andersen, quien fue también amigo y biógrafo.
Mary Terán (ella usaba el apellido de su marido
Haroldo Weiss) fue número uno del ránking argentino en 1941, 1944, 1946,
1947 y 1948, y paralelamente comenzó a militar en el peronismo. Desde
allí promovió la creación de canchas en los barrios, con un material más
accesible al polvo de ladrillo. En el exilio, en España también fue
número uno, y al volver, durante el gobierno de Arturo Frondizi, el
único club que la aceptó fue River Plate. Pero sus oponentes no se
presentaban en los torneos donde participaba Mary para impedirle que
sume puntos en el ránking nacional. Algunos aseguran que una acérrima
rival de Mary llegó a acusarla a los gritos en un torneo de “putita
rosarina”. Finalmente, Mary se alejó del tenis y la vida pública. Los
entrevistados en la película recuerdan que durante la última dictadura,
cuando se decía que Vilas era “un ídolo de barro”, ella sumó su firma a
otras 5 mil para defenderlo y pedir que lo dejen jugar la Copa Davis sin
agraviarlo.
“Quisimos con este trabajo que se conociera la vida de esta gran mujer rosarina, quien ya era una gran deportista y figura antes de militar en el peronismo y conocer a Perón, aunque muchos digan lo contrario”, señaló Judith Battaglia. “Sus principios políticos fueron su condena, pero resistió todo lo que pudo: casi toda la vida”, concluyó.
“Quisimos con este trabajo que se conociera la vida de esta gran mujer rosarina, quien ya era una gran deportista y figura antes de militar en el peronismo y conocer a Perón, aunque muchos digan lo contrario”, señaló Judith Battaglia. “Sus principios políticos fueron su condena, pero resistió todo lo que pudo: casi toda la vida”, concluyó.
Deportista distinguida
El Concejo municipal de Rosario declaró deportista distinguida post-mortem a Mary Terán de Weiss, en agosto de 2012.
Martes, 14 de octubre de 201401:00
El gobierno de Aramburu le prohibió competir
Además, la Asociación Argentina de Tenis, con firma de Enrique Morea, exigió que se la excluyera del circuito mundial, lo que fue rechazado por la Asociación Internacional de Tenis.
El decreto ley 4161 de la dictadura cívico-militar de 1956 prohibía
cualquier tipo de imagen, propaganda, referencia al peronismo y también
condenaba las “irregularidades deportivas”. En él se basó el gobierno
de Aramburu para prohibirle competir a Terán de Weiss.
Además, la Asociación Argentina de Tenis, con firma de Enrique Morea, exigió que se la excluyera del circuito mundial, lo que fue rechazado por la Asociación Internacional de Tenis.
Además, la Asociación Argentina de Tenis, con firma de Enrique Morea, exigió que se la excluyera del circuito mundial, lo que fue rechazado por la Asociación Internacional de Tenis.
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