sábado, 30 de mayo de 2015

ARGENTINA. La biblioteca Bernardo Houssay



La biblioteca Bernardo Houssay

Por   | Para LA NACION
En tiempos de creación de espacios para la memoria, la nueva biblioteca Bernardo Houssay recuerda los comienzos de nuestra ciencia. No es una memoria reciente. Hay que remontarse a 1936, cuando Houssay fue elegido miembro de la Academia Pontificia de Ciencias, creada en 1603 e integrada por destacados científicos, entre ellos once premios Nobel. A los 49 años, él era el único de habla española.
La Argentina de entonces era indiferente a la ciencia. "Los países latinoamericanos son atrasados en este terreno", decía Houssay. Añadía que para investigar eran necesarias independencia y libertad: "Las dictaduras apagan las expresiones elevadas y originales de la vida intelectual, engendran miedo y fomentan la adulonería". En 1943, un golpe militar destituía al presidente Castillo. Houssay y otros firmaron una solicitada por la democracia. Los expulsaron de la universidad, con lo que se abrió un período de encarcelamientos en el que se cerraron facultades e institutos como el que él dirigía.
La nueva biblioteca recuerda ese tiempo. El mobiliario que se exhibe, documentos y murales impresionan. En uno de ellos se lee que, a pesar de las persecuciones y ofrecimientos que recibía del exterior, Houssay no quería emigrar "a menos que mi situación sea tal -decía- que no pueda disponer de recursos para sobrevivir", pues dependía de su sueldo. Ante la indiferencia oficial y los ataques -se salvó de una bomba que explotó en su casa-, muchos le aportaron donaciones. Mauricio Braun, padre del discípulo más apreciado de Houssay, Eduardo Braun Menéndez, compró una casa en Palermo donde se instaló el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IByME) que Houssay creó en 1944 y hoy es el centro científico más grande del Conicet.
Como sus investigaciones trascendían, científicos norteamericanos crearon The Houssay Journal Fund, con 247 donantes que le compraron durante años las revistas y libros que necesitaba. Hoy se guardan en modernas bibliotecas deslizantes junto a las antiguas de madera, testimonio de la generosidad de sus pares que le permitieron investigar en el país. ¿Quién originó esta importante ayuda? Una joven francesa de 22 años, radicada en Canadá, primera becaria de Houssay. Testigo de los sufrimientos de su maestro, escribió al profesor Herbert Evans, de los Estados Unidos, para que lo ayudara: "Admiro a Houssay -le decía- como un gran científico, de mente honesta, con conducta, en un país donde las ideas suelen ser fluctuantes". La joven, tras casarse con un argentino, se radicó aquí. Fue la primera mujer incorporada a la Academia Nacional de Medicina: Christiane Dosne Pasqualini, que a los 93 años sigue investigando.
Houssay fue reincorporado a la UBA en 1945. Pero en 1946 el gobierno de Perón lo jubiló de oficio. Lo marginaban, pero recibía reconocimientos, entre ellos un honoris causa de la Universidad de Oxford. En 1947, el Instituto Karolinska le otorga el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, el primero en ciencias para la Argentina, cuyo gobierno nada había hecho para favorecerlo. De allí en más, Houssay tuvo alegrías. En 1958, la creación del Conicet, que promovió durante años para que los científicos tuvieran un sistema que los albergara. Lo presidió hasta su muerte, en 1971, ocurrida el único día que no trabajaba, 21 de septiembre, Día del Estudiante, y de la que hoy se cumplen 42 años.
Eduardo Charreau, discípulo de Houssay que dirigió el IByME y presidió el Conicet, pidió a la Fundación Sales la construcción de la nueva biblioteca. Como en 1944, Sales supo suscitar solidaridades: las familias Ferioli y Ostry donaron los fondos para el edificio y las bibliotecas deslizantes; la Fundación Bunge & Born, las computadoras y el mobiliario; la Fundación Biblioteca Central de Medicina, el acceso a revistas científicas; miles de pequeños donantes de Sales financiaron la Luz de Houssay, intervención de los artistas Patricia Saragüeta y Martín Bonadeo que proyecta con luz solar dibujos y croquis del científico, sus anotaciones, los animalitos que estudiaba. Las fundaciones IByME y Lucio Cherny, ligadas a la obra de Houssay, también colaboraron, y una ciudadana, María Elvira Varela, acercó una donación personal. Gracias a todos se concretó el proyecto, diseñado por la arquitecta Mariana Lanari, hija de Alfredo Lanari, otro gran discípulo de Houssay.
La nueva biblioteca, en Belgrano, es una de las más ricas de América latina en fisiología y medicina experimental. Memoriza un pasado, pero no se detiene en él ni pide revanchas por tantos atropellos. Sirve a la ciencia con 20.000 volúmenes de 300 títulos de revistas, varios de hace más de un siglo.
© LA NACION.
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Ciencia / El Conicet, bajo el peso de su propio éxito

Crisis en la "fábrica" de doctores

Por  | LA NACION
 
El doctor en Historia y docente de la UBA Fabián Harari convocó esta semana a la prensa para denunciar discriminación por parte de la comisión evaluadora que le negó su ingreso en el Conicet. También en los últimos días, becarios doctorales que vieron frustradas sus posibilidades de iniciar la carrera científica organizaron manifestaciones frente a la sede del organismo.
Ambos hechos revelan problemas que el acelerado crecimiento de los últimos años contribuyó a potenciar y otros de más larga data.
Las denuncias de Harari, que afirmó que se lo persigue por sus ideas marxistas, son por lo menos discutibles. Como aclaró un comunicado del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, no cumple con los requisitos vigentes: trabajos publicados en revistas con referato [evaluación por pares] externo e independiente.
"Todas las publicaciones excepto una o dos -subraya el documento-, son de carácter «endogámico» (...): editoriales y revistas que tienen una relación directa con el autor." Quince de los 17 trabajos se publicaron en la editorial Razón y Revolución, la revista Razón y Revolución , y la publicación Anuario Ceics (de la cual el autor es miembro del consejo editorial al menos hasta el número de 2009), que pertenecen a la misma institución en la que milita, "lo cual indica que no fueron sometidas a la compulsa necesaria (...) entre pares, variados y plurales, de la comunidad académica".
La de Harari es una situación particular, pero la protesta de los becarios que el sistema no podrá absorber (904 que se presentaron a la carrera del investigador y 726, a becas posdoctorales; el 62,3% y el 48,8% de los postulantes, respectivamente) responde a una combinación de fallas en la comunicación, falta de coordinación y hasta sesgos culturales que inquietan al engranaje central de nuestra maquinaria científica.
Hace ya dos años hubo quienes plantearon que pretender que sigan ingresando indefinidamente 1500 becarios y 500 investigadores por año es insostenible. Y que se corre el riesgo de preparar "cerebros para la exportación".
Paradójicamente, hoy la situación parece ser precisamente la inversa: muchos científicos están retornando y los hay incluso que no quieren dejar el país para completar su formación en centros avanzados. ¿Estamos ante una "inflación" de doctores?
La pregunta no es banal y responderla exige nada menos que redefinir el papel de los investigadores en la sociedad.

Actividad privada

Para el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, los científicos tienen que empezar a pensar que la formación que reciben no sólo debe servirles para el ingreso a la carrera del investigador, sino también para desarrollarse en la actividad privada, y para aportar su conocimiento y sus capacidades a la gestión del Estado.
Con una dotación rejuvenecida, afirma, la tasa de crecimiento de la carrera del investigador debería rondar el 10%. "Esto implica unos 650 ingresos anuales repartidos por disciplinas y áreas geográficas -dice-. Es decir, que las chances de un becario van a volver a ser las históricas (aproximadamente uno de cada tres o cuatro)."
Según el ministro, el doctorado debe concebirse como la última etapa de la formación universitaria, aquella en la que "se adquiere la capacidad de obtener y procesar información en forma independiente". Y esto debería ser útil para hacer investigación, pero también para analizar la realidad y resolver problemas en cualquier otro ámbito. Y -algo que los científicos pocas veces contemplan- para convertirse en creador de puestos de trabajo.
Para facilitar este viraje, dice Barañao, se están implementando programas de "doctores en empresas", inserción de grupos de investigación en universidades públicas de reciente creación y en zonas de vacancia (universidades e institutos del interior). "Entre dos postulantes que obtengan igual calificación -destaca-, se le dará prioridad al que pueda desplazarse a centros del conurbano o del interior."
Y agrega: "En el caso particular de las ciencias biomédicas hay problemas adicionales. El área insume casi el 50% de los recursos tanto humanos como financieros, con una alta concentración en la zona metropolitana y las grandes ciudades. A pesar de esto, son muy escasos los efectos demostrables de esta inversión en la calidad de la atención médica o en el desarrollo de nuevas terapias. Más aún, poco de la información producida es accesible a los médicos. No parece tener sentido seguir retroalimentando este estado de cosas automáticamente y estamos promoviendo cambios".
Como dijo hace cuatro años, Barañao está empeñado en "pasteurizar" la ciencia: resolver la contradicción entre la investigación de alta competitividad con impacto en publicaciones internacionales, y la aplicada, con posibilidades de transferencia a la práctica médica y a la tecnología.
Pero a juzgar por el desconcierto de los becarios, voluntaria o involuntariamente estas líneas de acción no quedan del todo claras. Entre otras cosas porque, a pesar de los planes del Ministerio, muchas comisiones evaluadoras del Conicet cultivan un fuerte sesgo hacia la investigación básica, y subvaloran las actividades científicas de transferencia.

"Conicetitos"

"Es cierto que el Conicet podría ser en parte un organismo de formación de investigadores o profesionales orientados a ser absorbidos por otras instituciones -dice Ana María Vara, docente de la Universidad Nacional de San Martín e investigadora en temas de ciencia y sociedad-. Pero entonces debería estar conversando con esas instituciones, públicas (universidades, ministerios) o privadas (empresas, nacionales o extranjeras) para ver qué necesitan. Y adecuar sus criterios. Sin embargo, no lo está haciendo: en el otorgamiento de las becas, sigue sólo los criterios de «calidad académica» en el sentido más estrecho. [Por otra parte] esos nuevos criterios, como la voluntad de privilegiar el interior y el conurbano, no se explicitan antes de las convocatorias ni se traducen en los puntajes... Desde el comienzo, todos los becarios son «conicetitos», todo está dado para que sólo les preocupe publicar papers ."
Para Vara, muchas de las conductas que están en tela de juicio subsisten porque el Conicet es el único organismo en su tipo, se autorregula, y los científicos no tienen que rendir cuentas más que a sí mismos, algo que puede favorecer decisiones sesgadas.
"Sobre todo en las ciencias sociales, frecuentemente rige un sistema corporativo con pautas muy rígidas para el conjunto y excepciones para algunos", subraya Vara.
A fines de los noventa, cuando los científicos emigraban en masa y el Conicet estaba al borde de la inanición, la prioridad era mantenerlo con vida. Hoy, con mejores presupuestos y equipamiento, investigadores que son requeridos y colaboran con los centros más importantes del planeta, y participan en experimentos que exploran las fronteras del conocimiento, tal vez sea el momento de poner la lupa sobre estos puntos para que pueda desarrollar toda su potencia..
 

ARGENTINA. (2013) LA CEPAL DESTACÓ LA CANTIDAD DE CONTROVERSIAS QUE LA ARGENTINA TIENE ABIERTAS EN LA OMC.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 11 de setiembre de 2013.

EE.UU. - ARGENTINA 2013 CRÍTICAS AL GOBIERNO DE LEGISLADORES DE EE.UU.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 11 de setiembre de 2013.

ECUADOR - ARGENTINA. Correa llega a la Argentina en medio de un revés judicial por Chevron

Demandas por petróleo / Conflicto con un socio político

Correa llega a la Argentina en medio de un revés judicial por Chevron

Por  | LA NACIÓN
 
No será la visita más esperada de Cristina Kirchner y nadie se anima a arriesgar un resultado previsible de este viaje fugaz. Pero lo cierto es que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, llegará hoy por unas horas a Buenos Aires en una visita privada, y su duro discurso contra la petrolera Chevron podría verse opacado por el fallo que ayer emitió un tribunal internacional de arbitraje, que desligó de toda demanda ambiental colectiva a la compañía norteamericana.
Correa se reunirá con Cristina Kirchner en la Casa Rosada y luego tiene previsto ser el orador central de la XXV Conferencia Interamericana de Scout, que se hará en Puerto Madero. Desde allí podría emitir un fuerte mensaje de su campaña La Mano Sucia de Chevron, que objeta el impacto ambiental de la empresa en Ecuador, y que aquí está asociada con YPF en Vaca Muerta. "Hay clima y hay razones para seguir con la campaña contra Chevron que el Presidente empezó ayer en la localidad de Sucumbíos", dijo a LA NACION una fuente diplomática ecuatoriana. El clima para lanzar las críticas está dado: en la conferencia de scouts que dará habrá agrupaciones ambientalistas como el Banco de Bosques y Greenpeace.
Las críticas del presidente de Ecuador a Chevron generaron cierto temor en la Casa Rosada, ya que impactarán de lleno en el socio estratégico de YPF.
Sin embargo, anoche hubo un clima de distensión en el Gobierno. "El tema Chevron no se tocará en la reunión con Cristina", expresó a LA NACION una fuente oficial. Sustentó esa aseveración en la inconveniencia política que podría generar para Correa hablar del tema por dos motivos centrales: por un lado, la Corte Suprema desechó un fallo que instaba a la socia de YPF a pagar en la Argentina una indemnización por US$ 19.000 millones por un supuesto impacto ambiental en Ecuador, y por otra parte, el tribunal arbitral internacional de La Haya rechazó ayer la demanda presentada por el Estado ecuatoriano contra Chevron.
La relación de Cristina Kirchner y Correa quedó resentida tras el fallo de la Corte argentina. Pero el laudo parcial de ayer en favor de Chevron y de su filial Texaco Petroleum Company podría empeorar el clima entre ambos presidentes, alineados bajo el paraguas del eje bolivariano.
El tribunal concluyó que los acuerdos de liberación de responsabilidades que el gobierno de Ecuador firmó con TexPet liberaron a TexPet y a sus afiliadas de toda responsabilidad por cualquier reclamo ambiental colectivo o de interés público.
Los abogados de los demandantes de Lago Agrio, donde operó Chevron, admitieron que sus reclamos son "exclusivamente colectivos y no individuales". Según la empresa petrolera, "el arbitraje surge de la interferencia por parte del gobierno de Ecuador en el juicio ambiental en curso que se sigue contra la compañía y de la incapacidad de sus tribunales de administrar justicia en un juicio enturbiado por múltiples casos de fraude".
Para que no queden dudas del revés que sufrió Correa, ayer Hewitt Pate, vicepresidente y consejero general de Chevron, expresó: "El juego terminó. Este laudo dictado por un eminente tribunal internacional confirma que los reclamos fraudulentos en contra de Chevron no deberían haber sido presentados desde un comienzo. Ahora no hay duda de que los esfuerzos de los abogados estadounidenses de los demandantes y del gobierno de Ecuador para ejecutar esta sentencia fraudulenta violan el derecho ecuatoriano, estadounidense e internacional", dijo.
En forma paralela, el 25 de noviembre próximo se espera una sentencia de un tribunal de Nueva York por las demandas de fraude que supuestamente cometió un buffet de abogados norteamericanos con la justicia ecuatoriana para cobrar una indemnización millonaria.
Ayer, el presidente de Ecuador llamó a la "solidaridad mundial" en su lucha contra Chevron, al denunciar el daño en la Amazonia atribuido a la petrolera. "Las herramientas que vamos a utilizar para combatir a Chevron son la verdad y el llamado a la solidaridad de los ciudadanos del mundo para no comprar sus productos", sostuvo.
El mensaje de Correa quizá fue un prenuncio del espíritu con el que arribará hoy a Buenos Aires.

El canciller de Brasil, de visita

El canciller de Brasil, Luiz Figueiredo, llegará hoy a la Argentina. Se reunirá con Cristina Kirchner, con su par Héctor Timerman y con el ministro Julio De Vido. Los encuentros serán a agenda abierta y prevén tratar las trabas comerciales y los eventuales acuerdos del Mercosur y la Unión Europea. Figueiredo llega un día después de que el ministro brasileño de Industria, Fernando Pimentel, dijo que el país "intensificó" las medidas proteccionistas..

ARGENTINA. Un duro editorial del Financial Times

Un duro editorial del Financial Times

Acusó a la Presidenta de tener una conducta "adolescente"
El prestigioso periódico Financial Times criticó duramente la disputa del Gobierno con los acreedores que no aceptaron la renegociación de la deuda. En una nota editorial, el periódico fue muy duro con la presidenta Cristina Kirchner y también con los llamados "fondos buitre".
"Ninguna de las partes puede reclamar la prevalencia de la moral", señaló el texto aparecido en la edición de ayer, y señaló que gracias al cupón PBI los que entraron en los canjes han cobrado el doble de lo que los llamados holdouts dicen que han recibido. Es decir, señaló que, a diferencia de lo que dicen los bonistas, la quita no fue "salvaje".
De la Presidenta dijo: "Ha adoptado un comportamiento testarudo de «no vamos a pagar». Así afectó la reputación internacional de la Argentina, pero es un tinte central en su imagen de alguien que lucha contra financistas sin piedad y gana. Pero es ficción".
El periódico dice que las reestructuraciones fueron mucho más beneficiosas para los acreedores de lo que la Presidenta jamás va a reconocer, pero que ni aun así logró abrir para el país los mercados internacionales.
"Tras 12 años de su default original por US$ 100.000 millones, la Argentina es un paria financiero que lucha por reunir los fondos que necesita para explotar sus amplias reservas de shale gas y, por tanto, es más pobre de lo que podría ser", explicó. "La señora Kirchner ha pasado mucho tiempo comportándose como una adolescente malhumorada. Es tiempo de madurar", explicó.
También destacó que aunque eso no desarmaría las demandas de los «fondos buitre», "la vida podría ser más sencilla para la Argentina si no se hubiera hecho de tantos enemigos, desde un FMI enfurecido por sus poco creíbles estadísticas hasta el gobierno de España, que aún se lamenta de la estatización sufrida por Repsol". Y agregó que un default técnico reduciría aun más el número de votantes de la Presidenta..

Argentina vuelve a estar de moda para los inversionistas




Argentina vuelve a estar de moda para los inversionistas

Por   | The Wall Street Journal Americas

Los fondos de cobertura globales están apilando sus inversiones en uno de los destinos más insólitos: Argentina.
Menos de un año después de que el país incumplió su deuda en medio de una batalla judicial con firmas de inversión -incluyendo Elliott Management Corp., el fondo de cobertura de US$25.000 millones de Paul Singer-, las acciones y los bonos argentinos están en una buena racha. Las alzas de estos papeles son la señal más reciente de que los inversionistas están buscando oportunidades en todo el mundo en un entorno de tasas de interés superbajas y un crecimiento irregular en los mercados desarrollados.
Incluso después de un reciente retroceso, el índice bursátil Merval ha aumentado este año casi 28% en pesos y 20,5% en dólares, lo que lo convierte en uno de los mercados con mejor desempeño del mundo. Hasta el jueves, la deuda soberana de Argentina subió 15,24% en moneda local, según un índice de Barclays.
Algunos fondos de cobertura han sido optimistas sobre Argentina desde hace algún tiempo, pero ahora la tendencia está ganando fuerza, dicen inversionistas. A finales del año pasado, Brevan Howard Capital Management, de Alan Howard, creó un fondo de cobertura para apostar por inversiones en el país austral en colaboración con el argentino Pierpaolo Barbieri, un ejecutivo de Greenmantle, el fondo de asesoramiento del profesor Niall Ferguson.
PointState Capital LP, lanzado en 2010 por Zach Schreiber y tres ex compañeros de Duquesne Capital Management LLC, de Stanley Druckenmiller, contrató a Darío Lizzano, quien supo encabezar la división de investigación y ventas en América Latina de Morgan Stanley, para ayudar con las inversiones de PointState en Argentina, estimadas en unos US$1.000 millones.
Bienville Capital ha recaudado cerca de US$250 millones para un fondo de Argentina que este año ha crecido 25%. Federico Weil, presidente de TGLT SA, una empresa inmobiliaria con sede en Argentina que tiene acciones que cotizan en EE.UU., cuenta que en un viaje de una semana a Nueva York este mes se reunió con unos 25 fondos de cobertura interesados en el país. "Fue muy fácil" armar reuniones con inversionistas, dice Weil. PointState y Bienville poseen 13,5% de TGLT cada uno.
Algunos de los fondos se están focalizando en capital accionario y deuda argentina, mientras que el de Bienville invierte también en empresas privadas que prevé que salgan próximamente a la bolsa, según el fundador de la firma, Cullen Thompson. Representantes de Brevan Howard y PointState no quisieron hacer comentarios.
Los inversionistas extranjeros han tenido una relación tensa con Argentina, por decir lo menos. En 2001, el país decidió dejar de pagar a acreedores que sumaban una deuda de US$80.000 millones. En 2012, Elliott persuadió a un tribunal de Ghana para que detuviera el buque escuela de la Armada Argentina luego de que el gobierno ignoró reclamos por una deuda de US$2.500 millones. Otros acreedores han intentado incautar el avión presidencial argentino.
En julio del año pasado y en medio de una larga batalla judicial con acreedores, Argentina entró en cesación de pagos por segunda vez en 13 años. En los últimos años, el gobierno se ha también apoderado de activos importantes de propiedad de extranjeros en el país.
Los fondos de cobertura dicen que se están volviendo a entusiasmar con el país en gran parte porque Cristina Fernández de Kirchner, quien ha adoptado políticas que según algunos socavan el crecimiento, dejará la presidencia en diciembre. La Constitución le impide presentarse en las elecciones de octubre para un tercer mandato.
Los inversionistas asumen que todos los candidatos con posibilidades de sucederla tendrán un enfoque más favorable al mercado para manejar la economía. Argentina tiene una población estimada de 41 millones de personas y es rica en recursos naturales, incluyendo grandes activos agrícolas y energéticos, pero el gobierno dice que la economía creció sólo 0,5% en 2014. Los economistas privados consideran que incluso ese porcentaje es demasiado optimista, y estiman que el Producto Interno Bruto registró una caída. "Argentina ha estado en una mala situación, pero con algunos cambios puede mejorar mucho", dice David Tawil, presidente del fondo de cobertura Maglan Capital LP, que gestiona US$80 millones y posee 14% de Madalena Energy, una pequeña energética argentina que cotiza en el extranjero. "Las posibilidades son enormes".
El rendimiento de algunas inversiones locales es menos impresionante cuando se considera en dólares en lugar de pesos, pero algunas empresas argentinas que cotizan en el exterior también han registrado avances.
Algunos dicen que es demasiado temprano para hacer apuestas serias sobre Argentina, señalando que la desaceleración de la economía puede ser difícil de revertir. Los escépticos también dicen que el sucesor de Kirchner podría no adoptar políticas radicalmente distintas a las de ésta y que los representantes de su partido en el Congreso podrían limitar el margen de acción del nuevo presidente.
Además, Kirchner podría postularse para un cargo como diputada, y algunos observadores especulan que más adelante podría presentarse de nuevo a la presidencia. De todos modos, el fondo de Singer se mantiene escéptico acerca de inversiones argentinas, dicen ejecutivos.
"Estas siguen siendo inversiones muy volátiles y riesgosas", afirma Arturo C. Porzecanski, profesor de economía internacional en la Escuela de Servicio Internacional de la American University. El experto indica que los argentinos siguen respaldando los subsidios y la profunda intervención del gobierno en la economía, por lo cual se resisten a un cambio drástico de las políticas de Kirchner.
Soros Fund Management LLC, de George Soros, un importante accionista de YPF SA desde 2011, vendió más de dos millones de accionesde la energética estatal en el segundo semestre del año pasado, según documentos bursátiles. No obstan-te, con 11,6 millones de acciones al cierre del primer trimestre, sigue siendo el tercer mayor accionista de YPF. Otros fondos de cobertura, incluidos Mason Capital Management LLC, Knighthead Capital Management LLC y Discovery Capital Management, poseen también grandes participaciones.
Los inversionistas optimistas respecto de Argentina dicen que la posibilidad de que Kirchner vuelva al poder presionará a su sucesor a impulsar el crecimiento antes de que ella tenga la oportunidad de planificar su retorno, lo cual ayudaría a las inversiones argentinas. Esperan que el nuevo gobierno elimine algunos impuestos y reduzca las limitaciones a la importación y exportación de diversos artículos, fomentando el regreso del capital extranjero.
Thompson, de Bienville Capital, dice que se está preparando para un aumento de la volatilidad antes de las elecciones, pero prevé aumentar su posición en Argentina en caso de que haya una ola de ventas, convencido de que habrá cambios gane quien gane.
Ahora, dice, empieza un período más complicado "porque la temporada política se está recalentando" y los inversionistas están tratando de adivinar cuál será la política económica del nuevo gobierno..

viernes, 29 de mayo de 2015

CRISTINA (2013) QUEDÓ ATADA A LA POLÍTICA DE SCIOLI

Diario "La Nación". Buenos Aires, 21 de setiembre de 2013.

ARGENTINA.2013 Cancillería: el funcionario acusado de racista fue protegido por su pareja

Escándalo

Cancillería: el funcionario acusado de racista fue protegido por su pareja


Una alta funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores encubrió las denuncias por racismo , acoso laboral, persecución política y otros presuntos delitos e irregularidades que acumuló su pareja, también funcionario de la Cancillería, desde noviembre pasado, sin permitir que avanzaran los expedientes que se abrieron y cuyas copias obtuvo LA NACION.
El encubrimiento lo lideró la secretaria de Coordinación y Cooperación Internacional, Paula Verónica Ferraris, que de ese modo protegió a Héctor Hugo Merlo mientras éste avanzaba sobre distintas áreas del ministerio sobre las que carecía de competencia, como las direcciones de Seguridad e Infraestructura.
Desplazado Merlo sólo horas después de que LA NACION revelara días atrás sus presuntas conductas delictivas, su encubrimiento continúa vigente. El sumario que ordenó iniciar el canciller Héctor Timerman quedó dentro del área que lidera la propia Ferraris, responsable máxima de controlar el presupuesto de la Cancillería y, tanto o más importante para los diplomáticos, de la junta examinadora para sus ascensos.
LA NACION llamó a la Cancillería desde el martes pasado para consultarle a Timerman sobre Merlo, Ferraris y los avances del sumario anunciado, pero no obtuvo respuesta mientras trascendía el supuesto ofrecimiento de renuncia por parte de Ferraris, sin que prosperara.
Video: El video que capta al ex director Hugo Merlo en una situación sospechosa
 
La protección, sin embargo, excede a Merlo, según cuatro diplomáticos, empleados y distintos documentos oficiales de la Cancillería. También beneficia a por lo menos otros dos miembros del entorno de Ferraris.
Uno de ellos es Héctor Bogado, quien mintió al declarar que había cursado el bachillerato en una escuela de Lanús que, en realidad, jamás pisó. Pero lejos de ordenar una sanción y radicar una denuncia penal desde que se le informó, en noviembre, Ferraris lo reacomodó a su lado. Desde entonces, Bogado trabaja como el cafetero de Ferraris, con un salario de bolsillo de $ 8600 por mes, según consta en la liquidación de su sueldo, a la que accedió LA NACION.
Junto a Merlo y Bogado, el tercer funcionario al que Ferraris protege es el director general de Infraestructura de la Cancillería, Ángel Cammilleri, también bajo su órbita funcional. Ferraris y Cammilleri coincidieron en Esteban Echeverría, donde la primera se desempeñó como secretaria de Hacienda hasta 2009, y el segundo, como secretario de Obras Públicas hasta su renuncia, en julio de 2012.
Cuatro meses después, el 12 de noviembre pasado, Merlo, Bogado y Cammilleri ingresaron a la Dirección de Seguridad (DirSeg) de la Cancillería y, sin tener facultades sobre esa área, ordenaron retirar bolsas de documentación sensible -parte ya triturada en pequeñas tiras-, la propia trituradora y otros materiales.
Su ingreso en la DirSeg quedó registrado por una cámara de video instalada en esa área, cuya copia también obtuvo LA NACION. Expone cuando Merlo olvidó su cuaderno personal, que terminó por costarle su renuncia, dos semanas atrás.
Cuatro días después, los responsables de la DirSeg presentaron una denuncia por el "registro y apoderamiento indebido" del material sensible y la "intimidación, simulando autoridad y/o representación o de una falsa orden", lo que generó la apertura del expediente MRE:0050300/2012.
Las denuncias contra Merlo comenzaron a apilarse. En una nota dirigida a Ferraris, los delegados de ATE rechazaron "la «incentivación» de la delación entre compañeros" que promovía su pareja, al igual que sus "expresiones violentas, discriminatorias y hasta xenófobas", y el "abuso de poder y maltrato laboral".
Los trabajadores de mantenimiento le enviaron a Ferraris su propia nota, fechada el 15 de noviembre, mientras que la agrupación Cancillería Libre lanzó la primera volanteada. Su primera línea fue "¿Quién es Héctor Hugo Merlo?", con críticas que alcanzaban a su pareja.
La DirSeg optó por radicar nuevas denuncias. Inició el expediente MRE:0050891/2012 para alertar a las autoridades del ministerio que habían detectado que Bogado había mentido al declarar que había egresado de la Escuela de Educación Media N° 8 de Lanús. Y el MRE:0139912/2012 para informarles "el daño a la propiedad e ingreso debido" de Merlo y otros tres colaboradores en el depósito y archivo de "material clasificado e informes de antecedentes personales".

"Últimas consecuencias"

Pese a ésos y otros expedientes y reclamos gremiales, sin embargo, Merlo continuó dentro de la Cancillería. Al punto que, semanas atrás, los delegados de ATE mantuvieron una reunión formal con Ferraris.
Ausente Timerman, su jefe de Gabinete, Carlos Poffo, participó en ese encuentro. Se mantuvo callado y tomó nota de los reclamos, mientras que Ferrari reiteró su apoyo a Merlo y Bogado y, según el gremio, les retrucó que se regía por su "propia ley".
La presencia de Poffo en ese encuentro, sin embargo, abre dudas sobre la versión que brindó Timerman horas después de que LA NACION revelara el avance de Merlo sobre distintas áreas de la Cancillería. Por radio, Timerman dijo que se enteró de lo que ocurría no por Poffo ni los gremios, sino "por los medios"; que lo supo "el domingo a las 8", y que "en menos de dos horas" resolvió la salida del funcionario racista.
Timerman también afirmó, por radio, que se investigaría "hasta las últimas consecuencias". Declaró que lo ocurrido debía ser una "lección" que afirmó que pretende que "no se repita". Ferraris quedó a cargo..

ARGENTINA. CHEVRON-YPF, el resultado de la crisis energética que se buscó tapar


CRISTINA. Diccionarios para entender la política en la década kirchnerista


Diccionarios para entender la política en la década kirchnerista

LAS OBRAS DE ELIASCHEV Y MENDELEVICH Dos libros escritos por periodistas bucean en términos políticos y sociales de la era K.

  • Alberto Amato

Dos libros flamantes, todavía con olor a tinta, se han echado a la espalda la responsabilidad, levemente tremenda y extraña por partida triple, de definir, encarrilar, precisar, fijar al estilo de la Real Academia Española, una serie de términos políticos y sociales que abundan, flotan dispersos o se han hecho carne en el lenguaje cotidiano.
Los dos libros, sinónimos en su intención, antónimos en su estilo, son fruto de una década, ganada o perdida según quién la mire, que representa un lapso enorme para un país como la Argentina en el que sufrimos “el despiadado impacto de la fugacidad”, como afirma uno de los autores en la presentación de su obra.
Por total casualidad o por destino ineludible, los dos libros adoptaron la forma de un diccionario de palabras o de expresiones que intentan definir una época y un país. Que dos obras literarias y periodísticas, periodistas son sus autores, intenten echar luz sobre una época y un país, hablan de una época y de un país inexplicables: mérito del kirchnerismo, involuntario si se quiere, pero al César lo que es del César.
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De todo esto, y de bastante más, tratan Esto que pasa, de José Pepe Eliaschev (Sudamericana) y El relato K en 200 expresiones, de Pablo Mendelevich (Ediciones B). Y, de nuevo, son dos periodistas, profesión vapuleada si las hubo en los últimos diez años, quienes develan la cara oculta de un “relato” (ya empezamos con las palabras a definir) que lo colonizó todo, hasta el idioma. Mendelevich lo adjudica al “cristinismo”, Eliaschev a un país enfermo por la corrupción, por la ratería política, por un menefreguismo constante en las normas y las leyes.
Esto que pasa no puede eludir, ni tendría por qué hacerlo, cierto tono épico y un mirada extendida y constante hacia la gran tragedia argentina de los años 70 de la que Eliaschev, de algún modo, formó parte.
El relato K exhibe con cierto orgullo un tonito zumbón, irónico y corrosivo que a Mendelevich se le da muy bien. El resultado es apasionante: dos libros divertidos, inquietantes, trágicos a su manera por lo que encierran entre líneas, que revelan con agudeza y lucidez la flora y fauna, los rugidos y maullidos, los lamentos, mentiras, decepciones y falsificaciones de los protagonistas de una era, en la que ya alborea su ocaso, que será discutida, estudiada, defendida y vapuleada, pero que jamás llegará a ser apasionante.
Coincidencias. Eliaschev alude al “camporismo” y a “camporizar” para explicar primero el fenómeno de 1973, y luego “la noción del vaciamiento del peronismo y su desplazamiento por ideas y –sobre todo– funcionarios que provienen de otras lógicas y aspiran a metas diversas”.
Mendelevich refiere en su acápite “La Cámpora”: “Organización de la juventud kirchnerista, así llamada en homenaje al presidente conservador ‘cooptado’ por Montoneros”. También remite al único sobreviviente político de esa época (no es el único), Esteban Righi, ministro del interior en 1973 y Procurador General durante el kirchnerismo, hasta que su accionar se le hizo intolerable a la defensa del vicepresidente Amado Boudou, investigado por corrupción.
Los dos libros hacen referencia también al “Periodismo”. Eliaschev se pregunta si el periodismo profesional colapsó. Mendelevich define a la profesión, según los ojos del kirchnerismo, como “intermediación innecesaria” y recuerda la preferencia del ex presidente Kirchner por los fotógrafos “porque no hacen preguntas”.
También coinciden en hablar de “Progresismo” y “Progresistas”: “izquierdismo desteñido”, según el dardo de Mendelevich, algo “profundamente desconcertante e indigerible es esa vapuleada franquicia política que en la Argentina se llama progresismo o, más convencionalmente, centro izquierda” para Eliaschev.
A esas definiciones punzantes, los autores le agregan un análisis histórico, social, político en muchos casos indispensable para la comprensión del término y del entorno que le dio vida, o para certificar el grado de tergiversación, deformación o falsificación que les adjudicó a cada uno el kirchnerismo. Por ejemplo, Mendelevich define la marca Louis Vuitton como “Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Quien quiera oír, que oiga.
Por cierto, con una presidente tan autorreferencial, son estilos, no podía faltar el vocablo “Yo”. Es el preferido por Cristina Fernández según Mendelevich, que se tomó el trabajo de citar un estudio de catorce discursos presidenciales que detectó el pronombre personal repetido 176 veces, más que Argentina (110). Eliaschev también contó 9.074 palabras de discursos presidenciales para descubrir “Yo” reiterada cuarenta y dos veces, una vez cada doscientas dieciséis palabras: “una fenomenal estima por sí misma”, fruto de “una retórica narcisista”.
Basta de coincidencias, porque la riqueza de los dos libros está en la variedad. Por Esto que pasa desfilan las definiciones de “destituyentes, cosita, dolarizados, historia, fuego, garcas, helicóptero, indigencia, propaganda, tempestades, stalinismo, suicidios, eterfascismo”, entre otras riquezas del lenguaje.
Por El relato K pasan “Avanti morocha, cadena del desánimo, Clarín miente, criminalizar la protesta, Nac&Pop, Nunca menos, oligarquía, rulos, seis, siete, ocho, todas y todos” y otras expresiones que ya son características, inconfundibles y significativas. Hay que estudiarlas antes de que pasen al olvido.
A no engañarse, Eliaschev y Mendelevich han trazado adrede el retrato inclemente de un gobierno y de un estilo de entender la política. Pero también han dejado sentados los grandes trazos, a pura carbonilla, de una sociedad autocomplaciente a la que le encanta desempeñar el papel de víctima.
Que nadie diga después que no estaba avisado.

ARGENTINA. LA CENTRAL ATÓMICA QUE TIENE EN VILO A CÓRDOBA

Diario "Clarín". Buenos Aires, 1 de setiembre de 2013.

jueves, 28 de mayo de 2015

BRASIL - ARGENTINA 2013 Espionaje: Brasil busca cooperación argentina




Defensa común

Espionaje: Brasil busca cooperación argentina

"La defensa cibernética es quizás el área más importante para la Defensa en el siglo XXI. Será cada vez más difícil usar armas convencionales y las armas cibernéticas pueden ser armas de destrucción masiva y hay que estar preparados para defendernos de esto", expresó Amorim poco antes de reunirse con la presidenta Cristina Kirchner en la residencia de Olivos.
La preocupación de Brasil por este tema tiene su justificativo ya que la administración de Dilma Rousseff habría sufrido espionaje cibernético por parte de los Estados Unidos. De hecho, el gobierno brasileño ya creó un Centro de Defensa Cibernética al que algunos militares argentinos concurrieron hace unos meses para adiestrarse. Por todo esto, Amorim está convencido de la necesidad de generar con la Argentina una fuerte cooperación para evitar el espionaje externo.
Nadie sabe aún cómo será la tarea de cooperación que encarará Brasil con la Argentina para enfrentar juntos esta lucha cibernética. Amorim sólo está seguro de una cosa: "Hay que actuar rápido. Los primeros pasos deben ser rápidos, ya que el mundo está cambiando rápidamente", dijo a la prensa antes de ir a Olivos.
El ministro de Defensa de Brasil llegó acompañado por el director del Centro para la Defensa Cibernética del Ejército, general José Carlos dos Santos. "El riesgo no es sólo el espionaje, el sabotaje también. La guerra cibernética es la guerra del futuro", dijo Amorim, quien cree que "un ataque cibernético puede ser similar al impacto de un armamento poderoso". Amorim se reunirá hoy con su par argentino, Agustín Rossi.
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Las relaciones regionales / Una alianza estratégica

El canciller de Brasil pidió soluciones

Figueiredo se reunió con la Presidenta argentina; analizaron la relación comercial y el espionaje
"Que haya roces en una relación es natural. Ocurre en todas las parejas. Lo importantes es tratar de resolver los problemas y no ocultarlos". La frase la pronunció ayer el canciller de Brasil, Luiz Figueiredo, en su primera visita a la Argentina y sintetizó el espíritu de su viaje: acercar posiciones de la administración de Dilma Rousseff con el Gobierno y superar los problemas existentes.
Durante los encuentros que mantuvo con Cristina Kirchner, con el canciller Héctor Timerman y con el ministro de Planificación, Julio De Vido, Figueiredo pidió a la Argentina "atender" y "resolver" los obstáculos al comercio bilateral que tienen el poder de "contaminar" una amplia y provechosa relación mutua. También mencionó la necesidad de trabajar entre los dos países para evitar el espionaje internacional como el que sufrió Brasil de parte de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.
El canciller de Brasil trató de evitar un tono confrontativo con el Gobierno, sobre todo porque se trató de su primera visita a la Argentina, ya que asumió hace 15 días. Pero con tono diplomático Figueiredo planteó su firme intención por lograr soluciones a las trabas al comercio que impone Buenos Aires.
Si bien el flujo comercial entre ambos países creció significativamente en los últimos años y en 2012 fue de 34.000 millones de dólares, los empresarios de San Pablo se quejan por las trabas a la importación que fija el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y objetan que la Argentina exija a los que ingresan bienes un permiso llamado Declaración Jurada Anticipada de Importación, que demora sustancialmente el proceso comercial.
Fuentes diplomáticas de Brasil y de la Argentina coincidieron ante LA NACION en que Figueiredo también planteó la necesidad de acelerar el proceso de una negociación entre el Mercosur y la Unión Europea por un acuerdo de libre comercio.
Ambos bloques regionales deberán presentar nuevas ofertas hacia fines de año y se espera que haya una señal de entendimiento. En este sentido, Figueiredo planteó que las ofertas "deben ser un compromiso" para poder cumplir un acuerdo con la Unión Europea y no un mero formalismo. En Brasil creen que se hace "imprescindible" arribar a un acuerdo UE-Mercosur en lo inmediato porque Estados Unidos avanza aceleradamente en un entendimiento similar con la UE para el año que viene.
Se analizó, a la vez, la posición de Paraguay en el Mercosur, que si bien reingresó al bloque luego de la suspensión que sufrió tras la destitución del ex presidente Fernando Lugo, ahora deberá avalar desde su Parlamento la incorporación de Venezuela al bloque.
En la reunión que Figueiredo mantuvo con Cristina Kirchner también se acordó realizar acciones conjuntas para enfrentar el espionaje de Estados Unidos en la región.
"Se planteó la necesidad de coordinar posiciones y realizar acciones conjuntas frente a las actividades de espionaje de los Estados Unidos en la región", indicó la Cancillería en un comunicado. Para ello, se buscará el desarrollo de herramientas de ciberdefensa que protejan las comunicaciones y el almacenamiento de información estratégica. Seguramente es un tema que Brasil y la Argentina llevarán a la Asamblea General de la ONU la próxima semana.

Causa judicial contra Todesca

Tras denunciar a Moreno, lo investigarán por "fraude económico"
Luego de haber denunciado al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por "abuso de autoridad", el economista Jorge Todesca será investigado por la Justicia: un fiscal impulsó una causa en su contra por presunto "fraude económico" en las mediciones del índice de inflación.
A raíz de esas mediciones, Moreno sancionó a la consultora de Todesca, Finsoport, y a otras once entidades de medición con multas de $ 500.000 cada una. Las empresas apelaron la sanción ante la Justicia y Todesca, además, denunció a Moreno por "abuso de derecho". En ese expediente, Moreno fue procesado anteayer por el juez Claudio Bonadio.
En forma paralela, en el fuero penal económico, se inició la causa por "fraude económico" contra Finsoport y otras consultoras. En esa causa, el fiscal Emilio Guerberoff pidió ayer iniciar una investigación y solicitó al juez Rafael Caputo medias de prueba.
En cuanto a la causa a cargo de Bonadio, Moreno apeló ayer su procesamiento, que fue calificado de "llamativo" por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Según la apelación, el procesamiento es "arbitrario". Moreno argumentó que en 2012 el juez Julián Ercolini ya había desestimado una denuncia similar contra el funcionario presentada por consultoras privadas..
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Acuerdo

La Argentina pacta con Brasil un plan de lucha contra el espionaje


Acechados por el fantasma y las denuncias de espionaje internacional liderado por los Estados Unidos en la región, la Argentina avanzará entre hoy y mañana en la instrumentación de un acuerdo con Brasil para establecer un escudo de defensa cibernética. No sólo esto: también apoyará en las Naciones Unidas una cláusula innovadora que promueve Brasil para encuadrar como una violación de los derechos humanos los casos de incursión en la intimidad de las personas por medio de las nuevas tecnologías.
El acuerdo sobre seguridad cibernética fue impulsado por las presidentas Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, pero empezó a tomar forma ayer cuando arribó a Brasilia una delegación del Ministerio de Defensa y de la Cancillería de la Argentina que hoy será completada con la visita del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
"Hay una firme intención de poner como tope de la agenda bilateral de la Argentina y Brasil el problema de los ataques cibernéticos de Estados Unidos", comentó ayer a LA NACION un destacado diplomático de Itamaraty.
En la práctica, este acuerdo prevé tareas de capacitación de los efectivos militares y de referentes de inteligencia brasileños a la delegación de la Argentina. La intención de máxima de ambos países es conformar una suerte de oficina de defensa cibernética común. En Brasil ya están más avanzados en esta materia y de hecho buena parte de la administración federal cuenta con nuevos sistemas de encriptación de la información para tratar de impedir el espionaje externo.
El ministro de Defensa Celso Amorim se reunirá este mediodía con Rossi, y expresó días atrás que "debemos estar preparados para rechazar cualquier intento de alcanzar un blanco, de cualquier parte que venga. Y en eso entra la necesidad de tener capacidad de disuasión".
Amorim recibirá a Rossi en Brasilia y luego ambos funcionarios se reunirán con las delegaciones que están trabajando en la capacitación de defensa cibernética y participarán de un plenario de cierre de jornada.
La ambición de Brasil es desarrollar estos acuerdos en el Consejo Sudamericano de Defensa de la Unasur. En todos los casos, Brasil apunta a proteger hacia el futuro los recursos naturales de la región. En los informes públicos que hace el Ministerio de Defensa brasileño deja en claro, al igual que Itamaraty, que la puja internacional de los próximos años estará dada por la defensa de los espacios naturales, como la Amazonia o el Atlántico, centros de recursos naturales de energías no renovables.
Por otra parte, la intención del gobierno de Rousseff es presentar junto con Alemania y el apoyo estratégico de otros países europeos y latinoamericanos, incluida la Argentina, una planteo innovador en el próximo debate de la Asamblea General de la ONU que imponga la moderna cláusula de violación de la intimidad de los ciudadanos como una violación directa de los derechos humanos.
Según comentaron diplomáticos de Brasil, la presidenta Rousseff cree que Estados Unidos hará una fuerte presión para impedir esta cláusula. No por casualidad, en la última reunión del Mercosur en Montevideo Rousseff insistió en cosechar un apoyo del bloque regional contra el espionaje. A la vez, Brasil está convocando para marzo próximo a una conferencia mundial sobre comunicación en Río de Janeiro con el objetivo de sumar socios en su lucha contra el espionaje mundial.
Las denuncias del espía norteamericano Edward Snowden, quien reveló que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos había espiado a Rousseff y otros funcionarios brasileños desataron una dura puja de Brasilia con Washington.

Planteo en la embajada

En la Argentina no hubo denuncias de espionaje contra Washington, pero fuentes calificadas de la Casa Rosada confirmaron a LA NACION que funcionarios de la Cancillería trasladaron a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires su "fuerte preocupación" por el escándalo de escuchas que afectó a países de la región.
No fue una queja formal ni un reclamo. Sólo una preocupación que quiso dejar planteada el Gobierno.
Ante una consulta de LA NACION, fuentes diplomáticas norteamericanas expresaron que "Estados Unidos considera seriamente las preocupaciones de sus aliados y socios". Si bien adelantaron que la embajada no realizará declaraciones públicas sobre presuntas actividades de inteligencia, añadieron: "Ya hemos manifestado claramente que la clase de actividades de inteligencia que Estados Unidos lleva a cabo en el extranjero no difiere de la realizada por el resto de las naciones".
A su vez, los diplomáticos norteamericanos coincidieron en que, "como mencionó el presidente Obama, Estados Unidos está reviendo la manera en que se realizan las actividades de inteligencia, de modo de equilibrar adecuadamente las cuestiones legítimas de seguridad de nuestros ciudadanos y aliados con las cuestiones de privacidad que todos compartimos como individuos".
Sobre las preocupaciones puntuales que planteó la Casa Rosada desde la embajada norteamericana, las fuentes consultadas destacaron que "el gobierno de los Estados Unidos responderá por la vía diplomática a nuestros socios y aliados en las Américas y el resto del mundo".
"Creemos que es importante que este tema no nos distraiga del objetivo más amplio y duradero de lograr una relación aún más productiva con nuestros socios", explicaron finalmente los diplomáticos de Washington..
 

URUGUAY - ARGENTINA. 2013. Cristina y Mujica dejaron las diferencias de lado.


Diario "La Nación". Buenos Aires, 28 de agosto de 2013

CRISTINA Y LAS ONG. (2013) LA CARTA DEL ESCÁNDALO

Diario "Clarín" Buenos Aires, 1 de setiembre de 2013.

CRISTINA Y LAS ONG 2013.¿La sociedad civil en estado de sitio? Carlos March

¿La sociedad civil en estado de sitio?


  • Carlos March*

Ahorcar a la sociedad civil es asfixiar a la democracia.
Es privarla del oxígeno de la alternancia de roles, de la diversidad de actores, de la pluralidad de ideas, de la libertad de acción. Cooptar organizaciones sociales desde la discrecionalidad de los subsidios a cambio de obediencia debida, es apretar el cuello de la democracia en su punto más débil.
A diez años de gobierno, mantener vigentes las políticas impulsadas por Domingo Cavallo en relación a la restricción de beneficios fiscales de fomento de la filantropía y a la negación de marcos legales que faciliten la tarea de las organizaciones sociales, es ponerle la soga al cuello a la sustentabilidad y formalización de la sociedad civil.
Cuando se implementa desde Cancillería un relato que aleja a la Argentina del foco de la cooperación internacional y se diseñan políticas de aislamiento internacional que hacen que los organismos multilaterales no aprueben más donaciones para el país como sucede desde hace un año y medio, se secan los presupuestos de las organizaciones sociales y se le practica un submarino seco a la democracia.
Emplear los medios de comunicación estatales para difamar a las organizaciones con informes amañados, suspender de los registros públicos a entidades sociales sometiéndolas a la asfixia financiera, utilizar a policías para infiltrar agencias de noticias para obtener información sobre los movimientos sociales y atesorar datos de dirigentes sociales en bases de información con el objetivo de que Gendarmería Nacional monte un Proyecto X para hacerles la cruz, es ahogar a la democracia con la misma espina que el relato oficial se jacta de habernos quitado.
Esta situación demuestra que no se necesita implementar el estado de sitio para sitiar a la sociedad civil.
*Secretario de la Confederación de la Sociedad CIvil

CRISTINA 2013. "El kirchnerismo no tiene el arraigo emotivo del peronismo en los sectores populares" Ezequiel Adamovsky



Entrevista

Ezequiel Adamovsky: "El kirchnerismo no tiene el arraigo emotivo del peronismo en los sectores populares"

El historiador señala el discurso ambiguo del Gobierno hacia la clase media y advierte que las políticas oficiales no generan apoyo incondicional entre los más pobres
Por   | LA NACION
Pocos países, como la Argentina, pueden mostrar a la vez una identidad de clase media a la que quieren pertenecer los de arriba y los de abajo, y un extendido discurso de desprecio hacia ella, que la critica por consumista, insensible y hasta "golpista". Quizá por eso, en la Argentina, el gobierno kirchnerista puede a la vez criticar a la clase media por "destituyente" cuando llena las calles en protesta y tratar de conquistarla con políticas progresistas.
Ese retrato de la ambigüedad argentina ayuda a construir el historiador Ezequiel Adamovsky, investigador del Conicet y autor de Historia de la clase media argentina (Planeta) y el segundo volumen de la Historia de las clases populares en la Argentina (Sudamericana), dos ambiciosos retratos políticos y sociales que en conjunto muestran muchas de las tensiones que vertebran al país y tratan de desmitificar nociones de sentido común sobre quiénes y cómo somos.
Contra varias de esas ideas extendidas de sociología rápida se expresa ahora Adamovsky en diálogo con la nacion, al discutir que la clase media en bloque sea antikirchnerista -"Una porción muy grande de esos sectores apoya al Gobierno" -, o que las clases bajas tengan una adhesión completa al kirchnerismo: "El kirchnerismo tiene allí un arraigo importante, pero desde el punto de vista emotivo o sentimental no es el arraigo que ha tenido el peronismo en otras épocas, es decir, puede dar lugar a enojo u oposición en la medida en que los resultados no se sigan viendo", afirma.
-Cuando la Presidenta dice que los saqueos de hace un mes en Bariloche, Rosario y el conurbano son una versión desmejorada de los de 1989 y 2001, ¿qué te parece mirando aquellos escenarios?
-Según la información que hay hasta ahora, y viendo la serie que se abre en 1989, se puede decir que los saqueos se convirtieron en un elemento más del repertorio de formas de lucha de los sectores populares, que se utiliza de manera más visible en 1989 y en 2001 como reacción defensiva ante no tener qué comer, pero que también ya en 2001 se usó como amenaza, como forma de presión. Los saqueos han pasado a ser una de las formas posibles de acción de los sectores populares. En ese sentido, no necesariamente una situación de hambre como en 1989 o 2001 va a disparar un saqueo, sino que también pueden ser utilizados para reclamar mejoras no tan inmediatas.
-La crisis de 2001 se señala frecuentemente como un momento de encuentro entre las demandas de sectores populares y sectores medios. ¿Qué pasó con esa vinculación después de 2001?
-Hay un discurso que acepta tanto el Gobierno como la oposición, y que no me parece que describa bien la realidad, que dice que se acabó ese horizonte de reencuentro político entre clase media y sectores populares. Creo que, políticamente hablando, todavía estamos en el escenario que abrió la rebelión de 2001. Miro esto con ojos de historiador, miro los largos plazos, y creo que 2001 va a marcar el escenario político de maneras subterráneas y menos visibles por bastante tiempo más.
-¿En qué se ve?
-La crisis política de la que fue parte 2001 en verdad todavía no se cerró. Esa crisis generó un cimbronazo que obligó a realineamientos políticos que no están claramente solidificados. No está claro, por ejemplo, si el peronismo se va a cristalizar en lo que el Gobierno aspira a que sea o si va a ser lo que otras partes del peronismo quieren que sea. Puede haber efectos inesperados de lo que fue 2001.
-Es un ciclo todavía abierto.
-Sí, y parte de ese carácter abierto es que el tipo de solidaridades políticas entre sectores medios y bajos, a pesar de que hoy parece todo lo contrario, siguen estando allí. Parece lo contrario porque hay una tendencia rápida a decir que la clase media salió con las cacerolas y la clase baja está con el Gobierno, pero ninguna de esas dos cosas son realmente así o agotan el escenario. La que salió en los cacerolazos no es "la" clase media, es en todo caso una parte de los sectores medios, pero hay otra parte que está apoyando al Gobierno y es muy numerosa. En las clases bajas el kirchnerismo tiene un arraigo importante, pero desde el punto de vista emotivo o sentimental no es el arraigo que ha tenido el peronismo en otras épocas, es decir, puede dar lugar a enojo u oposición en la medida en que los resultados no se sigan viendo. Por otro lado, desde los 90 hay un montón de fuerzas políticas que no son kirchneristas, y que tienen implantación en los sectores populares. Son muy minoritarias, pero existen. El peronismo no tiene el monopolio de la representación popular, como lo tuvo 40 años atrás.
-¿Qué tenía el peronismo que logró ese monopolio?
-Ese monopolio de la representación popular tiene que ver con la experiencia concreta del período que se abre en el 45, continuada por una especie de revancha social que implica la proscripción del peronismo durante muchos años, y como reacción a eso, una tozuda reivindicación de la herencia peronista por parte de las clases populares como modo de defensa. Ese escenario se rompe en los años 90 cuando el peronismo pasa a significar una cosa totalmente distinta. De la mano del peronismo empiezan a ingresar por primera vez las medidas que propone la elite. El peronismo sigue siendo hoy la identidad principal de las clases populares, pero cambió el sentido de lo que significa ser peronista en esos sectores.
-¿En qué cambió?
-El peronismo como identidad siempre tuvo un fuerte componente plebeyo, iconoclasta, de rebelión contra el poderoso y, al mismo tiempo, ya desde la época de Perón contenía el sentido de ser un movimiento que ayuda a los pobres. Antes de los 90, el componente de oposición al poderoso era más fuerte, y el componente asistencialista era complementario. En los 90 cambió esa relación: el componente de oposición desapareció o se hizo menos visible y lo central de la identidad peronista pasó a ser la ayuda a los pobres, sin buscar en el mundo de los ricos a los responsables de esa pobreza. Hoy desde los discursos públicos vuelve a estar planteado el antagonismo, pero habría que ver cómo se recibe en los sectores populares.
-¿Qué relación tiene el kirchnerismo con las clases populares?
-Hay intervenciones que han tratado de revertir algunos de los peores efectos de los años 90, y en algunos campos hay logros reales en ese sentido, como una mejora sustancial en la distribución del ingreso y en algunos indicadores de bienestar social. Me da la impresión de que esas mejoras han sido desigualmente aprovechadas: los trabajadores en blanco están claramente mucho mejor que los en negro, que siguen siendo muchos. Hay un horizonte más diferenciado que en los 90, con grupos que están visiblemente mejor, y otros donde me da la impresión de que no hay diferencias tan evidentes.
-Decís que toda la Argentina está atravesada por una identidad de clase media. ¿Por qué?
-Una aclaración antes: no creo que la clase media sea una clase, que exista como tal. Cuando hablo de identidad de clase media me refiero a una serie de elementos identitarios muy variados, de estatus económico, culturales, raciales, la asociación con determinada forma de concebir la Argentina. No todas las personas que se identifican como de clase media comparten la totalidad de esos elementos. Es una identidad muy expansiva: hoy todas las encuestas de autopercepción marcan que hay una porción enorme de la población que se identifica como clase media, mucho mayor que lo que un sociólogo determinaría con criterios objetivos. La Argentina está atravesada por una identidad de clase media porque muchos de los criterios de aceptabilidad, normalidad y decencia están asociados a ser de clase media y no hay en este momento otra identidad capaz de disputar esos sentidos. La identidad trabajadora, durante mucho tiempo, tuvo una fuerza que podía disputar quién es el verdaderamente normal y decente en la sociedad.
-¿En qué momento se dio eso?
-Hasta el inicio de la última dictadura había un movimiento social, político y cultural poderosísimo que situaba al trabajador como la esperanza de la nación. La dictadura destruyó ese movimiento y además se abrió un escenario internacional con la caída de la URSS, que marcó un alejamiento respecto de ese tipo de formas de ver el futuro. Ése es el momento en el que decisivamente la identidad de clase media creció a expensas del orgullo trabajador, de clase baja. Es difícil que eso se revierta, más allá de los cambios más recientes, en la medida en que las identidades de las personas ya cada vez menos pasan por el trabajo como nudo de la identidad personal.
-Se critica desde el Gobierno a la clase media por haberse pasado "a la derecha", sobre todo en la ciudad con el voto a Macri.
-Me parece que no es representativo de lo que está pasando con las personas concretas de sectores medios, en los que hay una porción muy grande que apoya al Gobierno. En el análisis del voto se ve que el kirchnerismo arrastra votos de sectores medios. Es cierto que en el escenario de polarización que se abrió, el antikirchnerismo arraiga mayormente entre grupos que no son de clase baja, pero eso no es lo mismo que decir que la clase media en bloque se derechizó o apoya a la oposición.
-De todos modos, históricamente hay una mirada peyorativa hacia la clase media.
-Ésta es una característica muy peculiar de la Argentina, que no existe con esa intensidad en otros países de la región. Es algo que viene de la década del 50, con el derrocamiento de Perón, cuando ese discurso describía algo cercano a la realidad, porque el corte de clase entre quien apoyaba y quien estaba en contra de Perón era bastante nítido. Pero fuera de ese contexto es una generalización abusiva. En la Argentina ese discurso de desprecio a la clase media tiene una potencia enorme. Dudo que exista otro país en el que un presidente que aspira a mantenerse en el cargo y eventualmente a ser reelecto pueda manifestarse públicamente en contra de la clase media. Que en la Argentina haya políticos que pueden hacer eso no indica tanto una falta de visión de los políticos como que en la clase media hay mucha gente que comparte ese discurso. Entre ese público, esas afirmaciones no hacen perder votos, sino probablemente lo contrario.
-Néstor Kirchner tuvo una actitud distinta hacia la clase media.
-Sí, en sus discursos de campaña en 2003 y en los primeros años de su presidencia tuvo una cantidad innumerable de manifestaciones positivas sobre la clase media. Eso se revirtió luego con ambivalencias. Por un lado, desde 2008 reapareció ese discurso de denigración de la clase media, a partir del conflicto con las entidades rurales, pero desde entonces convive en el Gobierno con un discurso elogioso. Es un discurso ambivalente sobre la clase media.
-Señalaste que, a pesar de esta identidad de clase media que atraviesa el país, no ha habido partidos políticos o sindicatos que se hayan presentado públicamente como representantes de la clase media. ¿Por qué?
-No tiene por qué ser así, para empezar. En la Argentina eso no sucedió por dos razones. Desde comienzos del siglo XX hay una identidad política popular muy poderosa, según la cual lo políticamente progresivo y democrático pasa por estar en asociación con lo popular, entendido como lo de condición social baja, con lo cual cualquier indicación pública de que uno está con otro grupo social corre el riesgo de ser leída como que uno no está con la clase baja, y eso hace perder votos en la Argentina. Otro motivo es la sospecha de que, como la clase media está asociada al antiperonismo desde los 50, invocarla públicamente ofende inmediatamente a los votantes peronistas. Por eso los que más cómodos estuvieron con convocar públicamente a la clase media y ocuparse de ella han sido peronistas, porque son los únicos que no necesitan demostrar su cercanía con los sectores populares.
-¿Qué pensás del uso del pasado que hace el kirchnerismo?
- No hay país donde no se utilice el pasado con fines políticos; no hay nada malo en eso, es parte de la construcción de la memoria colectiva. Pero el kirchnerismo reflotó un debate en los términos en que se planteaba hace cuarenta años. Sin dudas el liberalismo sigue ocupando un lugar dominante en la academia, pero hoy también hay otras miradas que el revisionismo oficial ignora. Por otra parte, el recorte binario que el viejo revisionismo proponía formaba parte de visiones políticas antiimperialistas, incluso socialistas. El uso actual parece más bien instrumental. Los antagonismos que el revisionismo invita a imaginar en el pasado no tienen correlato en combates igualmente profundos en el presente..

CRISTINA 2013. El Gobierno acosa y hostiga a las ONG no oficialistas

El Gobierno acosa y hostiga a las ONG no oficialistas

Diario "Clarín" Buenos Aires, 1 de setiembre de 2013.

Usa espionaje, burocracia o traba su financiamiento. Y busca reemplazarlas.

“La crisis económica ya terminó, gracias por lo que hicieron en estos años.
Ahora el Estado se va a ocupar de todo, no necesitamos más el aporte de ustedes”. Sin rodeos, el alto funcionario de la Cancillería despidió a sus azorados interlocutores en una de las varias reuniones que en los últimos dos años se fueron celebrando en distintas dependencias del Gobierno con representantes de organizaciones de la sociedad civil. No era más que la confirmación personal de una hostilidad que habían comenzado a sentir con claridad desde 2007, y que aún las sigue atenazando.
Durante dos meses, Clarín recopiló testimonios y pruebas de este acoso oficial, que a través de medidas expresas y otras difusas interfiere en la tarea de miles de organizaciones no gubernamentales tan disímiles como, por ejemplo, las fundaciones filantrópicas de las grandes empresas, las asociaciones civiles que controlan la transparencia gubernamental y la calidad democrática o las que velan por los intereses de los consumidores, los distintos grupos religiosos que realizan tareas específicas o los comedores populares y entidades de bien público que trabajan en los barrios humildes.
Multiplicación de papeles, permisos y licencias para funcionar, trabas legales o burocráticas para poder recibir donaciones o financiamiento internacional, retiro de la membresía en padrones oficiales en los que es clave figurar para trabajar bajo la ley, eliminación de foros y espacios de intercambio entre funcionarios y organizaciones civiles, sanción de leyes y reglamentos que restringen la información necesaria para desempeñarse, campañas de desprestigio emitidas por los medios de comunicación oficiales y hasta acciones de espionaje e infiltración son algunas de las piedras que entorpecen la marcha de estas organizaciones.
Empecemos por el principio: el estatus legal. Aunque diversos estudios estiman que en Argentina funcionan entre 80.000 y 120.000 ONG, ante un pedido de acceso a la información pública presentado por la Confederación de la Sociedad Civil la AFIP admitió tener en regla 7.637, y en la Inspección General de Justicia –donde se registran las fundaciones y las asociaciones civiles– hay sólo unas 10.000 con personería vigente.
AFIP concluyó en 2008 un reempadronamiento de las organizaciones sin fines de lucro que están exentas del impuesto a las ganancias, tras el cual cayó la cantidad de asociaciones civiles de 20.264 a 3.722.
Las fundaciones que gozan del beneficio son 3.915.
En la IGJ –que inscribe a las que funcionan en la ciudad de Buenos Aires– las asociaciones civiles registradas son 18.363, mientras que apenas 7.230 tienen personería jurídica vigente. También hay 6.243 fundaciones registradas, pero apenas 2.726 mantienen al día su personería. ¿Total?
Sólo 9.956 entidades tienen los papeles en regla para operar en el país: una de cada diez.
Aunque cada provincia tiene su organismo responsable de otorgar la personería jurídica, el registro porteño es el más representativo.
El altísimo nivel de informalidad –que por ejemplo reduce la posibilidad de recibir donaciones claves para la supervivencia– responde a una estructura legal inadecuada (ver página 42), pero también a una creciente maraña burocrática que multiplica los papeles necesarios para operar, o cambia las condiciones súbitamente. “Hay acciones combinadas que van restringiendo las capacidades de impacto y acción de las organizaciones de la sociedad civil”, dice el secretario de la Confederación, Carlos March. “Algunas fueron activadas por este gobierno, otras eran anteriores y no las cambiaron.” En palabras del titular de otra importante organización que tiene relación con muchas ONG locales y otras del exterior –y que contó su experiencia a cambio de mantener su nombre bajo reserva–, “se modificaron leyes que restringen las donaciones, y que dejaron a las organizaciones en un estado de fragilidad. No son medidas ilegales, pero están al límite de la ilegalidad.” Su diagnóstico con respecto al trato que el Gobierno dispensa al sector es sombrío: “hay un claro retroceso en el llamado ‘espacio de gestación de la sociedad civil’ ”.
El financiamiento es la llave maestra para asfixiar a las ONG menos robustas, o las que por su agenda son más dependientes de los fondos que reciben desde el exterior. Sin un criterio claro –ni mucho menos un soporte legal ecuánime–, la distribución y renovación de los subsidios estatales es casi totalmente discrecional, y una decena de fuentes consultadas por este diario coincidió en que funciona como látigo para condicionar la independencia de las organizaciones, o para seducir a las más proclives a sumarse al elenco oficial. Aunque los consultados enumeran varios ejemplos, el más famoso y contundente es el de las Madres de Plaza de Mayo, que entre otros subsidios y apoyos terminaron manipulando –con una pericia que está bajo la lupa de la justicia– cientos de millones de pesos a través del programa Sueños Compartidos.
El club de las organizaciones amigas se nutre de los autoproclamados “movimientos sociales”, como el Evita, Miles –creación de Luis D’Elía– o la jujeña Tupac Amaru de Milagro Sala, que nada tienen que ver con las ONG.
La afinidad ideológica también acercó al gobierno –casi sin objeciones– al prestigioso Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una voz poderosa a nivel internacional entre los defensores de los derechos humanos. En varias reuniones con organizaciones del exterior interesadas en evaluar el funcionamiento institucional argentino – Clarín reconstruyó dos, una de las cuales fue convocada por representantes de la Unión Europea– la voz del CELS fue a contramano de la opinión de otras asociaciones con las que muchas veces había compartido acciones y campañas, como Poder Ciudadano, la Asociación por los Derechos Civiles, la Asociación por la Igualdad y la Justicia y el CIPPEC.
Estas cuatro organizaciones, que desde hace años trabajan por la calidad democrática, fueron acusadas desde el Estado de ser “destituyentes”, en un spot televisivo difundido por el noticiero de canal 7 (ver página 42). La misma técnica empleó hace pocos días Radio Nacional para ensuciar con información falsa al Foro de Periodismo Argentino (Fopea).
Volvamos al financiamiento. El 24 de agosto del año pasado, sin advertencia previa e inmediatamente después de haber difundido a través de Clarín un relevamiento de precios que reflejaba varios aumentos, la asociación Consumidores Libres, que dirige el ex diputado socialista Héctor Polino, fue suspendida del registro de asociaciones de consumidores que a través de la subsecretaría de Defensa del Consumidor, depende de la Secretaría de Comercio comandada por Guillermo Moreno. Esa suspensión, a su vez, lo inhabilita para recibir subsidios oficiales. “Hasta el día de hoy no resolvieron más nada. O la suspensión pasa a ser definitiva o se levanta. Pero desde entonces no pasó nada”, dice Polino a Clarín. “Esa suspensión nos dejó sin el subsidio, que durante 2011 había sumado 69.690 pesos y que para nosotros tiene un alto impacto, porque no cobramos ni un peso a los consumidores por nuestro asesoramiento. Si esto no se resuelve, en cuatro o cinco meses deberemos cerrar”.
La medida contra Consumidores Libres, que cayó como un rayo en el mundo de las ONG, se repitió hace menos de dos meses contra la Unión de Consumidores de Argentina que dirige Fernando Blanco Muiño –después de ser interrogado por el origen de los fondos con que pagó una solicitada publicada en Clarín contra el cepo publicitario de los supermercados– y hace sólo dos días contra Adecua, la asociación de consumidores que conduce Sandra González.
La horca presupuestaria aprieta especialmente a los destinatarios de la cooperación internacional, es decir de los fondos que gobiernos, fundaciones y organizaciones extranjeros u organismos multilaterales vuelcan en los proyectos de las organizaciones civiles argentinas que los consiguen. La primera valla es general: como para otras actividades, el cepo cambiario y las trabas al flujo de dólares entorpecen la llegada de este dinero. El acoso se acentúa con los “seguimientos especiales” de la AFIP o la Unidad de Investigación Financiera sobre esos fondos. Pero si esto no fuera suficiente, la presión puede ser más directa. Hace cuatro años, la Cancillería envió una carta reservada a las embajadas de los países más activos en la cooperación internacional, para pedirles información sobre los destinatarios de ese dinero, y una futura participación en la selección de los afortunados (ver facsímil). Aún bajo la sordina que impone la diplomacia, el escándalo congeló la iniciativa.
Otro mecanismo de desaliento a la cooperación internacional es el discurso oficial sobre el éxito del modelo económico argentino y la posición del país más como donante que como potencial receptor de fondos. “Como el nuestro es un país de renta media, las organizaciones que se dedican a temas descuidados por el Estado o que se ocupan de controlar la acción estatal deben desarrollar una política proactiva de posicionamiento del país para conseguir donaciones”, advierte Carlos March.
El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es otra fuente de recursos para las ONG. Pero para que sus proyectos puedan aspirar a ese dinero, es necesario que el gobierno argentino emita una carta de “no objeción” a la transferencia. Esa carta se tramita en una Secretaría de la Cancillería, pero también en otra dependencia del Ministerio de Economía. Y entre malentendidos, omisiones y superposiciones, no siempre llega.
Clarín recogió testimonios sobre interferencias directas del gobierno al acceso de al menos dos organizaciones al FOMIN, pero fuentes del BID niegan problemas: “en este momento hay 30 proyectos en curso, por un total de 41,5 millones de dólares.” Sin embargo, y en coincidencia con las denuncias que recibió este diario, la página web del FOMIN no registra desembolsos aprobados a la Argentina desde el 4 de noviembre de 2011. La Cancillería no respondió las preguntas de Clarín.
Para reducir esta dependencia de los fondos oficiales o internacionales, organizaciones como la Asociación de Ejecutivos en Desarrollo de Recursos para Organizaciones Sociales (AEDROS) entrenan a las ONG para diversificar sus fuentes de ingresos, y apuestan al despertar de los donantes individuales.
“Hay muchas organizaciones en Argentina que ya cuentan con miles de donantes que realizan un aporte (muchas veces pequeño) todos los meses con su tarjeta de crédito. Sin embargo, esta forma de participación es todavía baja. Desde AEDROS queremos aportar a este cambio cultural, para ayudar a la sustentabilidad de las organizaciones, pero sobre todo porque un aumento en este sentido reflejaría un crecimiento de la conciencia e interés en la sociedad por el bien común”, dice la directora ejecutiva de la asociación, Mariel Becker.
En Argentina circulan unos doce millones de tarjetas de crédito, pero apenas medio millón de donantes regulares. Según un estudio de Poliarquía difundido este verano, sólo el 10% de los argentinos hace aportes regulares a entidades de bien público. ¿El principal motivo? La falta de información sobre cómo y a quién donar dinero. Para revertir este panorama, y junto con la Fundación Noble, AEDROS lanzó la campaña de concientización “Cansate de donar”. En la página web cansatededonar.org se publica información útil, consejos, respuestas a preguntas frecuentes y un directorio de organizaciones.
El velo que el Gobierno tiende para ensombrecer la tarea de las ONG puede ser sutil, como el que según dos testimonios soportó la prestigiosa organización Cimientos, que se dedica a la educación y de golpe habría sido desplazada de las escuelas en las que trabajaba en Mar del Plata y enredada en una burocracia de permisos en Santa Fe. Aunque sus voceros amablemente declinaron hablar con Clarín, fuentes del sector también aseguran que el ministerio de Educación nacional canceló las reuniones periódicas con organizaciones dedicadas a ese tema, que se realizaban desde hace años.
Pero hay otras formas de intervención más brutales, como la que padecieron las instituciones espiadas por el Estado a través del Proyecto X de la Gendarmería, o la infiltración del policía federal Américo Balbuena como falso periodista de la agencia de noticias Rodolfo Walsh, cuya presencia era habitual, por ejemplo, en las marchas y escraches que la fundación La Alameda realiza contra prostíbulos y talleres clandestinos de costura en los que emplea mano de obra esclava, y que –denuncian ellos– en muchos casos cuentan con protección policial.
El verdadero trabajo de Balbuena fue descubierto este año. “Nosotros pedimos de inmediato un Habeas Data al ministerio de Seguridad para conocer qué información había recogido, pero no nos respondieron. Después lo replicamos ante la justicia, pero aún esperamos respuesta. Estoy muy preocupado, no puede ser que a 30 años de la recuperación de la democracia ocurran estas cosas con total impunidad”, se indigna el abogado de La Alameda y de la Defensoría del Pueblo porteña Mario Ganora. Y supone que nada puede ser peor.

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¿La sociedad civil en estado de sitio?


  • Carlos March*

Ahorcar a la sociedad civil es asfixiar a la democracia.
Es privarla del oxígeno de la alternancia de roles, de la diversidad de actores, de la pluralidad de ideas, de la libertad de acción. Cooptar organizaciones sociales desde la discrecionalidad de los subsidios a cambio de obediencia debida, es apretar el cuello de la democracia en su punto más débil.
A diez años de gobierno, mantener vigentes las políticas impulsadas por Domingo Cavallo en relación a la restricción de beneficios fiscales de fomento de la filantropía y a la negación de marcos legales que faciliten la tarea de las organizaciones sociales, es ponerle la soga al cuello a la sustentabilidad y formalización de la sociedad civil.
Cuando se implementa desde Cancillería un relato que aleja a la Argentina del foco de la cooperación internacional y se diseñan políticas de aislamiento internacional que hacen que los organismos multilaterales no aprueben más donaciones para el país como sucede desde hace un año y medio, se secan los presupuestos de las organizaciones sociales y se le practica un submarino seco a la democracia.
Emplear los medios de comunicación estatales para difamar a las organizaciones con informes amañados, suspender de los registros públicos a entidades sociales sometiéndolas a la asfixia financiera, utilizar a policías para infiltrar agencias de noticias para obtener información sobre los movimientos sociales y atesorar datos de dirigentes sociales en bases de información con el objetivo de que Gendarmería Nacional monte un Proyecto X para hacerles la cruz, es ahogar a la democracia con la misma espina que el relato oficial se jacta de habernos quitado.
Esta situación demuestra que no se necesita implementar el estado de sitio para sitiar a la sociedad civil.
*Secretario de la Confederación de la Sociedad CIvil