miércoles, 4 de marzo de 2015

ARGENTINA - EE.UU. DE LA RUA. SE REUNE CON BUSH



Gira presidencial: cumbre en Washington pasado mañana

De la Rúa se reúne con Bush en EE.UU.

Por primera vez dialogará con el nuevo presidente norteamericano; luego irá a Quebec por la Cumbre de las Américas
Cuando mañana, a las 20, Fernando de la Rúa aborde el avión Tango 01, comenzará una de las giras más importantes de su mandato. En Washington, el Presidente estrechará por primera vez la mano de George W. Bush e iniciará un nuevo capítulo de las relaciones de la Argentina con la primera potencia del mundo.
La cita en la Casa Blanca será pasado mañana, a las 15.15. Horas después, De la Rúa se subirá nuevamente al avión presidencial y volará a Quebec, donde participará de la Cumbre de las Américas junto a los otros 33 presidentes del continente, con excepción de Fidel Castro.
En Canadá, De la Rúa también mantendrá otro encuentro clave: será con su par de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que acaba de suspender un viaje a Buenos Aires que debía concretarse precisamente hoy.
Pese a que se lo negó oficialmente, Cardoso se molestó luego de que Domingo Cavallo anunció modificaciones en la política arancelaria de la Argentina que perjudicaban las exportaciones brasileñas.
En un desayuno de trabajo en el Hotel Chateau Frontenac, donde se hospedará De la Rúa, ambos presidentes intentarán aclarar personalmente lo que ya hablaron por teléfono.
La Cumbre de Quebec es sustancial para la suerte del Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA), que pretende eliminar barreras comerciales desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Ese tema se tocará el jueves, durante la cita con Bush. El mandatario norteamericano tendría previsto reconocer ante De la Rúa los avances logrados en el documento firmado hace quince días en Buenos Aires, durante la reunión preparatoria del ALCA, que fijó el año 2005 como meta para alcanzar el acuerdo.

Corta visita

De la Rúa llegará a Washington pasado mañana, a las 10, hora local. Tan corta será la visita que los organizadores ni siquiera reservaron un hotel para la comitiva.
Desde el aeropuerto de Washington, el mandatario tiene previsto trasladarse directamente a la sede de la embajada argentina para almorzar y descansar.
La audiencia con Bush está programada para las 15.15 (hora local), en el mítico Salón Oval.
En el encuentro, que durará entre 30 y 40 minutos, De la Rúa expondrá, secundado por el secretario de Finanzas, Daniel Marx, sobre el futuro de la economía argentina. Y explicará en qué consiste y qué perspectivas tiene en el Congreso el proyecto de "convertibilidad ampliada", que el Presidente firmó anoche.
No se obviaría la controversia alrededor de la condena a Cuba por su política de derechos humanos ni el proceso electoral en Perú.
El vocero del Presidente, Ricardo Ostuni, confirmó a La Nación que, a la misma hora, la primera dama, Inés Pertiné, mantendrá una reunión con la primera dama de los Estados Unidos, Laura Bush.
Tras el encuentro, ambos presidentes se encontrarán con la prensa en los jardines de la Casa Blanca y responderán tres preguntas cada uno.
En realidad, la del jueves próximo será la segunda reunión de De la Rúa con un mandatario norteamericano en ejercicio: en junio último, el jefe del Estado argentino se reunió con el antecesor de Bush, Bill Clinton.
Clinton le había pedido apoyo para el Plan Colombia, una iniciativa norteamericana para combatir la narcoguerrilla. El tema también se mencionaría en el próximo encuentro en la Casa Blanca.
Pero más allá de la agenda y del protocolo, cuando ingrese en el Salón Oval, De la Rúa llevará sobre sus hombros un pesado desafío: el de superar, o al menos igualar, la impresión positiva que su antecesor en el cargo Carlos Menem supo generar en el entonces presidente norteamericano, George Bush, padre.
Menem conoció a George Bush (progenitor de "W", como llaman al actual presidente) en 1989, cuando acababa de asumir y todavía usaba las patillas largas.
Desde ese primer encuentro, y a lo largo de una década, Menem supo cultivar una relación de amistad que su canciller Guido Di Tella llegó a calificar de "carnal".
A las "relaciones carnales" del menemismo con el país del Norte, la administración delarruista opuso la palabra "moderación" y comenzó a fomentar el contacto con la Unión Europea y el Mercosur.
Un claro ejemplo de esta nueva política fue la posición asumida por la cancillería argentina ante las negociaciones para la creación del ALCA, por el que tanto bregaron los Estados Unidos. El gobierno de la Alianza decidió alinearse con Brasil y poner freno a los intentos de EE. UU. por anticipar la entrada en vigor del ALCA de 2005 a 2003.
Pese a esos matices, la relación con la principal potencia mundial sigue ocupando el primer lugar en la agenda exterior argentina. La prueba fueron los esfuerzos del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini para concretar la cita del jueves próximo. En un principio, sólo estaba previsto que ambos mandatarios se conocieran personalmente un par de días después, en Quebec, en el marco de la Cumbre de las Américas.
En su haber, De la Rúa cuenta con un gesto de Bush que marcó a las claras su interés por América latina: tan pronto como asumió, el presidente norteamericano tomó el avión e inauguró su agenda internacional en México, donde se entrevistó con el flamante presidente Vicente Fox.
En tanto, en Quebec, De la Rúa desayunará con Cardoso, Fox y el presidente de Chile, Ricardo Lagos.
Allí también se encontrará con el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, y con el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.
Con ellos, los temas serán los mismos que definieron el programa de la Cumbre: fortalecimiento de la democracia, creación de prosperidad e igualdad social y realización del potencial humano. .

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