Franco retroceso en la relación con Uruguay durante la década kirchnerista
2013-10-06 - ClarínClarín - Nota - El País - Pag. 18
Nueva crisis bilateral por la pastera
Franco retroceso en la relación con Uruguay durante la década kirchnerista
Los problemas empezaron con Tabaré. Mujica prometía una mejora. Pero no duró.
Natasha Niebieskikwiat
2004
El abrazo a Tabaré
Corría 2004, y en Sudamérica gobernaban Luis Inacio Lula da Silva, Hugo Chávez y Néstor Kirchner. El eje de centroizquierda abrazó también a Tabaré Vázquez, quien fue luego el presidente uruguayo del Frente Amplio. Kirchner incluso le dio en Buenos Aires una amplia tribuna. En octubre de aquel año lo recibió en la Casa Rosada, y el candidato oriental le habló a los uruguayos de la Argentina en un acto en Buenos Aires como pocos, para 300.000 personas. La relación entre los dos países bullía.
2005
La herencia de Batlle
La hermandad con los orientales no evitó las históricas rispideces bilaterales. Antes de dejar el poder, Jorge Batlle, el mismo que calificó a los argentinos como una "manga de ladrones", fue quien autorizó a la entonces Botnia a construir su pastera en Fray Bentos. También a Ence, que terminó moviendo el proyecto.
Vázquez le dio luz verde. Ello generó el levantamiento de los ambientalistas entrerrianos con foco en Gualeguaychú. Kirchner lo llevaba con cautela pero envió a su canciller, y la mecha del conflicto llegó a los presidentes.
2006
Frustrada cercanía
Kirchner y Vázquez personalizaron el conflicto. En Chile acordaron negociar por 90 días.
Los uruguayos reclamaban que les liberaran los puentes en Entre Ríos. El Gobierno no se metió.
En mayo, Argentina abrió el juicio al país vecino en La Haya por violación del Estatuto del Río Uruguay, y el rey de España aceptó "facilitar" el diálogo. En noviembre de 2007, el oriental autorizó el funcionamiento de Botnia. Al verlo, Kirchner soltó: "La verdad, estuviste muy mal.
Nos diste una puñalada: no a mí sino a todo el pueblo argentino".
2010
Una nueva etapa
Cuando Cristina asumió en 2007 también tuvo palabras duras para Vázquez, pero enfrió la tensión. Para marzo de 2010, cuando José Mujica llegó al poder, los países se preparaban para el fallo de La Haya, del 20 de abril. Este consideró que Uruguay había violado el Estatuto.
Pero la pastera se quedó. Y allanó el camino al acercamiento de Cristina y el oriental. La esposa de Mujica, la senadora Lucía Topolansky, fue clave en el nuevo aspecto positivo de la relación, por su sintonía con Cristina.
2010-2011
Luna de miel
"Pepe" gustaba repetir Cristina ante las cámaras para mostrar su cariño por Mujica. Poco queda de aquel encuentro y paseo de ambos por la vecina estancia de Anchorena cuando acordaron monitorear el río. Años de reuniones improvisadas y cruces del Río de la Plata en minutos, como aquél que hizo Mujica en julio 2010, para encontrarla en Olivos. Pese a las diferencias acordaron un monitoreo conjunto del Río Uruguay, una agenda para el Río de la Plata y un listado ambicioso de la agenda bilateral que nunca se cumplió.
2011-2012
Los costos de Mujica
La prioridad que Mujica le dio a su vínculo con Cristina más allá de los problemas, le trajo al uruguayo fuertes críticas en su país, donde -desde el conflicto pastero, los cortes de ruta y la agenda bilateral incumplida- impera una impronta antikirchnerista. A Mujica se lo ha tildado de "blando", una línea que inclusive es más dura en la cancillería oriental, desde donde Luis Almagro protagonizó importantes choques contra Héctor Timerman. El clima se fue inflamando a medida que Argentina fue cerrando su economía,
2012
Quiebre en la relación
El vice de Mujica, Danilo Astori, dijo que los problemas con el gobierno K eran "no sólo por lo comercial, sino por los dragados, puertos, energía, gas y energía eléctrica". La relación no avanzó con el dragado del canal Martín García, y hubo fuertes roces por el tema. Los uruguayos avanzaron solos con el tema de la regasificadora que planearon con Argentina, pero fueron las trabas comerciales a sus exportaciones aquí y el cepo al dólar -por los turistas- los que más afectaron su economía.
Abril 2013
"La terca y el tuerto"
Mujica ya había venía expresando palabras duras con la Argentina.
Había dicho que la relación con este país "es complicada". Y que en el suyo están "embuchados" de dólares, entre otras. Nada más resonante que las que pronunció en abril pasado sin darse cuenta de que los micrófonos estaban abiertos. "Esta vieja es peor que el tuerto", dijo durante un acto de gobierno. "El tuerto era más político, ésta es terca", continuó. La cancillería hizo una protesta. Tiempo después Mujica se disculpó, pero la relación volvió a ser la misma.
Octubre 2013
Nada es como antes
La nueva escalada debe tener en cuenta la frialdad que ya imperaba y la larga parálisis del Mercosur, ya no como unión aduanera imperfecta sino como espacio de conversación presidencial.
Mujica ha buscado acercarse con nuevos acuerdos a Brasil, también en problemas con Argentin, a raíz del cierre aquí a las importaciones. Mujica vino el lunes pasado con la decisión tomada.
Cristina cedió a una negociación, pero que el martes cerró. Nadie puede decir que ésta es una "década ganada" en la relación.
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Diario "Clarín". Buenos Aires, 6 de octubre de 2013.
Gualeguaychú intenta llegar hasta Fray Bentos a reclamar por Botnia
NUEVA CRISIS BILATERAL POR LA PASTERALos asambleístas pretenden entrar a Uruguay. También irá el intendente. Allá dicen que sólo recibirán a unos pocos.
“Nos vamos a
movilizar considerando que pasamos”, insistía Juan Veronesi, uno de los
asambleístas históricos, mientras ajustaba los equipos de sonido sobre
su camioneta para difundir el documento que todavía faltaba pulir. Pese a
que el Gobierno uruguayo confirmó que sólo permitirá el ingreso de un grupo de manifestantes con el intendente
de Gualeguaychú, el kirchnerista Juan José Bahillo, los referentes de
la protesta ratificaban la decisión votada el miércoles de intentar
llegar hasta Fray Bentos y discutían anoche si aceptar o rechazar la posibilidad de que pasen algunos.
“O todos o ninguno”, era la opción que tomaba más fuerza, Con los obstáculos que surgieron en la previa a la caravana aumentaron las voces que proponen acciones más drásticas,
más allá de que esperarán lo que suceda esta tarde y las nuevas
medidas se debatirán en una nueva asamblea el próximo miércoles. “La
moción por el corte de ruta no prosperó, pero esto se va calentando”, advirtió Oscar Vargas, uno de los voceros.Bahillo volvió ayer a mantener contactos con el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, para acercar posiciones sobre el marco de la movilización contra UPM-Botnia. El uruguayo accedió al pedido de aumentar la cantidad de manifestantes -una decena- que tendrían autorización a cruzar la frontera, pero en principio los asambleístas rechazaron cualquier límite en ese sentido.
“Es una locura, miles de uruguayos entran todos los días a nuestro país. Están acelerando el conflicto y lo que consiguen es que empiece a generarse en la sociedad una acción de rechazo ”, aseguró Jorge Fritzler, otro de los asambleístas con mayor visibilidad, en referencia al eventual cierre del paso a la Argentina.
Ante las versiones que indicaron un refuerzo de la seguridad en la frontera por parte de Uruguay, Lafluf buscó bajarle el tono al asegurar que no habrá operativo militar ni despliegue especial de seguridad: confirmó que no podrán pasar los manifestantes-salvo los acordados con Bahillo- y que el paso se mantendrá abierto para los que no participen de la caravana. La marcha de vehículos sería detenida en la bajada del puente internacional del lado uruguayo, antes del peaje y las oficinas de la aduana, con efectivos de Prefectura. Del lado argentino, una división de Gendarmería y agentes de tránsito de la municipalidad acompañarán la caravana. Lafluf adelantó su intención de recibir a la delegación local en un restaurante frente al sector de trámites de migración: allí tomaría el documento de los argentinos -ratificará el reclamo de relocalización, la oposición al aumento de la producción y las quejas por la falta de información- y entregará un informe con su “apreciación personal” sobre el conflicto.
Con bronca y resignación, la mayoría de los gualeguaychuenses consultados por Clarín expresaron rechazo a la pastera y al incremento de su producción: enfermedades, abortos, cánceres en chicos, intoxicaciones, mortandad de peces y olores nauseabundos se acumularon para argumentar las posturas. El escepticismo también aparece con cuestionamientos al gobierno argentino por su inacción, sus vaivenes y la demora en difundir los datos sobre contaminación.
Estiman para esta tarde una caravana imponente. Avisaron que empezará a las 15, puntual, para no interferir con el River-Boca: “A las 18 estamos de vuelta, queremos ver el partido”.
Informe. G. Pellegrino. Montevideo
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