miércoles, 3 de junio de 2015

URUGUAY - ARGENTINA (2013) UPM-Botnia, un conflicto ambiental agravado por una política bilateral irresuelta

Diario "La Capital". Rosario, Domingo, 06 de octubre de 2013 

UPM-Botnia, un conflicto ambiental agravado por una política bilateral irresuelta

Asambleístas de Gualeguaychú intentarán pasar hoy en caravana a Uruguay para repudiar a UTM. Desde el otro lado preparan medidas de seguridad en Fray Bentos.


Monstruo en la orilla. La colosal planta de celulosa vuelca sus efluentes en el río y enfurece a los entrerrianos.

La nueva escalada diplomática entre Argentina y Uruguay por la pastera UPM (ex Botnia) volvió a darle impulso a los activistas de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, que hoy intentarán llegar hasta la Municipalidad de Fray Bentos para entregar un documento donde reclaman el desmantelamiento de la fábrica. No hay garantía ni certeza de que la movilización llegue al lado uruguayo, pero con esta movida se vuelve a encender la llama de un conflicto que lleva diez años de una saga que combina reclamos legítimos con posiciones irracionales y extremas.
Este conflicto, que nació con un reclamo de preocupación por el medio ambiente, viene impregnado por cuestiones políticas irresueltas entre los gobiernos del matrimonio Kirchner y todo el arco político uruguayo, no sólo del gobernante Frente Amplio, que se ha subido a esta pelea blandiendo la bandera del país chico atropellado por el gigante.
El ex presidente Néstor Kirchner tomó como una "traición" la decisión del entonces mandatario uruguayo Tabaré Vázquez de autorizar la construcción de la pastera Botnia en un momento donde ambos gobiernos habían acordado una impasse para evaluar el impacto ambiental. Antes de ese quiebre, Néstor había recibido a Tabaré en la Casa de Gobierno y le había dado su apoyo al uruguayo, quien por ese tiempo peleaba por llegar la Presidencia de su país y en la campaña se había mostrado contrario a los emprendimientos papeleros.
Apurado en el frente interno por la Asamblea de Gualeguaychú, el kirchnerismo, con su jefe a la cabeza, se volvió súbitamente ecologista y declaró "causa nacional" la lucha contra la papelera Botnia.
En junio de 2006, el ex presidente Kirchner presidió un multitudinario acto en el Corsódromo de Gualeguaychú, donde anunció que Argentina llevaba el pleito con Uruguay hasta la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya. Casi todos los gobernadores participaron de la movida y hubo uno que se distinguió del resto: el mendocino Julio Cobos. Fue el primer ensayo de la "transversalidad" naciente, que culminaría con la elección de Cobos para secundar en la fórmula a Cristina Fernández.
Hubo más. En ese mismo acto, todos los mandatarios de las provincias firmaron un documento en el que se comprometían a defender el medio ambiente, con estándares precisos de monitoreo, en sus respectivos dominios. Nada se sabe hoy en qué quedó ese paper ni cuales fueron, si los hubo, los resultados de sus pesquisas medioambientales.
Barrera baja. Cinco meses después de ese mitin político-ecológico, los activistas de Gualeguaychú, que venían haciendo cortes intermitentes del puente que los une con Fray Bentos, bloquearon "por tiempo indeterminado" el paso fronterizo. El piquete, a la altura del paraje Arroyo Verde, duró hasta junio de 2010, dos meses después del fallo de La Haya y luego de que el gobierno de Cristina presentara una denuncia penal contra los asambleístas por desacatar una orden de la Justicia entrerriana.
Este último dato es crucial para lo que se viene. Los activistas de la Asamblea Ambiental dijeron en los últimos días que evaluaban volver a la ruta, con la modalidad del corte y del piquete. De hecho, la infraestructura que montaron en la cabecera del puente sigue intacta y lista para ser usada nuevamente.
Sin embargo, el precedente judicial les jugaría en contra, salvo que haya una "orden" explícita de "no intervención" por parte del poder político a la Justicia. En esto también hay un precedente: la Justicia entrerriana tardó tres años y medio en hacer efectiva una orden de desalojo del piquete y esa medida se dio cuando Cristina decidió reencauzar la relación con Uruguay tras el triunfo de Pepe Mujica, que sucedió en el cargo al traidor de Tabaré.
Por la suya. Por el lado uruguayo, tampoco hubo medidas angeladas e inocentes. El fallo del tribunal de La Haya determinó que Uruguay no consultó a Argentina sobre el fastuoso emprendimiento fabril que autorizó a construir, violando cláusulas del estatuto de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru), que es un organismo binacional.
Tabaré también jugó sus armas para la tribuna uruguaya. En los años en que estuvo en el poder mientras persistió el conflicto, su imagen positiva entre los orientales tuvo picos altísimos. Influyó, además de sus aciertos económicos y sociales, la explotación que hizo, por acción u omisión, del sentimiento antiargentino que campea aún hoy en la margen oriental.
Y la vuelta de la historia lo vuelve a colocar en el mismo lugar. El año que viene hay elecciones presidenciales en Uruguay, y Tabaré, que decidió volver a ser candidato por el Frente Amplio, parte como favorito.
A juzgar por las declaraciones inflamadas que parten de ambas orillas, ya no hay vuelta atrás para una posible negociación política. Otra vez, los que decidirán son los jueces de toga y peluca del tribunal de La Haya.
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Diario "Clarín". Buenos Aires, 22 de setiembre de2013.

Otra protesta por Botnia a horas del encuentro de Mujica con Cristina

EL CONFLICTO CON URUGUAY Fue ayer ante la posibilidad de que la pastera amplíe su producción. El tema lo tratarán los presidentes en la ONU.

  • Verónica Toller

Los presidentes de Argentina y Uruguay, Cristina Fernández y José Mujica, mantendrán mañana en Nueva York una reunión cumbre en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), para intentar destrabar la situación creada en torno al pedido de la pastera finlandesa UPM (ex Botnia). La empresa solicita aumentar su producción de uno a 1.3 millones. Significa un 30% más (y no un 20 como se ha dicho) más un 5% de tolerancia, según consta en el documento oficial que la Dirección Nacional de Medio Ambiente del Uruguay envió a la binacional Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) el 26 de abril de 2012. El pedido está lejos de ser simplemente un pedido, ya que involucra intereses sensibles a ambas orillas. Ayer, en Gualeguaychú, la Asamblea Ambiental realizó una protesta en la ruta internacional 136, muy cerca de la frontera uruguaya. Fue la tercera manifestación en pocos días; las anteriores tuvieron lugar el 1° de septiembre (caravana automovilística hasta el puente internacional y lectura de manifiesto), y el 19 de septiembre (en el Palacio Municipal de Gualeguaychú, con pancartas, ante el gobernador entrerriano Sergio Urribarri y el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan José Mussi).
“Entregamos con cortesía volantes a argentinos y uruguayos que salían del hipermercado ubicado sobre la ruta, y ellos los recibían de la misma manera”, dijo a Clarín el asambleísta Raúl Almeida. En cuanto a Mussi, anunció que recibirá a una delegación de asambleístas el lunes 30 en Buenos Aires.
El pedido de aumento de producción tiene fecha tope: el Presidente uruguayo anunció que dará su respuesta a la empresa el 28 de septiembre, día en el cual, UPM-Botnia debería retomar tareas luego de su receso anual para mantenimiento. Argentina, por su parte, ha adelantado que no autorizará dicho incremento, según confirmó el pasado 9 de septiembre el gobernador Sergio Urribarri luego de una audiencia con el canciller Héctor Timerman.
La razón: Argentina considera probado el riesgo ambiental y la contaminación efectiva que produce la planta. El Estatuto del Río Uruguay establece mecanismos de consulta previa ante cualquier decisión operativa que pueda afectar tanto al agua como a la tierra, aire y habitantes de la región. Aumentar la producción califica para dicha consulta, y Argentina no estaría dispuesta a conceder su autorización. Tanto que, según habría adelantado Timerman a Urribarri el mismo día, si Uruguay toma una decisión unilateral, se analizará la posibilidad de acudir otra vez a la Corte Internacional de La Haya. Desde Uruguay aseguraron que la decisión será tomada entre los dos países. Y Mujica deslizó que las declaraciones de Uribarri eran porque estaba en campaña.
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Una pastera polémica / Diferencias bilaterales

Mujica dijo que autorizará a la ex Botnia a aumentar la producción

Pese a la oposición argentina, el presidente uruguayo anticipó que permitirá que pase de 1,1 a 1,3 millones de toneladas, y que se lo comunicará a Cristina en la reunión que mantendrán el próximo lunes
Por   | Corresponsal en Uruguay
MONTEVIDEO.- El presidente del Uruguay, José Mujica, anunció que el lunes le transmitirá a su colega argentina,Cristina Fernández, una fórmula para que ambos países avalen el aumento de producción de la Planta Orion de la empresa UPM (ex Botnia), la que comprende nuevas exigencias de cuidado ambiental.
La movida de Mujica desacomodó a los negociadores porque hasta ahora no aparecía objeción de tipo ambiental a la solicitud de la compañía finlandesa, dado que hay aval explícito de la autoridad correspondiente. Pero el presidente uruguayo decidió buscar "alguna" concesión para la Argentina y se inclinó por esa fórmula.
La planta está detenida porque en este ejercicio prácticamente cumplió el máximo autorizado de producción y, luego de la parada anual por obras de mantenimiento, espera una resolución del Poder Ejecutivo para definir su funcionamiento.
Uruguay ha quedado en la disyuntiva de resolver unilateralmente si autoriza o no el pedido de mayor producción anual, frente a la resistencia de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
La empresa no hace declaraciones ni acepta conversar fuera de micrófono: se limita a comunicados. La postura de Mujica ha desconcertado a los empresarios.
Todo se da en un contexto de presión social, debido a la paralización obligada que debe realizar la fábrica, hasta que comience un nuevo ejercicio anual, lo que se da en noviembre, deriva en perjuicios para centenares de trabajadores directos y una cantidad muy superior de indirectos, entre forestales, fleteros, funcionarios portuarios, servicios conexos, entre otros.
Líderes de la oposición propusieron a Mujica un respaldo político amplio para dar la concesión en forma unilateral, pero el presidente -fiel a su estilo negociador- ideó una fórmula para mostrar que le podía sacar algo a UPM y entregarle una concesión a la Argentina.
Mujica insistió ayer en comentarios que había hecho días atrás, pero al darle repercusión internacional con una agencia de noticias, generó nuevas expectativas.
Y otra vez usó el mismo recurso que en Montevideo. Dice que no puede hablar, pero habla. A la agencia Bloomberg le avisó: "No le voy a decir nada hasta que hable con la presidenta argentina". Pero segundos después, dijo que "la decisión" la tiene "tomada", que ya lo conversó "con UPM", y que ahora lo va a trasladar a Cristina Fernández. "Lo voy a hacer el [lunes] 30; es inminente", dijo.
Igualmente, luego contó que su fórmula está en "la media línea, con un tipo de exigencia para mejora ambiental de la propia compañía".
Añadió que, por una parte, "tiene que ver con una mejora en la refrigeración del agua que se manda al río", y, por otra, con "una baja en el tenor de fósforo que tiene el agua".
Para el presidente uruguayo, "es todo un paquete", y reconoció: "La decisión no es simple". ¿Quién tiene que responder a quién? El presidente insinúa que está esperando que la empresa le diga si hay "canje" de cuestiones ambientales y jurídicas. "Te doy para que tú me des, pero si tú no me das, no te doy", manifestó el presidente.
Pero la empresa ha comunicado que está esperando que el gobierno le responda si autoriza o no el incremento de producción.
Dos años después de comprar el negocio a Botnia, UPM planteó en 2011 la necesidad de aumentar su producción de la "actual de 1.000.000 de toneladas secas al aire por año [con un límite superior establecido en 1.111.250] a 1.300.000 con una variación que no exceda el 5% de este valor".
El gobierno habilitó el trámite y dio curso a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), que tras analizar el caso, emitió un informe en el que sostiene que "como conclusión", no está previsto "que existan impactos negativos residuales de significación en caso de que se acceda a lo solicitado por la empresa".
Pero todo se trancó en la CARU. Para Uruguay, hace un año se inició un proceso que termina este mes, y que habilita a dar la autorización unilateral. Para la Argentina, ese plazo no arrancó nunca, porque no se le dio toda la información que pidió. Uruguay dice que respondió todo.
Ahora, Mujica quiere una fórmula transaccional. Y reactiva la discusión ambiental.
Hay expectativas diversas entre los que trabajan en esto. Unos pocos confían en que "Pepe" Mujica convenza a Cristina. Otros sostienen que la fórmula complicará más el diálogo en la CARU y abrirá otro frente, ahora ambiental. Y que eso dejará a Mujica con la misma disyuntiva: ¿autoriza o no a UPM sin el aval argentino? El presidente oriental insinúa que está dispuesto a dar ese paso, pero en su gobierno no se animan a confirmar que lo hará efectivamente.

Los pasos de un conflicto que retorna

Vuelve a enturbiarse la relación entre la Argentina y Uruguay
  • 2011? // UPM pide aumentar su producción
    La pastera finlandesa solicita autorización a la CARU para subir su producción de 1 a 1,3 toneladas
  • Marzo de 2012? // Resurge el conflicto bilateral
    Uruguay aceptó el pedido, pero lo condicionó al aval de la CARU. La Argentina lo rechazó
  • Mayo de 2012? // Permiso y nuevos cruces
    La CARU acepta el pedido de UPM. Comienza un intercambio de información entre los gobiernos
  • Marzo de 2013? // Plazos para una decisión unilateral
    Comienza a correr el plazo de 180 días tras el cual, según Uruguay, la autorización puede ser unilateral








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