viernes, 5 de junio de 2015

URUGUAY - ARGENTINA 2013 Uruguay cree que la economía argentina "está cada vez peor"





Críticas

Uruguay cree que la economía argentina "está cada vez peor"

El vicepresidente Danilo Astori dijo que el país sufre de "alta inflación, pobre crecimiento y un enfoque proteccionista que sólo puede traer mayores problemas"
Por   | Corresponsal en Uruguay

MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo parece haberse convencido de que no puede esperar nada bueno de la Argentina , que es posible que la imaginación kirchnerista imponga nuevas complicaciones a la relación y que debe lograr un acuerdo con los otros socios del Mercosur para lograr la anhelada apertura del bloque y firmar acuerdos comerciales con otros países y bloques.
El diagnóstico que hace Uruguay de la situación argentina es preocupante: el vicepresidente Danilo Astori declaró que "los fundamentos de la economía argentina están cada vez peor", lo que se expresa en "alta inflación, caída de reservas internacionales, pobre crecimiento y un enfoque muy proteccionista y cerrado de la economía, que sólo puede traer mayores problemas de los que ya tiene".
El presidente José Mujica, que prefiere evitar comentarios públicos que generen más irritación en la administración Kirchner, trata de conseguir el apoyo de Brasil, Venezuela y Paraguay para concretar de una buena vez un tratado con la Unión Europea y evitar, de ese modo, los obstáculos que parece poner la Argentina para frenar acuerdos del Mercosur con otros países.
Mujica cree que es posible un acuerdo marco para que los miembros del bloque vayan en "dos velocidades". Paraguay y Uruguay quieren avanzar lo más rápido posible; Brasil, hacerlo a su ritmo, pero sin quedar prisionero del gobierno kirchnerista; Venezuela podría avalar el tratado, pero sin meterse (no tiene interés el gobierno de Nicolás Maduro, y Europa prefiere que Venezuela quede a la espera).
Por eso, el presidente de Uruguay recibió en su despacho montevideano a su par de Paraguay, Horacio Cartes, luego se fue a Brasilia para conversar con Dilma Rousseff y después viajó a Caracas para hablar con Maduro.
Mujica dijo a su gabinete ministerial que confía en que esta vez sí haya acuerdo con Europa.
La economía uruguaya está creciendo hace más de una década, pero en los últimos meses se han dado complicaciones por la demanda externa, fundamentalmente en la relación con la Argentina. Las exportaciones a ese mercado se han frenado en las últimas semanas porque la Secretaría de Comercio Interior de ese país no entrega las declaraciones para importación de productos uruguayos.
El vicepresidente Astori reclamaba en la interna del gobierno del Frente Amplio que se tomaran medidas para una mejor inserción comercial del país. Mujica encontró esa fórmula con la UE para lograr un acuerdo que no implique resquebrajamientos en la interna del Mercosur.
Astori admitió este fin de semana que con la Argentina hay "una relación que pasa por momentos muy difíciles", y destacó que eso "no es sólo por razones comerciales". Hizo referencia directa a cuestiones de las últimas semanas que inquietan a operadores privados y a autoridades de Uruguay.
"También tenemos una influencia importante de la Argentina en aspectos infraestructurales que son decisivos; no le quiero quitar importancia a lo comercial, pero cuando la Argentina anuncia que va a cambiar el trazado de un canal está afectando directamente a Uruguay", expresó el vicepresidente.
Afirmó que "cuando (el gobierno de Cristina Kirchner) prohíbe que la mercadería argentina se transborde en puertos uruguayos, está generando un daño tremendo" y que "cuando demora el dragado del canal Martín García (también) está originando dificultades".
Frente a eso, Astori dijo que hay "dos grandes caminos: la confrontación o la negociación". En ese sentido, expresó que "el camino de la confrontación no es el adecuado, porque romper todos los puentes no conduce a nada" y que, por lo tanto, "hay que seguir trabajando con paciencia y firmeza al mismo tiempo".
Astori realizó estas declaraciones durante una visita a Fray Bentos, donde está la planta de pasta de celulosa de UPM (ex Botnia). Allí aseguró que Uruguay contará con una tercera fábrica de estas características. Además de ésa y la de Montes del Plata (que el consorcio que integran la suecofinesa Stora Enso y la chilena Aruco construye en Colonia), habrá otra de UPM que se instalará en el este del país..
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La polémica por la pastera / Tensiones bilaterales

Uruguay rechazó el ultimátum de la Argentina y ahora redobla la apuesta

Montevideo criticó en duros términos la actitud de la administración kirchnerista y propuso hacer controles de impacto ambiental en ambas márgenes del río Uruguay
Por   | Corresponsal en Uruguay
El gobierno de José Mujica acusó a la Argentina de utilizar chicanas diplomáticas para dilatar las negociaciones y perjudicar a Uruguay; aseguró que su actuación fue ajustada al estatuto que rige los controles del río Uruguay y manifestó "de manera enfática" que los resultados de "los análisis del monitoreo conjunto" sobre el impacto ambiental "demuestran sin ambigüedades que la Planta Orión de UPM no contamina".
La administración uruguaya utilizó más de 2100 palabras para responder con firmeza al ultimátum dado el martes por el canciller Héctor Timerman.
La carta con el rechazo fue firmada por el canciller Luis Almagro y entregada al embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, ayer al mediodía, y luego fue hecha pública por la Presidencia de la República.
Uruguay dijo que la Delegación Argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) estuvo "realizando sucesivos pedidos de información cuyo efecto no fue otro que obstaculizar el transcurso de los plazos previstos en las mencionadas normas, los que resultan de imperativo cumplimiento".
Y agregó que "esta práctica desnaturaliza un mecanismo que tiene como objeto la consulta y el intercambio informativo". Fue la forma más elegante que encontró Almagro para manifestar el malestar uruguayo por lo que considera chicanas diplomáticas. Toda la oposición política salió a respaldar al gobierno de Mujica y cargaron con críticas sobre la administración kirchnerista.
El vicecanciller Luis Porto declaró ayer que "la delegación argentina ante la CARU hizo un prejuzgamiento" cuando comenzó a discutirse, hace más de un año, el pedido de UPM para aumentar su potencial de producción anual. "Así consta en las actas: desde el inicio [la Argentina] dijo que no iba a aprobar sin haberlo analizado", manifestó Porto. Aclaró que la decisión de Uruguay "está dentro del marco normativo y por lo tanto no tiene que haber revisión" de la autorización.
Porto recordó que la cancillería de Uruguay "llevó una propuesta" a Buenos Aires "para zanjar las diferencias que hay en la interpretación" del estatuto que regula el río binacional. "No hemos obtenido respuesta a esa propuesta", acotó.
¿Y si el gobierno de Cristina vuelve a denunciar a Uruguay ante la Corte de La Haya? "Es una cuestión de la Argentina", se limitó a decir el vicecanciller oriental. "Si alguien decide recurrir al derecho internacional, nosotros estamos tranquilos porque actuamos ajustados a derecho", añadió. En la carta de respuesta, el gobierno uruguayo "reitera su disposición a continuar las negociaciones para alcanzar un nuevo marco normativo en la CARU que satisfaga el interés común de preservar la calidad ambiental del río Uruguay".
El canciller uruguayo dice -ahora públicamente- que el 1° de octubre le hizo a Timerman una "propuesta ambiciosa y constructiva" para mejorar el Estatuto del Río Uruguay con mayores controles ambientales.
Almagro dijo que propuso "abordar varias de las problemáticas existentes, como la presencia de fósforo en el río, a través de planes de acción específicos generales, pero también para la planta de UPM y la desembocadura del río Gualeguaychú, de modo de alcanzar reducciones sustantivas de los aportes".
Uruguay propone controlar no sólo "plantas industriales de las características de las de producción de celulosa", sino también otros "afluentes que desembocan en el río Uruguay", como los "vinculados a trabajos agrícolas, otras producciones ambientales, los colectores de las ciudades, así como cualquier otra actividad que pueda modificar la calidad de las aguas".

Para Kunkel, buscan incidir en las elecciones

El diputado kirchnerista Carlos Kunkel acusó ayer al gobierno uruguayo de reflotar el conflicto por la pastera UPM (ex Botnia) para intentar "incidir en el proceso electoral" de la Argentina. Además, el legislador cuestionó al presidente José Mujica por haber "descalificado muchas veces" a la Argentina, incluso a Néstor y a Cristina Kirchner.
Kunkel repudió la decisión de Mujica de autorizar el aumento de la producción de celulosa de la planta finlandesa y utilizó la ironía para, indirectamente, poner en duda las buenas intenciones de los uruguayos tanto en éste como en otros temas de Estado. "Cuando estaba Tabaré (Vázquez) le ofrecieron a Estados Unidos poner una base en Uruguay... también lo hicieron porque son buenos y, total, ellos no se visten muy bien", deslizó..
Del editor: qué significa.
La respuesta uruguaya ratifica el pésimo momento de la relación bilateral. Ahora la Argentina deberá decidir si, a pesar de todo, avanza en La Haya
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Acusaciones, secretos y mentiras alrededor de una comisión clave


Un complejo entramado de acusaciones, documentos reservados y leyes incumplidas rodea a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), que debe realizar los monitoreos ambientales a la pastera UPM y que puso en vilo las relaciones diplomáticas entre Montevideo y Buenos Aires.
Uruguay acusó a la Argentina de manipular los datos de monitoreo ambiental a la pastera situada en Fray Bentos, y en Buenos Aires cuestionaron al gobierno de José Mujica por no informar sobre la contaminación real que habría en el río Uruguay.
En medio de esta disputa, hay un largo listado de irregularidades que del lado argentino desnudan una política de oscurantismo que rodeó a la CARU.
Con la resolución 817/2006, firmada por el entonces canciller Jorge Taiana, la Argentina comenzó a transitar un camino sinuoso en el manejo de datos que se mantuvo hasta ahora. En ese documento secreto, al que accedió LA NACION, el Gobierno decidió mantener bajo carácter "reservado" todas las actas que la CARU emitiera en relación con el conflicto por la ex Botnia. La medida se hizo retroactiva a las actas de 2002 en adelante. Ésta fue una decisión unilateral de la Argentina, y así se impidió conocer los informes de impacto ambiental que los científicos de ambos países tenían entre manos y que nunca se pusieron de acuerdo en divulgar.
El Gobierno sustentó esta decisión en la necesidad de "evitar que la circulación de las actas pueda poner en riesgo la posición de la Argentina" en el diferendo que se llevó a la Corte Internacional de La Haya. Pero la reserva de datos se mantuvo más allá del fallo que en 2010 emitió la justicia internacional y, al parecer, le sirvió a la Argentina para frenar informes de monitoreo ambiental.
"La reserva fue una estrategia clara de la Argentina para evitar que se dieran a conocer informes contrarios a la idea de contaminación que se quería mostrar a los asambleístas de Gualeguaychú con fines electorales", expresó a LA NACION un destacado diplomático uruguayo.
"El secreto es para la sociedad civil y la opinión pública claramente en violación de lo que establece la ley 25.831 sobre información pública ambiental y el Reglamento General para la Publicidad de la Gestión de Intereses en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional", dijo a LA NACION Raúl Estrada Oyuela, ex representante argentino ante la CARU.
En medio de ello, fuentes confiables de la Cancillería aseguran que el carácter reservado que impuso unilateralmente la Argentina a las actas también le sirvió al Gobierno para no exhibir las abultadas "dietas" en dólares que varios funcionarios de la CARU recibían sin intervención de la Auditoría General de la Nación, ya que los presupuestos de esa comisión y su ejecución no se auditan.
El asambleísta de Gualeguaychú Jorge Fritzler dijo a LA NACION que en más de una oportunidad los habitantes de esa ciudad entrerriana le pidieron en vano a la CARU que entregara los informes de impacto ambiental. "Nunca quisieron transparentar la información, y tampoco el referente argentino en la CARU Hernán Orduna nos quiso recibir", añadió Fritzler.
Ayer, Uruguay pidió a la Argentina que los informes ambientales sobre la ex Botnia se hagan de los dos lados del río. Al parecer, este reclamo apunta a profundizar el digesto de la CARU que sostiene que la contaminación debe producir "efectos deletéreos o daños a los recursos vivos, riesgo a la salud humana, amenaza a las actividades acuáticas incluyendo la pesca, o reducción de las actividades recreativas". Nada de esto se sabe porque los informes de contaminación que dio a conocer Héctor Timerman fueron rechazados por Mujica por entender que sus resultados se manipularon. Por eso nadie sabe si el río está contaminado como consecuencia de la ex Botnia o de agroquímicos o desechos que se arrojan en otros lugares cercanos a la pastera.
Los ambientalistas de Greenpeace y de otras ONG consultados coincidieron en que los datos que hasta ahora dio a conocer la Argentina son "confusos". Los enredos jurídicos y reglamentarios que impuso la Argentina no hicieron más que aumentar los niveles de confusión.

Una resolución muy polémica

El documento que la Argentina emitió para no mostrar las actas
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    Carácter "reservado"
    Desde que el Gobierno emitió la resolución 817

    2006, todas las actas y documentos que salían de la Comisión Administradora del Río Uruguay eran de carácter "reservado". Esa medida se hizo retroactiva a 2002 y la firmó el ex canciller Jorge Taiana. Hasta ahora la Argentina mantuvo el carácter reservado de todo lo actuado por la CARU, incluidos los informes ambientales
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 EL ORGANISMO QUE QUEDÓ EN EL OJO DE LA TORMENTA
 
COMISIÓN ADMINISTRADORA DEL RIO URUGUAY(CARU)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 17 de octubre de 2013.

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