Diario "Clarín". Buenos Aires, 11 de julio de 2014.
Londres busca mantener su espionaje a Internet
Sorpresiva decisión del gobierno británicoGran Bretaña intenta atenuar los efectos de una ley europea que en abril prohibió las escuchas.
París. Corresponsal
En
una urgente conferencia de prensa tan inesperada como la ley, el
premier británico David Cameron y su vice Nick Clegg anunciaron ayer una
legislación de emergencia para continuar las escuchas y la conservación
de conversaciones telefónicas, e–mails, websites y todos los registros
de una persona en manos de los proveedores de Internet, con la excusa de
frenar terroristas y “ante la situación que se vive en Irak y Siria”.La ley, consensuada en tiempo récord con los líderes laboristas y liberales demócratas pero sin consultar a ningún otro legislador o Comité, será tratada el martes en la Cámara de los Comunes y el jueves en la de los Lores. El principal problema de Cameron en estas horas es justificar la urgencia, cuando la decisión de anular la preservación del historial comunicacional se remonta al mes de abril.
La urgencia "oficial" se debe a la necesidad de una respuesta a la sentencia de la Corte Europea de Justicia, que abolió las regulaciones en abril pasado que obligaban a una compañía de comunicación a mantener datos que podrían usar la policía, la justicia o los servicios secretos a lo largo de 12 meses. El gobierno británico insiste en que esta nueva legislación es simplemente para “seguir manteniendo el statu quo”.
Aparentemente, la realidad es otra. En medio de una ola de fuerte euroescepticismo en el reino, Cameron se apuró porque una nueva legislación de la Unión Europea se apresta a quitar a la policía muchos de sus poderes para investigar la vida privada de los ciudadanos y su capacidad de escuchas.
Downing Street, la oficina del primer ministro Cameron, dijo que borrar estas conversaciones o datos tendría “serias consecuencias para la policía y las operaciones de contrainteligencia sobre los terroristas”. Especialmente cuando al menos 600 británicos están en Siria o Irak combatiendo en la “Jihad” o Guerra Santa y son reclutados por Internet. “Las consecuencias de no actuar son graves”, advirtió Cameron.
El problema para el gobierno es que muchos legisladores tienen enormes sospechas de la emergencia. Quieren analizarla y poder estudiar sus alcances y sus consecuencias posteriores. Los expertos consideran que esta ley de emergencia podría derivar en nuevas leyes mas restrictivas aun, con consecuencias inesperadas.
La realidad es que en Gran Bretaña existe otra legislación para escuchar las conversaciones y leer mensajes de textos y mails.Se llama RIPA y rige desde el 2000. Pero necesitan una autorización del ministerio del Interior para escucharlas.
La nueva legislación, que deberá ser revisada por el nuevo gobierno en el año 2016, podría darle al Estado británico y a su policía la posibilidad de mantener y usar estos datos para siempre.
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