Domingo 13 de julio de 2014
La Argentina sueña con los Brics, pero la puerta sigue cerrada
Cristina
Kirchner sueña con la palabra "Bricsa". La idea de sumar a la Argentina
al grupo de países emergentes que conforman Rusia, Brasil, la India,
China y Sudáfrica (Brics) no es un capricho de la Presidenta. Es un
proyecto que construyó desde que recibió señales de algunos países que
integran ese bloque de grandes mercados para incorporarse en lo
inmediato y disfrutar de los beneficios de ese club.
En la Casa Rosada se entusiasmaron con la idea de sumarse a los Brics, luego de la invitación del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Cristina Kirchner para concurrir la semana que viene a la cumbre de esos países en Brasil. El optimismo oficial se potenció con algunos gestos o mensajes informales que la Argentina recibió de China y de la India.Varios motivos movilizan al Gobierno para soñarse en el podio de este bloque de países emergentes, que hoy concentra el 25% del PBI mundial, maneja el 18% del comercio, conforma el 45% de la población mundial y ocupa la tercera parte del territorio del planeta.
En primer lugar, la inclusión de la Argentina en los Brics le daría mayor reputación al país y le abriría la puerta a nuevas inversiones.
En segundo término, Cristina Kirchner cree que el acceso a este grupo de países le permitirá recibir eventuales préstamos del Banco de Fomento que se espera conformar en la cumbre de Brasil.
No es casual que antes de esa cumbre de presidentes la Casa Rosada encomendara a sus legisladores aprobar la ley que establece la inmunidad de "los bancos centrales extranjeros a la jurisdicción de los tribunales argentinos". Esto le permitirá a la Argentina suscribir convenios internacionales para que los activos del Banco Central de nuestro país gocen de la misma inmunidad frente a eventuales embargos de tribunales foráneos.
"Si contamos con una herramienta legal para que el Banco de Fomento de los Brics nos preste dinero sin problemas, éste será un requisito más que estemos cumpliendo para sumarnos al grupo", dijo a LA NACION un funcionario de la Cancillería.
Es obvio que la eventual incorporación de la Argentina a los Brics le abrirá al país muchas puertas. "Estar en los Brics no sólo mejorará la reputación de la Argentina, sino que habría un beneficio amplio por recibir más inversiones extranjeras", expresó a LA NACION Marcelo Elizondo, titular de la consultora Dirección de Negocios Internacionales.
Claro que no toda la realidad responde a los sueños de Cristina Kirchner. La invitación de Putin a la cumbre de los Brics no se extendió sólo a la Argentina. También irán a Brasil los presidentes de la Unasur. Y no hay seguridad plena hasta ahora de que los Brics quieran sumar algún país en estos momentos. El último que se sumó fue Sudáfrica y generó bastante polémica porque sus dimensiones de población y mercado no se ajustaban a los parámetros originales del Bric.
Según analistas internacionales, la idea de la cumbre de los Brics será consolidar una estructura financiera y comercial para darle mayor empuje al que hoy tiene este grupo.
De hecho, el presidente Putin expresó que vería con agrado una alianza estratégica de Rusia con la Argentina, pero aclaró que, "por ahora", el bloque de los Brics no tiene previsto aumentar.
Juan Gabriel Tokatlian, profesor máster en derecho internacional de la Universidad Di Tella, fue determinante: "Nada insinúa que haya una invitación especial para que la Argentina se asocie al grupo Brics.
Más allá del incremento de vínculos comerciales, financieros, energéticos y militares de la Argentina con China y Rusia, cualquier decisión de Brics de incrementar sus participantes activos depende, en el caso regional, de Brasil. Y no hay indicación alguna de que Brasil promueva tal iniciativa". Hay, incluso, quienes creen que esa decisión dependerá del resultado de las elecciones previstas para octubre en ese país.
Para el embajador Miguel Velloso, que integra el Consejo Académico Argentino-Chino, la estrategia de Pekín parecería estar más encaminada en ampliar sus lazos estratégicos en América latina que en ampliar los Brics.
Es probable que haya un gesto formal hacia la Argentina en la cumbre de Brasil. Pero no será su incorporación al bloque. En las declaraciones políticas de los encuentros con presidentes de la Unasur, se prevé un apoyo a Cristina Kirchner en su embestida contra los holdouts.
Pero estos posicionamientos se encuadran en los objetivos ocultos de China y Rusia: su búsqueda por lograr una mayor presencia en América latina para contrarrestar el poder de Estados Unidos..
Martes 29 de julio de 2014
Nuestra asimetría y dependencia ante los Brics
En el contexto de un profundo cambio en las relaciones de poder mundial, y ante la irrupción del bloque de los Brics
-Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, liderado por China, se ha
impuesto un escenario de disputa por la hegemonía política y económica
global, que plantea serios desafíos a la Argentina y América latina.
El
PBI de esas potencias representa el 25% de la economía mundial, y su
proyección para los próximos 25 años superaría el 40%. Pasaría así a ser
el primer bloque económico del mundo. La reciente creación del Banco de
Desarrollo de los Brics marca un punto de inflexión en la política
financiera de Occidente y revela el retroceso de la hegemonía
estadounidense a partir de la crisis económica de 2008.La errática e ineficaz política exterior del kirchnerismo, los problemas con Uruguay y Brasil en un debilitado Mercosur, su ingenua visión de la cuestión Malvinas, el lento avance de la Unasur y la actual crisis de los fondos buitre han puesto a nuestro país en una situación de aislamiento internacional. Ante esto, el Gobierno pareciera buscar una salida en los Brics. Pero el modo en que nos relacionamos con las potencias emergentes se resume en dos palabras: asimetría y dependencia. Estos países muestran un firme desarrollo con visión de largo plazo, y en sus estrategias nos definen como periferias proveedoras de materias primas y recursos estratégicos, al mejor estilo de la relación neocolonial del siglo XIX con Gran Bretaña.
En ese sentido, el intercambio comercial con China es paradigmático: exportamos materias primas en un 90% e importamos, en la misma proporción, productos industriales y tecnología -entre otros, material ferroviario que antes producíamos y exportábamos-, reforzando así un modelo extractivista de minería, soja y transgénicos con una creciente primarización de nuestra economía.
El ejemplo más acabado de ese modelo puede verse en la depredación de recursos en África y la pérdida de trabajo en México, donde el 55% de la población activa está en el sector informal y más de diez millones de campesinos fueron expulsados a la indigencia por la importación de transgénicos subsidiados desde Estados Unidos.
A su vez, a Rusia le vendemos aceites, cítricos, carnes o lácteos a cambio de aceites de petróleo, planos de acero o papel prensa, y su interés inversor se orienta hacia el sector nuclear, de infraestructura, militar y energético.
Como vemos, antes que una estrategia de inserción de nuestro país en un marco de alianzas que respondan a un proyecto estratégico, la participación argentina en la reunión de los Brics en Fortaleza se asemeja más bien a un manotazo de ahogado.
Las negociaciones con la Unión Europea en función de un tratado de libre comercio con el Mercosur, y las que se llevan adelante entre Estados Unidos y la Unión Europea para conformar el mayor polo económico de Occidente, con el 36% de PBI mundial, tienden a complementar la Alianza del Pacífico y el Nafta, integrado por México, Estados Unidos y Canadá. El objetivo es conformar una gran área geoestratégica destinada a compensar el poder y los mercados de los Brics. Esta alternativa también nos proyecta un futuro de proveedores de materias primas y mano de obra barata. Llama la atención la marginación, por parte de nuestra dirigencia política y empresarial, de un tema tan trascendente, del que depende buena parte de nuestro futuro económico y social.
Tales disyuntivas nos obligan a plantear un debate riguroso acerca de cómo nos insertamos en el mundo sin resignar nuestras posibilidades industriales y científico-técnicas. ¿Está decidida nuestra dirigencia a defender las potencialidades productivas del país? Es hora de enfrentar la derrota económica y cultural padecida en estas décadas y consensuar, entre los sectores políticos, sociales y empresariales, un gran proyecto estratégico que defienda nuestros bienes, nuestra industria, el trabajo y la inteligencia argentinas.
Jueves 17 de julio de 2014
Los Brics no liberarán fondos para la Argentina
Las nuevas estructuras financieras del grupo no asistirán a terceros países
BRASILIA (De un enviado especial).- Uno de los objetivos principales de Cristina Kirchner era negociar en esta cumbre una promesa de utilización de fondos del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics
para líneas de crédito para asistir a la Argentina en obras de
infraestructura, proyectos de desarrollo, o en el fortalecimiento de las
reservas del Banco Central, pero ese deseo deberá esperar por lo menos
dos años, según se pudo saber en los pasillos de Itamaraty.
La
expectativa del Gobierno era obtener un préstamo de 5000 millones de
dólares para el BCRA en medio de un contexto de recesión, alta inflación
y una crisis con los fondos buitre que podría terminar en default, como
admitió ayer la Presidenta.La propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encargó de poner paños fríos a esas especulaciones. "Esperamos con toda la generosidad a los países emergentes. Si la Argentina se beneficiará de ello, es algo que en el futuro se evaluará. Primero es necesario que la Argentina sea parte", dijo Rousseff, cuando le preguntaron periodistas de Brasil.
La creación del banco de fomento de los Brics en la cumbre de Fortaleza de anteayer fue la noticia más importante en los diarios de Brasil ayer. Los países miembros, Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica, aportarán 50.000 millones por partes iguales para proyectos de infraestructura, pero estarán dirigidos en principio a los países miembros de ese bloque o a sus empresas.
No serán para terceros países, aunque en una segunda etapa se destinarán a países emergentes.
En una estructura separada, se conformó el Acuerdo de Contingencias Financieras que tendrá 100.000 millones para asistir a países que sufran ataques especulativos o crisis financieras. Pero este proceso será más lento. Serán dos bancos alternativos al Banco Mundial y al FMI.
"Si la Argentina solicita, pero esto sigue siendo una situación hipotética, sólo estamos especulando, evaluaremos", agregó Rousseff.
Otros voceros de Itamaraty fueron menos diplomáticos. "No se habló nada de eso -señalaron- porque el banco de fomento estará listo recién en 2016".
No hay comentarios:
Publicar un comentario