miércoles, 26 de agosto de 2015

CORRUPCIÓN ARGENTINA 2002 "La Argentina es 10 veces más corrupta que Italia"


A una década del comienzo de Manos Limpias: entrevista al ex fiscal Antonio Di Pietro

"La Argentina es 10 veces más corrupta que Italia"

El magistrado, símbolo del operativo contra el financiamiento ilegal de los partidos, dijo que el poder político frenó su cruzada

ROMA.- A diez años del comienzo de Manos Limpias ( Mani Pulite ), la investigación judicial que revolucionó el escenario político de la península, reina la desilusión en Italia. La operación anticorrupción que sepultó a una clase política -que también se llamó Tangentópolis- despierta más cuestionamientos que certezas en cuanto a los cambios que produjo. Como aseguran los sondeos, aunque en menor grado, la corrupción sigue existiendo. Algo que también reconoció en una entrevista con LA NACION el ex fiscal Antonio Di Pietro, símbolo de ese período.
Al frente del famoso "pool" de jueces de Milán que sacó a la luz el financiamiento ilegal de los partidos políticos, Di Pietro, de 51 años, a fines de 1994 dejó la toga y bajó a la arena política. Ex héroe y hoy un político controvertido, líder del minoritario partido Italia de los Valores, Di Pietro acusa sin medias tintas al premier Silvio Berlusconi de haber frenado su cruzada anticorrupción.
-¿Qué significó para usted la operación Manos Limpias: una revolución judicial, una guerra civil o un golpe de Estado, como muchos dicen ahora?
-La investigación judicial no fue ni una revolución, ni una guerra civil, ni un golpe de Estado, ni una restauración. Fue simplemente el ejercicio debido de una acción penal, posible para una magistratura independiente. No fue un acto de heroísmo, sino el trabajo que le corresponde a un juez.
-El operativo Manos Limpias sigue provocando controversias y hasta parece estar en el banquillo de los acusados; ¿por qué?
-La anomalía no fue haber hecho esta investigación, sino haberla parado con actos de deslegitimación de los magistrados y con medidas legislativas que hicieron más difícil comprobar los delitos. No se combatió la causa de la corrupción, para que no se cometan más estos delitos, sino que se combatió a aquellos que indagaban sobre estos delitos.
-¿Quién frenó, y por qué, esta lucha contra la corrupción?
-Cuando descubrimos un fenómeno de corrupción política tan difuso, lo normal habría sido tomar medidas para alejar de la política a estos sujetos. Pero como eran muchos y todavía estaban en los ejes del poder político e institucional, jamás habrían tomado disposiciones en contra de sí mismos. Por ello, desde entonces intentaron hacer creer a la opinión pública que se trataba de una guerra civil, y no de una acción judicial. Pudieron hacerlo porque eran propietarios de potentes sistemas informativos, porque estaban en el Parlamento, porque eran grandes empresarios. ¿A quién me refiero? El primero en tratar de deslegitimar el rol de la magistratura fue Bettino Craxi (el difunto líder del Partido Socialista Italiano). Este intentó hacer creer que la magistratura lo perseguía por fines políticos. Pero la realidad es que Craxi fue condenado con varias sentencias por corrupción y financiamientos ilícitos. El segundo que intentó deslegitimar Manos Limpias fue Berlusconi, quien quiso hacer creer que la magistratura comenzó a indagarlo para detener su bajada a la arena política. Esto no es cierto, porque Berlusconi formalizó su entrada en política el 16 de enero de 1994, y antes de esa fecha la magistratura ya había procedido 27 veces contra él. Esto significa que la magistratura no lo indagó porque él comenzó a hacer política, sino que él comenzó a hacer política porque la magistratura lo indagaba. Y hay muchísimas otras personas, políticos y empresarios. Podría llenarle el diario de nombres y apellidos para hacerle entender que a niveles altísimos se intentaba frenar la operación Manos Limpias.
-Muchos acusan a Manos Limpias de haber sido, en realidad, una "caza de brujas" que respondía a un diseño político...
-Nadie puede decir, demostrar o afirmar que nosotros hemos respondido a un diseño político. Es más, hoy todos los que han afirmado algo así fueron condenados por calumnia y difamación. No puedo aceptar esta mistificación de la realidad, y quisiera recordar que hemos secuestrado unos mil millones de dólares. ¿Cree que saqué de mi sueldo este dinero para demostrar que había corrupción? Hubo centenares de personas que confesaron, hay miles y miles de condenasÉ ¿eso lo inventamos?
-¿Qué cambió en Italia en estos diez años? ¿La corrupción le ha ganado a Manos Limpias?
-Manos Limpias no ganó ni perdió. Si alguien piensa que le ha ganado a Manos Limpias, ha tenido una victoria pírrica, porque quien se queda sin justicia al final son los italianos. Quien seguramente fue derrotado por Manos Limpias es la política. La política tendría que haber tomado medidas para que aquellos que cometieron delitos fueran alejados, y no las tomó. La política tendría que haber tomado medidas para evitar estos delitos, y no las tomó. ¿Hoy ha recomenzado la corrupción? Yo sólo digo, especialmente a los italianos que viven en la Argentina: lo lamento. Lo lamento porque durante Manos Limpias yo estuve en la Argentina y en ese momento sentía el orgullo de ser italiano, de poder decir que habíamos sido el primer país de las democracias occidentales en el que la magistratura independiente había logrado hacer respetar la ley a todos, también a los poderosos y corruptos. Finalmente podíamos ir con la cabeza bien alta. Hoy nuestros conciudadanos en el exterior volvieron a sumergirse en la humillación, que no es fruto de la acción de los jueces, sino de la política.
-¿En Italia sigue la corrupción?
-La corrupción existe en todo el mundo. Hay corrupción en Francia, en Alemania, ni qué hablar en la Argentina, que es diez veces más corrupta que Italia, y hay que combatirla. ¿Después de Adán y Eva no existían Caín y Abel?É El problema es que no existen más los medios para combatirla en Italia, porque quien fue al gobierno (Silvio Berlusconi) es él mismo imputado por corrupción y no quiere hacerse procesar por los jueces.
-¿Usted qué les diría a los argentinos en este momento?
-En cierto sentido, bajo el aspecto moral, la realidad argentina es parecida a la italiana, pero amplificada. El problema es siempre el mismo: ¿por qué en la Argentina hay pocos ricos y demasiados pobres? Porque quienes estuvieron en el poder cometieron ilícitos. ¿Qué hay que hacer? En la Argentina hace falta una justicia independiente, el principio de obligatoriedad de la acción penal, un relanzamiento de la confianza hacia la política y también medidas que den serenidad económica. .
Por Elisabetta Piqué Corresponsal en Italia

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