Lunes 07 de octubre de 2013
Pastera
La marcha contra Botnia no pudo entrar en Uruguay
Fue frenada en Fray Bentos; amenazan con nuevos cortes de ruta
GUALEGUAYCHÚ.- Las autoridades uruguayas impidieron ayer que una masiva marcha de asambleístas entrerrianos ingresara en Fray Bentos
. Así, la protesta anunciada la semana pasada terminó finalmente en una
fuerte proclama contra la decisión del presidente José Mujica de
autorizar un aumento de la producción en la empresa UPM (ex Botnia) y la
velada amenaza de volver a los cortes de ruta.
Con la frontera
cerrada y el ofrecimiento de las autoridades uruguayas de dejar pasar
sólo a una reducida delegación, los asambleístas se quedaron en las
puertas de Fray Bentos. "Pasamos todos o no pasa nadie", contestó con la voz amplificada por el micrófono el asambleísta Juan Veronessi, en la cabecera del puente internacional.A metros del lugar, junto al edificio de la Aduana, las vallas y custodia militar uruguaya cerraban el paso a unas 4500 personas.
Los asambleístas recorrieron unos 35 kilómetros en unos 900 vehículos, según los cálculos de la Policía de Entre Ríos. De ese modo, la manifestación se concentró en la zona aledaña al sector aduanero, donde se leyó una proclama que retoma el reclamo principal del movimiento ambientalista de Gualeguaychú: que la pastera UPM (ex Botnia) cierre sus puertas y abandone la región.
El documento leído cuestionó también la decisión unilateral del gobierno de José Mujica de autorizar el incremento productivo de la fábrica de pasta de celulosa. Hubo además críticas al gobierno argentino, al que acusaron de ocultar datos de la contaminación y no protestar con decisión ante el vecino país.
De ese modo, el encuentro entre los asambleístas, el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, y el intendente del departamento uruguayo de Río Negro, Omar Lafluf, se frustró ante el rechazo de los entrerrianos de que crucen la frontera sólo 14 personas en cuatro autos.
Bahillo explicó a LA NACION que su decisión fue ajustarse a lo que resolvió la asamblea. "Ésta es una acción de la asamblea ambiental, no es institucional, y yo me ajusto a lo que decidan", explicó el intendente local que llegó a la cabecera del puente internacional acompañando a los asambleístas.
Una de las presencias que no pasaron inadvertidas ayer en la manifestación fue la del candidato a senador por Pro en Entre Ríos y referente opositor del campo, Alfredo de Angeli. "Yo no cambié mi posición contra la pastera desde que participábamos de las primeras acciones en 2006. Pero nadie quiere un corte de ruta. Si se llega a un corte de ruta es porque el gobierno argentino nunca tomó en serio el reclamo de Gualeguaychú. Una vez dijeron que la lucha contra Botnia era causa nacional y después el Gobierno mandó a procesar a decenas de asambleístas por los cortes", protestó el candidato de Pro. De ese modo, De Angeli buscó amenizar su posición con la del jefe del gobierno porteño y principal referente de su fuerza política, Mauricio Macri, que en medios entrerrianos se expresó en contra del piquete fronterizo.
Sin embargo, los asambleístas no tomaron todavía su última decisión. El miércoles realizarán una nueva asamblea pública en la plaza Urquiza, frente a la municipalidad local, donde decidirán cómo continuará la protesta. No descartan que haya nuevos cortes de ruta en el puente que une Uruguay y la Argentina.
La caravana de ayer por la ruta 136 y el puente internacional San Martín adoptó el clásico colorido que le aportan las banderas argentinas, las blanquicelestes, atravesadas por una franja roja, que es la insignia de Entre Ríos y de la de la liga federal liderada por José Gervasio Artigas, y por las banderas uruguayas.
A unos 300 metros del lugar donde se concentró la protesta, sobre el margen del río Uruguay, las seis chimeneas de UPM esparcían un humo grisáceo.
Poco antes de que comience la manifestación, el gobierno de Entre Ríos emitió un comunicado en el que sostiene que el incremento productivo permitido por Uruguay "en verdad reconoce niveles de producción ya alcanzados, por encima del tope legal". Y citando registros aduaneros del propio Uruguay indicó que la planta de UPM se excedió en 50.597 toneladas en 2009; 97.407 en 2010; 96.880 en 2011; 88.124 en 2012, y 74.410 toneladas hasta septiembre de 2013.
De ese modo se introdujo en el río binacional "mayor cantidad de sustancias, energía y contaminación, en desacato a todas las normas". Precisamente, en la proclama que leyeron los asambleístas ayer acusaron al canciller Héctor Timerman por haber reconocido "tardíamente los índices de contaminación" y ocultar datos
Lunes 07 de octubre de 2013
Mujica busca reflotar la agenda bilateral
El mandatario uruguayo quiere dar por superado el conflicto con la Argentina por Botnia
MONTEVIDEO.- La autorización de mayor producción de celulosa
ya es pasado y ahora el foco de preocupación de Uruguay está puesto en
el resto de la agenda bilateral pendiente con la Argentina.
Así, el gobierno de José Mujica encara una nueva etapa de relacionamiento con la Argentina, luego de que su estrategia de gestos amistosos no fue útil para obtener que la administración kirchnerista lo acompañara en su decisión de ampliar la producción de la pastera.El presidente Mujica reunirá hoy a su Consejo de Ministros y algunos miembros del gabinete para evaluar los informes sobre cuestiones pendientes de resolución con la Argentina. El vicepresidente Danilo Astori dijo anoche que la expectativa está puesta en que se mantenga un diálogo abierto y que el caso de UPM, sobre el que no se logró acuerdo, pueda quedar encapsulado. Consultado sobre las señales políticas que percibe, Astori dijo que prefería ser cauteloso y contribuir a generar un mejor clima entre los dos gobiernos.
Mujica pidió a algunos funcionarios que habían hecho declaraciones sobre el tema que mantuvieran silencio y que no respondieran a la Argentina públicamente, para no quedar prisioneros de una escalada de cruces, críticas y reproches.
Astori dijo que valoraba que de ambos lados del Río de la Plata se veía cierta "baja de temperatura" en las declaraciones y que eso era necesario para seguir adelante.
Uno de los objetivos más importantes de la diplomacia oriental está en las obras de dragado del canal Martín García en el Río de la Plata, tanto para el mantenimiento como para el aumento de la profundización del calado, que permita la navegación de barcos que hoy tienen dificultades para transitar con mercadería por esa zona.
Tras años de estancamiento, el canciller uruguayo Luis Almagro anunció que se logró un principio de acuerdo para que las obras de dragado se hagan en forma conjunta y sin contratar empresa para ello. Empero, el acuerdo aparecía frágil para la oposición política e incluso para sectores de la interna del oficialismo.
También en asuntos portuarios, el gobierno oriental pretende destrabar la discusión sobre obras de infraestructura en Nueva Palmira, que la delegación argentina no avala en la comisión bilateral conjunta que administra el río Uruguay.
Por otra parte, la semana pasada Uruguay firmó el contrato con la compañía francesa GDF-Suez para construir una planta regasificadora que pretende exportar gas a la Argentina..
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