martes, 19 de mayo de 2015

ARGENTINA 2000 DE LA RUA RENOVÓ GABINETE


El Presidente retomó la iniciativa: sorpresa por algunas decisiones

De la Rúa renovó el gabinete y le dio más poder a Machinea

Disolvió el Ministerio de Infraestructura, que pasó al área de Economía; Chrystian Colombo es el nuevo jefe de Gabinete y Flamarique pasó a la Secretaría General de la Presidencia; Patricia Bullrich, a Trabajo, y Jorge de la Rúa, a Justicia.

En la primera renovación de su gabinete, a diez meses de haber asumido el cargo, el presidente Fernando de la Rúa cambió al jefe de Gabinete, a los ministros de Justicia y de Trabajo y al secretario general de la Presidencia, al tiempo que dio más poder al ministro de Economía, al volver a colocar bajo su órbita el área de Infraestructura.
Para esto último disolvió el ministerio hasta ayer conducido por su amigo Nicolás Gallo, quien dejó el Gobierno con evidente malestar, que hizo público mediante una carta en la que afirma "no comprender" las razones de De la Rúa.
El nuevo jefe de Gabinete es Chrystian Colombo, que dejó vacante la presidencia del Banco Nación. Su incorporación al gabinete intenta ser, con la fusión de Infraestructura y Economía, una señal hacia los mercados y los inversores.
El Presidente retuvo a los dos funcionarios cuestionados por el escándalo del Senado: Fernando de Santibañes seguirá en la SIDE y Alberto Flamarique pasó a ser secretario general de la Presidencia, en lugar de Jorge de la Rúa, que asumió como ministro de Justicia. Patricia Bullrich reemplazó a Flamarique en Trabajo.
Ricardo Gil Lavedra, ex titular de la cartera de Justicia, abandonó la administración delarruista, al igual que Rodolfo Terragno, hasta ayer jefe de Gabinete.
La reforma en Economía incluyó, además, el pase de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a la Jefatura de Gabinete que conducirá Colombo. La negativa de Ricardo López Murphy impidió que el organismo se convirtiera en ministerio.
Se esperan más cambios en las segundas líneas del Gobierno y una reforma de la ley de ministerios. La Secretaría de Turismo ascenderá a ese nivel.
De la Rúa logró conservar el efecto sorpresa: los ministros salientes sólo se enteraron de que se iban cuando el Presidente se los comunicó ayer. .
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
 
 
Editorial I

Hacia un gobierno más homogéneo


CUANDO todavía no se han cumplido diez meses desde el comienzo de su gestión, el presidente de la República ha producido diversos cambios en su elenco ministerial, con la finalidad -según ha expresado- de dinamizar su acción de gobierno. La designación de un nuevo jefe de Gabinete y el reemplazo de los ministros de Justicia y de Trabajo, más la integración de lo que hasta ahora constituyó la cartera de Infraestructura en la órbita de Economía hacen suponer que se ha iniciado una nueva etapa política en el gobierno que asumió sus funciones el 10 de diciembre último.
La recomposición del gabinete llega en un momento delicado de la vida pública argentina. Afectado por un proceso de recesión económica que sigue condicionando negativamente su evolución, enfrentado a problemas sociales que no han encontrado todavía una respuesta satisfactoria (como la persistencia del fenómeno del desempleo o la sensación de inseguridad que experimenta la población ante los embates de la delincuencia), decepcionado políticamente por el escándalo en que se ha visto envuelto el Senado de la Nación, el país necesita imperiosamente señales que le permitan recuperar la esperanza de que el futuro le reservará horas mejores.
A esa finalidad apunta, seguramente, el cambio promovido por el Presidente. La ciudadanía desea que la nueva composición del gabinete le otorgue al Gobierno lo que hasta ahora le ha estado faltando: unidad y homogeneidad de criterios en los principales niveles de conducción, fortalecimiento del liderazgo presidencial, mayor empuje y decisión en el diseño y la ejecución de las políticas, capacidad para infundir convicción a la ciudadanía acerca de la potencial eficacia de la gestión en curso y de las medidas que se adoptan en las diferentes áreas.
Un aspecto sin duda positivo de la renovación que el primer magistrado ha producido es el que tiende a fortalecer la unidad de las estrategias para el saneamiento y la expansión de la economía. Al concentrar en las manos del ministro José Luis Machinea todo lo relacionado con el impulso a las obras de infraestructura, unificando dos ministerios que solían aparecer alentando visiones diferentes sobre el énfasis que debía ponerse en ese campo, el jefe del Estado ha eliminado un desgastante frente de debate interno.
Es probable que los planes de obra pública adquieran ahora, aunque en un principio pueda parecer paradójico, mayor viabilidad y relevancia, ya que existirá la posibilidad de que se resuelvan con mayor unidad de pensamiento las tensiones que inevitablemente se plantean entre los esfuerzos por mantener la disciplina fiscal y la necesidad de promover el crecimiento.
La unificación de las carteras de Economía y deInfraestructura no debe ser vista solamente como un paso hacia un reordenamiento mejor y más realista de la estructura ministerial. Debe ser valorizada también en lo que significa como una señal dirigida a los mercados y al foro internacional respecto de la decisión y el énfasis con que el Gobierno está apostando a la racionalidad en el manejo de la economía.
Sin desconocer que algunos desplazamientos pueden dar la idea de que en la redistribución de cargos se ha premiado en algún caso a quien no lo merecía, los cambios dispuestos por el Presidente encierran una invitación a mirar el horizonte con el ánimo bien templado.
Es de desear que la responsabilidad de la lucha contra la evasión impositiva -que en la nueva estructura pasaría a la órbita de la Jefatura de Gabinete- arroje en plazo no lejano los frutos que la sociedad espera.
Pero, fundamentalmente, lo que debe desearse es la puesta en marcha de una acción de gobierno vigorosa, en la que el jefe del Estado esté acompañado por un equipo ministerial más armonioso, más dinámico y plenamente convencido de que el rumbo estratégico elegido es exactamente el que los argentinos están necesitando. .

No hay comentarios:

Publicar un comentario