Es el mismo tatuador de Tinelli y Maradona
Aníbal Fernández se tatuó con un profesional vip
Arremangado y con corbata Hermès.
Así se paró sobre el escenario del Teatro Gran Rex para cerrar su
campaña para las PASO, que hoy definirán si resulta elegido candidato
del oficialismo para competir en octubre por la gobernación de la
provincia de Buenos Aires. Pero, para sumarle épica peronista, ya frente
al estrado Aníbal Fernández comenzó a arremangarse y quedaron al
descubierto los tatuajes que tiene en los antebrazos.
Estos días tuvieron al jefe de Gabinete dando explicaciones sobre lo que Jorge Lanata mostró en su programa de televisión el domingo 2 de agosto, declarando cómo accionará judicialmente contra el ciclo, contra el periodista y también contra Elisa Carrió. Por eso el cierre de campaña también tenía una carga especial. Pero de eso ya trataron los medios en los días posteriores al acto.
Se sabe que aun los más reticentes a seguir un guión en un acto de campaña entienden que la espontaneidad natural no está reñida con sugerencias “actorales” o de manejo vocal y gestual. Por eso, que el jefe de Gabinete descubriera de esa manera sus brazos dejando a la vista sus dos tatuajes puede ser interpretado como un metamensaje similar al uso de las zapatillas All Star que Macri tenía en el festejo de las PASO porteñas, o al cambio de la corbata naranja por una celeste por parte de Scioli cuando dio su primer discurso como candidato ungido por el oficialismo.
A veces, con algo de sorna o ironía, se dice que quien se tatúa a los 50 busca mostrarse más joven aun cuando el motivo de dibujarse la piel sea una cuestión afectiva.
Esta última fue la razón que movió a Fernández a hacérselos, según relató a PERFIL Mariano Antonio, su tatuador. “Vino a mediados de 2012 y se hizo dos soles. Son los mismos tatuajes que tienen sus dos hijos. Aunque cada sol presenta diferencias, no significan nada en especial, son algo meramente estético. Sí se los hizo bastante grandes, de entre cinco y seis centímetros”, explicó Antonio, uno de los elegidos por artistas, músicos y deportistas. “El tipo es buena onda, de esos que lo que menos pensás es que se van a tatuar. Me llamó unos días antes porque quería venir y lo hizo tempranito, antes de que abriera el local. Estuvimos los dos solos, no había nadie en el negocio. Es muy sociable e inteligente, muy macanudo. Yo soy apolítico, ni a favor ni en contra, y él me resultó muy agradable. En una nota de Noticias mencioné que lo había tatuado. Y la vez pasada me llamó por teléfono para mandarme una clienta y me agradeció por haberlo mencionado en esa nota”.
Estos días tuvieron al jefe de Gabinete dando explicaciones sobre lo que Jorge Lanata mostró en su programa de televisión el domingo 2 de agosto, declarando cómo accionará judicialmente contra el ciclo, contra el periodista y también contra Elisa Carrió. Por eso el cierre de campaña también tenía una carga especial. Pero de eso ya trataron los medios en los días posteriores al acto.
Se sabe que aun los más reticentes a seguir un guión en un acto de campaña entienden que la espontaneidad natural no está reñida con sugerencias “actorales” o de manejo vocal y gestual. Por eso, que el jefe de Gabinete descubriera de esa manera sus brazos dejando a la vista sus dos tatuajes puede ser interpretado como un metamensaje similar al uso de las zapatillas All Star que Macri tenía en el festejo de las PASO porteñas, o al cambio de la corbata naranja por una celeste por parte de Scioli cuando dio su primer discurso como candidato ungido por el oficialismo.
A veces, con algo de sorna o ironía, se dice que quien se tatúa a los 50 busca mostrarse más joven aun cuando el motivo de dibujarse la piel sea una cuestión afectiva.
Esta última fue la razón que movió a Fernández a hacérselos, según relató a PERFIL Mariano Antonio, su tatuador. “Vino a mediados de 2012 y se hizo dos soles. Son los mismos tatuajes que tienen sus dos hijos. Aunque cada sol presenta diferencias, no significan nada en especial, son algo meramente estético. Sí se los hizo bastante grandes, de entre cinco y seis centímetros”, explicó Antonio, uno de los elegidos por artistas, músicos y deportistas. “El tipo es buena onda, de esos que lo que menos pensás es que se van a tatuar. Me llamó unos días antes porque quería venir y lo hizo tempranito, antes de que abriera el local. Estuvimos los dos solos, no había nadie en el negocio. Es muy sociable e inteligente, muy macanudo. Yo soy apolítico, ni a favor ni en contra, y él me resultó muy agradable. En una nota de Noticias mencioné que lo había tatuado. Y la vez pasada me llamó por teléfono para mandarme una clienta y me agradeció por haberlo mencionado en esa nota”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario