Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 17 de julio de 2003
La gira del Presidente
Prometió Chirac más inversiones francesas
Kirchner encontró en París un fuerte aval a la Argentina
PARIS.- En las escaleras del Palacio del Elíseo, los dos presidentes
sonreían. Uno más que el otro. Es que, claramente, uno estaba más
contento que el otro.
Néstor Kirchner había escuchado de boca de Jacques Chirac más de lo que
esperaba de ese encuentro. Le confió que las empresas francesas que
invirtieron en la Argentina no sólo no se irán del país, sino que,
además, impulsarán nuevas inversiones, y le expresó el total apoyo de
Francia para mediar en la negociación con el Fondo Monetario
Internacional con el fin de obtener un rápido y conveniente acuerdo con
el organismo.
El Presidente no tardó en llevar a las palabras la expresión de su rostro: "Fue un encuentro excepcional. Chirac se comprometió a apoyar con toda la fuerza la reinserción de la Argentina en el mundo y de ayudar a su reconstrucción económica", dijo en el peñón del palacio, mientras la guardia de honor republicana le ponía un marco colorido a la tardecita parisiense.
El primero de los hechos concretos fue la confirmación, por parte del mandatario francés, de que enviará a su ministro de Economía, Francis Mer, a Buenos Aires el 25 del actual para que se reúna con su par Roberto Lavagna. Chirac lo presentó como un hombre muy influyente en el Fondo, según dos fuentes de la comitiva argentina que participaron de la reunión.
Con esto, Kirchner completa una semana en la que logró el respaldo para llegar a un acuerdo con los organismos internacionales de tres potencias europeas como son el Reino Unido, Alemania y Francia, además de Canadá, otro miembro del G-7, el grupo de países más fuertes del mundo, y de la Unión Europea.
Chirac trató de llevarle optimismo al Gobierno. Le dijo a Kirchner que las empresas francesas no se fueron de la Argentina en los peores momentos de la crisis institucional, económica y social y que, por lo tanto, no lo habrán en esta etapa nueva. Eso sí, le deslizó que las tarifas están "un poco congeladas", relató un testigo del encuentro.
Kirchner no dejó de pasar el aviso de que durante mucho tiempo las empresas concesionarias de servicios públicos en la Argentina transaron con el poder de turno. Hubo, sin embargo, otro dato positivo: Chirac admitió que ahora, con la leve reactivación económica, crecieron los niveles de cobrabilidad. Cuanto mejor sea la salud de la Argentina, mejor será para los inversores.
Antes de pasar a otro tema, Kirchner admitió que la devaluación había sido un golpe para las compañías.
Por la mañana, Lavagna se había reunido con empresarios que hicieron saber, tras el encuentro con el ministro, su decepción por la ausencia de Kirchner."Estuve con 150 empresarios esta mañana. Tanto acá como durante la gira hubo escasa mención al tema de las tarifas. Solamente hoy (por ayer) la empresa Suez -titular de Aguas Argentinas- lo planteó, pero muy débilmente", dijo Lavagna tras el desayuno de trabajo.
Amplia concurrencia
En el palacio del Elíseo, además del Presidente y su esposa, la senadora Cristina Fernández, estuvieron el canciller Rafael Bielsa y el ministro Lavagna, el jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, y el gobernador de Santa Cruz, Héctor Icazuriaga."°Qué suerte, tengo en la misma reunión al Poder Ejecutivo argentino a una representante del Poder Legislativo!", reflexionó Chirac. La primera dama le dijo que ella había llegado hasta allí para acompañar a su esposo, el Presidente.
El encuentro duró una hora y cuarto y en un clima de total calidez, el anfitrión se lució como un conocedor de la situación interna argentina.
Le pidió a Kirchner que siga trabajando en el tema de los derechos humanos y en el restablecimiento de la Justicia y la seguridad jurídica. El Presidente aprovechó para dejarle en claro que son tres objetivos centrales de su gestión.
Desde la llegada de la comitiva argentina sólo se observaron gestos de absoluta cordialidad de parte del anfitrión. En el camino hacia el lugar de reunión, una vez dentro del Elíseo, el presidente Chirac hizo una especie de visita guiada. Les mostró las salas que sirvieron de oficina de Charles De Gaulle y de François Mitterrand.
Chirac recomendó fortalecer el Mercosur porque, dijo, es vital para poder negociar con fuerza ya sea con Europa como con el resto del mundo. "Trabajen con Lula (en alusión al presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva)". Le dio pie a Kirchner para que explicara que se avanzó mucho en la integración con Brasil en estos últimos encuentros que tuvieron y que está en marcha un trabajo bilateral estructural.
Europa no le prestó a América latina la atención que esa región necesita, dijo Chirac, y agregó que éste es un buen momento para hacerlo.
Hubo tiempo para chanzas. Cuando Chirac comentó lo del viaje de su ministro a Buenos Aires dijo que lo envidiaba mucho porque iba a comer la mejor carne "de res". El Presidente se jactó de lo suyo, pero aclaró que no era imparcial en ese tema. "El día que pruebe el cordero patagónico se olvida de la carne de res", dijo, en medio de sonrisas. Y selló todo con la promesa de envío de corderitos para que Chirac lo compruebe. Parece que serán cuatro. .
Por Alejandro Di Lázzaro Enviado especial
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