Viernes 23 de julio de 2004
La gira presidencial: negociaciones económicas con La Paz
La Argentina incrementará la importación de gas de Bolivia
TARIJA, Bolivia.- En medio de las imponentes y coloridas sierras y al
borde del zigzagueante río Guadalquivir, el presidente Néstor Kirchner
le dio un rotundo respaldo político a su par de Bolivia, Carlos Mesa, y
bajo un sol de mediodía, con 20 grados, selló diversos convenios por los
cuales el gobierno boliviano, entre otras cosas, incrementará de 4
millones a 6,5 millones de metros cúbicos diarios las exportaciones de
gas a la Argentina.
Por la tarde, Kirchner partió en el Tango 01 hacia Venezuela. Anoche
aterrizó en la isla Margarita, donde clausurará la rueda de negocios
junto con el presidente Hugo Chávez, con quien cerrará otros negocios.
La política de hidrocarburos y energía está en el centro de la gira presidencial por Bolivia y Venezuela. El gas natural, de movida, se ha vuelto vital como el agua para nuestro país con deficiencias energéticas.
El acuerdo Carta de Intención Kirchner-Mesa, firmado en el lujoso hotel Los Parrales, también autorizó a acelerar el proyecto de construcción del Gasoducto del Nordeste Argentino, que potenciaría el envío de gas natural hacia nuestro país. A mediano plazo, se exportarían 30 millones de metros cúbicos por día, en 2006. "Es importante porque va a traer empleo, obra pública, energía y gas natural a todas las provincias de la zona", dijo Kirchner a LA NACION.
Sin embargo, para comenzar la construcción de este gasoducto maestro -cuyas obras estarían a cargo de la empresa Techint- el gobierno boliviano necesita obligatoriamente que se sancione en el Parlamento de este país la nueva ley de hidrocarburos sobre la base de las cinco propuestas que fueron respaldadas masivamente en el referéndum del domingo último, en un claro respaldo a Mesa.
El líder cocalero Evo Morales deambuló ayer por Tarija para difundir su oposición a la obra y a la exportación masiva de gas a la Argentina (de lo que se informa por separado).
"Los convenios que firmamos ahora no son más que la ratificación de lo que Kirchner y Mesa firmaron el 21 de abril último", dijo una alta fuente presidencial a bordo del Tango 01. "Más que nada, el Presidente vino a darle un fuerte impulso político a Mesa luego del referéndum", agregó.
De la gira participaron la senadora Cristina de Kirchner; el canciller Rafael Bielsa; los ministros Ginés González García (Salud) y José Pampuro (Defensa), y los gobernadores Felipe Solá (Buenos Aires) y Eduardo Fellner (Jujuy). Fellner negocia, en rigor, la aceleración de obras clave para la infraestructura de su provincia; entre ellas, un ferrocarril de San Salvador de Jujuy a La Quiaca.
Central termoeléctrica
Un tercer punto de la Carta de Intención firmada por Kirchner y Mesa consiste en la instalación de una central termoeléctrica en el sur de Bolivia. "Los bolivianos quieren negociar con Kirchner cooperación argentina para poder industrializar el gas y no vender sólo la materia prima", dijo un miembro del gobierno argentino. De esta manera, Mesa incrementaría el abastecimiento al mercado interno y las exportaciones con valor agregado.Ambos mandatarios deslizaron además la posibilidad de que Bolivia se sume a la nueva empresa mixta de hidrocarburos Petrosur, emprendimiento estatal conjunto entre Petróleos de Venezuela (Pdevesa) y la futura Enarsa de la Argentina. "Es una posibilidad que estamos analizando, pero que todavía no está definida", dijo Kirchner a LA NACION. Mesa indicó a este diario que "existe predisposición del gobierno boliviano a participar".
Por la tarde, Kirchner y Mesa encabezaron un acto en la plaza central de esta ciudad. Ante unas 2000 personas, el Presidente agradeció la exportación del gas boliviano, por considerarla "un gesto de hermandad en un momento de muchas dificultades".
"Tenemos que construir una voz con fuerza latinoamericanista para recuperar la voz del pueblo perdido", dijo Kirchner, luego de felicitar a los bolivianos por el referéndum.
La gira, aunque no lo dicen en la Casa Rosada, contiene un gesto implícito hacia los Estados Unidos. Kirchner busca mostrarse como un líder latinoamericano que, más allá de sus asperezas para negociar la deuda externa, aporta actitudes en favor de la estabilidad democrática de la región, propósito explícito de Washington.
En el proceso boliviano, la Casa Blanca temía que Evo Morales creciera en popularidad, algo que quedó superado por el referéndum. El gesto político de Kirchner hacia Mesa es una señal positiva para el gobierno de Bush.
Imparcialidad
En cuanto a Venezuela, Kirchner también procura mostrarse como un garante de imparcialidad y transparencia en el proceso del referéndum que se hará el 15 de agosto por la revocatoria del mandato de Chávez.Es cierto que el Presidente tendrá un encuentro amistoso y tenderá puentes comerciales y económicos poderosos con el líder venezolano, pero no dejará hoy de visitar a la dispersa oposición venezolana, señal necesaria para que la visita no aparezca teñida de una intromisión en los asuntos internos.
Con todo, Kirchner sabe -y hasta desea secretamente- que Chávez salga airoso de la contienda electoral.
De lo contrario, presiente, no podrá avanzar en los grandes negocios que diseña: la constitución de Petrosur; la alianza de contenidos entre Canal 7, de nuestro país, y el Canal 8 venezolano, y la millonaria reparación y construcción de buques tanqueros petroleros de Pdevesa en el Astillero Río Santiago, de Ensenada. .
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