Martes 05 de agosto de 2014
Integración de dos caras
Cumbres declarativas versus comisiones que gestionan
Los TLC recomponen su imagen frente a deterioradas organizaciones de integración regional
Las
crisis que vienen padeciendo varias organizaciones de integración
subregional en América latina (SICA, Caricom, CAN, Mercosur) se reflejan
tanto en el deterioro institucional de sus estructuras internas como en
la vaciedad de las declaraciones emitidas por los jefes de Estado de
los países miembros cuando confluyen en las respectivas "cumbres".
Simultáneamente
siguen multiplicándose los tratados bilaterales y plurilaterales
denominados "de libre comercio" (TLC) que administran minuciosamente las
relaciones económicas y comerciales hacia dentro y hacia fuera de la
región.Entre las informaciones más recientes acerca de las expectativas de países latinoamericanos para formalizar nuevos TLC merecen destacarse dos de ellas: a fines de mayo se llevó a cabo la primera ronda de tratativas entre Chile e Indonesia, siendo éste último el país con la economía más potente del sudeste asiático y una población cercana a los 250 millones de habitantes; y a comienzos de julio se informó en Lima que el Ministerio de Comercio Exterior de India había invitado a su homólogo del Perú para iniciar conversaciones con vistas a un TLC.
Pese a su mala reputación, los TLC constituyen sistemas normativos que en la práctica pueden resultar útiles a fin de compatibilizar y así minimizar los efectos adversos de la economía global sobre las poblaciones y mercados nacionales. De ello dan cuenta numerosas figuras incorporadas en los tratados: desde profusas regulaciones normativas hasta las extensas nóminas de productos y servicios exceptuados de los compromisos de liberalización comercial; diversas modalidades para encuadrar reservas de mercado; requisitos específicos de origen; y requisitos e incentivos de desempeño.
Pero los TLC no se agotan en dichas regulaciones y nóminas, porque a partir de los compromisos contraídos prevén una gimnasia de concertación permanente.
Es así que para cada materia negociada debe actuar un comité o foro dotado de competencias específicas, culminando esta estructura institucional en el vértice representado por una comisión que opera como el órgano principal de aplicación del Tratado. Las reuniones efectuadas en el marco de este órgano principal suelen coincidir con las de algunos comités. Prescinden de los discursos altisonantes y se concentran sobre las arduas tareas de implementación. Por tal motivo quizá no merezcan portadas en los medios de prensa.
Entre los últimos encuentros de mayor significación cabe citar a los siguientes: primera reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado entre Panamá y Estados Unidos (Panamá, 28 de mayo); primera reunión del Consejo de Administración del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (San Pedro Sula, Honduras, 27 de junio); una nueva reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado entre Chile y Estados Unidos (2 y 3 de junio); y quinta reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado entre Chile y China (5 y 6 de junio).
Conviene advertir que debido a las características del entramado económico internacional las decisiones adoptadas dentro de estos marcos bilaterales pueden incidir sobre las relaciones comerciales de cada una de las Partes con terceros países. Por ejemplo, tanto en los encuentros Chile-Estados Unidos como Chile-China se abordaron temas relativos al régimen de origen de las mercancías.
En el primer caso fueron suscriptas directrices que facilitarán la interpretación, aplicación y administración de dicha normativa bilateral; y en el segundo caso comenzó a examinarse la posibilidad de fijar un mecanismo de certificación electrónica, tema de especial interés para Chile que ya lo venía aplicando en el comercio con Colombia y que recientemente adoptó un procedimiento similar con Ecuador, además de estar prevista su adopción para las transacciones reguladas en los acuerdos frente a Costa Rica y Corea del Sur.
El autor es miembro del Instituto de Integración Latinoamericana de la Universidad Nacional de La Plata
No hay comentarios:
Publicar un comentario