Diario "La Nación". Buenos Aires, Lunes 11 de octubre de 2010
La Asamblea del Fondo y el Banco Mundial / Entrevista con el economista del IFI
"Negarse a la misión del FMI es ridículo"
Philip Suttle dice que "es como no querer ir al médico para que no le diga a uno qué enfermedades tiene"
WASHINGTON.- "No se puede tener crédito de largo plazo con alta
inflación." Tajante, aunque amable, Philip Suttle, el economista que
representa a los principales bancos internacionales, consideró que
controlar la suba de precios es clave para que el Gobierno pueda
expandir los préstamos al sector productivo.
En una entrevista con LA NACION desarrollada en su modesta oficina del
Instituto de Finanzas Internacionales, que integran también bancos
radicados en la Argentina, Suttle consideró "ridícula" la negativa del
Gobierno de realizar la consulta del artículo IV ante el staff del FMI.
"Es como negarse a que el médico le diga a uno qué enfermedades tiene",
indicó este respetado analista, que consideró que el pago de la deuda
con reservas genera, justamente, más inflación.
Pese a su parsimonia, se permitió una broma, al expresar que, para que EE.UU. pueda evitar la deflación y generar algo de inflación artificial, sería una buena idea traer a algún funcionario argentino.
-¿Qué incentivo tiene el Gobierno de arreglar sus deudas pendientes y volver al mercado, si ahora la economía crece y también la imagen de los Kirchner?
-Sería inteligente tomar ventaja de este buen contexto para que la economía siga creciendo, saldando deudas, acercándose al FMI y sincerando la inflación real; la Argentina sufrió en el pasado los efectos de cerrarse, así como en los 90, de hacer todo lo contrario. Pero parece que los Kirchner actúan de manera muy procíclica.
-¿Cuestiona la política de los 90?
-No hay que ocuparse sólo de bajar la inflación; la convertibilidad era una herramienta, nada más, pero hay que tener objetivos múltiples en un gobierno.
-¿Qué puede llevar a que el Gobierno acepte la misión del FMI?
-Negarse a hacerlo es ridículo. Es como no querer ir al médico para que no le diga a uno qué enfermedades tiene. El médico no las transmite, sólo las diagnostica. A la vez, es paradójico querer estar en el G-20 para sacarse fotos y luego negarse a hacer lo que hacen los demás.
-Aún así, ¿puede el país conseguir más inversión externa?
-Sí, porque este ciclo para los emergentes es el mejor de la historia, por el precio de las materias primas y las tasas de interés casi en cero. Además, bajó la percepción de riesgo sobre los países emergentes.
-¿Cómo se logra más crédito de largo plazo para las empresas?
-Con estabilidad en el sistema y baja inflación. Brasil es un ejemplo claro. No se puede tener mucho crédito con alta inflación.
-El Gobierno justifica el uso de reservas para pagar deuda diciendo que cumple sus compromisos y las reservas siguen creciendo.
-Sí, pero genera mayor emisión monetaria. La Fed está haciendo algo parecido, pero acá la expectativa es de deflación, y en la Argentina es lo contrario, por lo que no es sensato seguir usando ese mecanismo.
-¿Cómo lograría bajar la tasa de interés el Gobierno?
-Pagándoles a todos sus acreedores que esperan desde 2001.
-¿Comparte la idea de que el sistema financiero es el talón de Aquiles de esta crisis, que formuló el jefe del FMI?
-Sí, es verdad. Esta crisis empezó en el mercado inmobiliario de Estados Unidos, pero luego se transmitió a los bancos y, finalmente, a la deuda soberana. Pero ahora nuevamente la duda tiene que ver con la salud del sistema financiero, que siempre es la polea de transmisión de la economía. Y a la vez, es verdad que los bancos tuvieron responsabilidad en esta crisis, pero ya es demasiado tarde para culparlos.
-Funcionarios de la Reserva Federal declararon esta semana que a Estados Unidos no le vendría mal un poco de inflación?
-Es así, pero es difícil crear inflación en estas condiciones. Podríamos llamar a algún funcionario argentino [se ríe con ganas] para ayudarnos. Al mismo tiempo, la idea de fomentar fuerte el consumo, como antes de la crisis, no resulta acertada, porque esto sería cometer el mismo error dos veces.
-¿Queda margen para hacer entonces una política monetaria más expansiva?
-Sí, creo que una de las motivaciones del gobierno es tratar de volver al país más competitivo, debilitando el valor del dólar a nivel internacional. Por eso se habla de guerra de divisas.
-¿Esa será una solución u otra fuente de problemas?
-Sin dudas, lo que hay que hacer es lo contrario: cooperar y coordinar entre cuatro o cinco países con mucho liderazgo.
-¿El G-20 no es el ámbito adecuado?
-No, es demasiado grande.
-¿Coincide con la idea de que para Barack Obama será más complicado actuar en esa dirección luego de las elecciones?
-Sí, por eso hay que apurarse. La administración fue demasiado lenta en mostrar su liderazgo, dentro y fuera del país. .
Martín Kanenguiser Enviado especial
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