Diario "La Nación". Buenos Aires, Sábado 20 de diciembre de 2003
Incidente diplomático: se desactiva el conflicto con la Argentina
Uruguay no envía al marino cuestionado
Fue la salida que encontró el gobierno de Batlle ante las críticas por la designación del agregado naval en Buenos Aires
MONTEVIDEO.- El gobierno uruguayo procuró ayer desactivar el diferendo
con la Argentina mediante un comunicado oficial en el que se indicó que
las declaraciones que molestaron al gobierno de Néstor Kirchner fueron
hechas por "ciudadanos que no revisten la calidad de representantes del
Estado" y en el que se puso énfasis en el "afecto entrañable" y las
"raíces históricas" que hay entre los pueblos del Río de la Plata.
Respecto de la designación del actual prefecto del Puerto de Punta del
Este, Juan Craigdallie, como agregado naval para la embajada uruguaya en
la Argentina, la solución se centraría en la renuncia del capitán de
navío cuestionado, cuya asunción estaba prevista para marzo próximo.
Si bien el diferendo parece superado, el ánimo de los más altos funcionarios de la administración de Jorge Batlle no luce muy amistoso con sus pares argentinos. Molestó a las autoridades la interpretación que el canciller argentino Rafael Bielsa hizo ayer por la tarde sobre la declaración uruguaya, como si eso hubiera sido una rectificación de los dichos del asesor presidencial Carlos Ramela.
Desde temprano, las autoridades buscaron la forma de quitar presión al problema, pero era visible el malestar cuando recibían noticias de Buenos Aires con declaraciones del secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, o del jefe de Gabinete, Alberto Fernández (ver aparte).
"A título personal"
Batlle no fue a la Casa de Gobierno sino que reunió en la Residencia del Prado al secretario de Presidencia, Raúl Lago; al canciller interino, Guillermo Valles, y al propio Ramela. Respaldó a éste y consideró que no debía ser "un fusible" para contemplar el reclamo argentino.Ramela explicó que había hablado a título personal (no tiene relación de dependencia ni cobra sueldo de funcionario), de la misma forma que también había criticado algunos aspectos de la gestión de gobierno en otras ocasiones. El asesor aclaró que su mayor malestar había sido con el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
En su visita a Montevideo, esta semana, Ibarra había aconsejado "avanzar no sólo en la averiguación de la verdad sino en la justicia" respecto de denuncias sobre violaciones de los derechos humanos.
Para el gobierno fue una intromisión en asuntos internos, porque no es posible castigar a militares acusados por hechos de la dictadura, ya que fueron amnistiados en una ley que se ratificó en votación popular.
"Con leyes de impunidad, con jueces que quieren avanzar y otros que no quieren avanzar (...) no es solamente cuestión de un juez valiente, sino que hace falta voluntad política para apoyar a los jueces que quieren investigar", había declarado Ibarra.
Batlle dio instrucciones a su vicecanciller y a su secretario para que redactaran una declaración para reafirmar los lazos de amistad entre los países, pero sin "sacrificar" a Ramela.
Relaciones fraternales
"El gobierno uruguayo señala que las expresiones públicas sobre los hechos de notoriedad, efectuadas recientemente por ciudadanos que no revisten la calidad de representantes del Estado, fueron efectuadas en el libre ejercicio del derecho de opinión y no pueden ni deben afectar las fraternales relaciones entre ambas naciones, ni el recíproco respeto debido a las investiduras de sus gobernantes", se indicó en el comunicado.Las autoridades se negaron a formular declaraciones públicas, pero se supo que en la residencia presidencial causaron "desagrado" las expresiones de Kirchner por TV, cuando se refirió a la designación de Craigdallie como delegado ante el Coordinador del Area Marítima del Atlántico Sur. "Esperamos que la cancillería uruguaya (...) no nos mande el torturador que nos quieren mandar como agregado", dijo Kirchner ante Mirtha Legrand (de lo que se informa por separado).
Entre anteayer y ayer, funcionarios del gobierno revisaron el expediente de la Comisión para la Paz que abrió un registro durante dos años para recibir denuncias sobre hechos de la dictadura. "No hay una sola denuncia contra Craigdallie", aseguraron fuentes oficiales a LA NACION.
La protesta argentina se produjo luego de que el diario uruguayo La República titulara su tapa de anteayer "Bofetada de Batlle a Kirchner: nombró al marino Craigdallie diplomático en la Argentina".
El matutino citó un libro escrito por un ex fotógrafo de inteligencia naval, Daniel Rey Piuma.
Cuando la Comisión para la Paz abrió registro para denuncias, Rey Piuma llegó desde Holanda y ratificó informaciones de su libro, pero no el caso de este marino, según fuentes del gobierno uruguayo. "Dijo que hubo partes de su libro que las redactaron otras personas y no recordaba todos los casos", explicaron los informantes. .
Por Nelson Fernández Corresponsal en el Uruguay
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