Diario "Clarín". Buenos Aires, 12 de febrero de 2012.
La Iglesia pidió que no haya uso político del reclamo por Malvinas
ESCALADA CON LONDRES POR LA SOBERANIA DE LAS ISLASEl titular del Episcopado, monseñor Arancedo, advirtió que el tema debe ser “una cuestión de Estado”.
En
momentos en que el Gobierno relanzó su ofensiva en los foros
internacionales en demanda de negociaciones por la soberanía en las
Islas Malvinas, la Iglesia salió a pedirle a la Casa Rosada –y a toda la
dirigencia nacional– que no se utilice políticamente el reclamo.
La
solicitud fue hecha nada menos que por el presidente de la Conferencia
Episcopal –que agrupa a casi el centenar de los obispos del país–, el
arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo. “ Esta es una cuestión de Estado y no sólo del Gobierno
, sino que nadie, ni el oficialismo ni la oposición, deberían
aprovecharse de esta situación tan delicada que hace al futuro de todos
los argentinos”, recomendó.La presidenta Cristina Kirchner, en persona, decidió retomar con fuerza en las últimas semanas el permanente reclamo argentino luego de que el gobierno británico decidiera el envío de un buque de guerra a las islas –y que según la denuncia del gobierno argentino fue seguida por el envío de un submarino con capacidad de portar armamento nuclear – y el reciente arribo a las Islas, para maniobras de adiestramiento, del príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono. La mandataria anunció su ofensiva diplomática en dos actos en la Casa Rosada, el primero de los cuales, esta semana, contó con la presencia de buena parte de la oposición y dirigentes empresarios y sindicales invitados especialmente.
El vigor que mostró la presidenta en el anuncio de su ofensiva –que incluyó la orden de desclasificar el célebre informe del general Benjamín Rattenbach sobre la actuación profesional de las FF.AA. en la contienda bélica, de la que se están por cumplir 30 años , pese a que su contenido se reveló hace años– despertó algunas suspicacias acerca de su utilización política. Esas voces ponen el acento en un posible intento oficial de minimizar los anuncios sobre la quita progresiva de subsidios a los servicios de luz, gas, agua y transporte, que implicarían alzas de tarifas. Además de tratar de morigerar los aumentos salariales en paritarias para contener la alta inflación.
Con todo, Arancedo –que asumió la presidencia del Episcopado en noviembre, en reemplazo del cardenal Jorge Bergoglio (considerado por el oficialismo como su archienemigo ), lo que suscitó tanto en el Gobierno con en buena parte de la Iglesia expectativas de una mejoría de la compleja relación entre ambos– valoró la actitud presidencial. “Escuché a la Presidenta y es importante (como ella dijo) que se le dé una oportunidad a la paz ”, dijo. “Por eso, considero que es correcto tanto el justo reclamo de soberanía como el camino diplomático elegido”, afirmó el arzobispo en declaraciones a la agencia DyN.
Arancedo se excusó de opinar sobre las denuncias que hizo la presidenta de militarización de la zona y de envío de armas nucleares por parte de Gran Bretaña (el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, llegó a decir que el país se defendería si se ataca el suelo continental, y el canciller Héctor Timerman, que el alcance del armamento inglés en las islas permite llegar al sur de Brasil ). En cambio, admitió que el “correcto camino” de los foros internacionales puede ser largo. “No se pasa de blanco a negro tan fácilmente”, dijo, pero señaló que “siempre es importante poder caminar” .
Paralelamente, el Congreso Judío Latinoamericano –que entre sus miembros tiene a la DAIA y a la AMIA– le envió una carta a Timerman en la que dice que espera que el conflicto se supere mediante negociaciones . La Convención Evangélica Bautista, en tanto, le transmitió al canciller que reza para que Gran Bretaña reconozca la soberanía argentina en las islas. La Iglesia Evangélica Metodista rechazó la “creciente militarización de las islas por parte de Gran Bretaña” y “toda posibilidad bélica” del gobierno argentino. Además, pidió a los metodistas ingleses que intercedan “en pos de una justa solución”.
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