lunes, 8 de junio de 2015

BRASIL - ARGENTINA 2013. Avanza un proyecto de la Argentina y Brasil para combatir el espionaje




Acuerdo

Avanza un proyecto de la Argentina y Brasil para combatir el espionaje





Cristina Kirchner y su par de Brasil, Dilma Rousseff, llevarán a la asamblea de la ONU un discurso unificado y muy duro contra el espionaje internacional que realizó Estados Unidos en América latina. Pero la retórica de ambas presidentas ya se tradujo además en hechos concretos y en un proyecto conjunto: en estricta reserva, la Argentina y Brasil avanzaron en los últimos 10 días en un plan de cooperación de defensa cibernética que tendrá alcances en otros países.
Brasil lleva la delantera en esta materia, pero decidió sumar a la Argentina para realizar tareas de cooperación y capacitación con el fin de establecer una suerte de "escudo cibernético" y así evitar el espionaje como el que denunció Rousseff que sufrió su administración de parte de agencias de inteligencia de Estados Unidos. El espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Washington y de la CIA se habría extendido también a la Argentina según las revelaciones que hizo el diario O Globo.
Dos emisarios de peso de Rousseff llegaron a Buenos Aires en los últimos días para acelerar el proyecto de defensa de hackers: el ministro de Defensa Celso Amorim y el canciller Luiz Figueiredo se reunieron con Cristina Kirchner, con el canciller Héctor Timerman y con el ministro de Defensa Agustín Rossi para poner en marcha el proyecto conjunto. De allí surgió la necesidad de acelerar este plan de cooperación conjunta por una defensa cibernética común.
Según confiaron a LA NACION fuentes calificadas de Itamaraty y de la Casa Rosada, el plan de defensa cibernético trazado por la Argentina y Brasil contempla:
  • La creación de una comisión conjunta conformada por referentes de los Ministerios de Defensa para coordinar el plan estratégico y avanzar en los próximos meses en su elaboración plena.
  • Las Fuerzas Armadas de ambos países intercambiarán trabajos de investigación y desarrollo tecnológico para evitar el espionaje.
  • Habrá cursos de capacitación no sólo entre funcionarios de los ministerios de Defensa sino también de ambas cancillerías.
  • Se establecerá un marco regulatorio común en materia de control de defensa cibernética.
  • Se dará amplio tratamiento de estos temas en la Unasur en el contexto del Consejo Sudamericano de Defensa. Amorim dijo recientemente que se buscará crear una escuela sudamericana de defensa.
  • Habrá tareas de monitoreo conjunto de las reservas naturales de ambos países. Tanto Amorim como Figueiredo remarcaron en su paso por Buenos Aires la necesidad de "custodiar" los recursos naturales de la región. Hay una fuerte preocupación por Rousseff en este tema por la reserva acuífera de la región y por las reservas petroleras.
  • En Brasil ya comenzó a funcionar desde hace un año un Centro de Defensa Cibernética con base en el ejército, pero que sirve también a las otras fuerzas de seguridad. Desde la Argentina ya viajaron varios uniformados de las Fuerzas Armadas para capacitarse en ese centro.
No está en claro aún el presupuesto que insumiría para ambos países un proyecto de estas características, pero las fuentes consultadas coincidieron en que existe disposición de ambos países en invertir lo que haga falta para poder hacer frente a la guerra cibernética que ya está presente en la región.
Las fuentes consultadas aclararon que la inversión en un escudo cibernético puede implicar una inyección de fondos muy elevada. El monitoreo en que habría incurrido la inteligencia norteamericana en la región se realizaba a través de dos programas de software: el Prism (Prisma) y el Boundless Informant (Informante Sin Límites). El Prism permitía el acceso a mails, conversaciones online y llamadas de voz de usuarios de compañías como Google, Microsoft y Facebook.
Un diplomático de Brasilia expresó a LA NACION que durante el encuentro del canciller Figueiredo con Cristina Kirchner el funcionario brasileño fue bien tajante en este tema. "La preocupación de Brasil por los ataques cibernéticos es muy fuerte porque se pone en juego no sólo la privacidad de las personas o Estados sino las libertades individuales", habría dicho.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, ratificó la necesidad de poner en marcha este proyecto. "Es importante estimular la participación de las Fuerzas Armadas en investigación y desarrollo tecnológico", dijo. Lo expresó tras su encuentro con Amorim y añadió: "Esto nos va a permitir tener la menor cantidad de situaciones de vulnerabilidad", añadió. La apuesta de Rousseff de darle impulso a este tema junto con Cristina Kirchner tiene una razón de ser: la Argentina ocupa este año una banca en el Consejo de Seguridad de la ONU.
 
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Reunión

Cristina acercó posiciones con Dilma y criticó a los fondos buitre

Acordaron objetar hoy en la ONU el espionaje norteamericano en América latina; elogios por un desplante a Obama
Por   | LA NACION


NUEVA YORK.- Por pocos minutos no se cruzó con Bill Clinton, que también había golpeado la puerta de Dilma Rousseff. La cita con la presidenta brasileña para acordar una estrategia común en la asamblea de las Naciones Unidas (ONU) fue la actividad central de Cristina Kirchner ayer en Nueva York, donde, de paso, se despachó contra los llamados "fondos buitre".
Al anticipar lo que será una de sus líneas argumentales cuando hoy exponga ante la asamblea, la Presidenta aseguró que la espada de Damocles que pende sobre la estrategia de defensa del gobierno contra los acreedores "no es un problema de la Argentina, sino del mundo entero", porque "no puede ser que unos pocos especuladores" deshagan el esfuerzo de todo un país.
"Esto es algo que se cae de maduro y del más puro sentido común", dijo la Presidenta. Fue su modo de pasar un mensaje a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, que, a partir del lunes, dará respuesta al pedido de nuestro país para que revise el expediente en el que nuestro país ya tiene fallo en contra en las dos instancias previas.
"Lo que sí queremos hacer es llevarles tranquilidad a los acreedores. Nosotros seguiremos pagando y lo haremos en la moneda en que están pautados" los compromisos, prometió. "Hemos pasado de ser acreedores seriales a pagadores seriales. Lo único que pedimos es que nos dejen hacerlo", subrayó.


Los comentarios de Cristina Kirchner se hicieron en la puerta del hotel de Dilma Rousseff, hasta donde se trasladó para visitarla. Fue en la misma ocasión en que ponderó el plantón que acaba de darle a Barack Obama al "postergar" su visita de Estado a este país por las denuncias de espionaje a Brasil por parte de la agencia de inteligencia norteamericana. "Lo suyo fue un gesto de dignidad", elogió.
Ninguna de las dos participó luego en la cena que el norteamericano, en su calidad de anfitrión en la ciudad, ofrecía a los presidentes llegados a Nueva York. "Dilma está enojadísima", era el comentario en la puerta del establecimiento.
Cristina será hoy una de las últimas oradoras del día ante el plenario de las Naciones Unidas. Le tocará exponer casi al final del día. La precederán presidentes que se llevarán buena parte de la atención.
Entre ellos, la propia Dilma, que viene de pegar un portazo a Barack Obama y tiene pensado hoy soltar unas cuantas críticas. Obama también va delante de ella, así como el iraní Hasan Rohani, quien concentra buena parte de las miradas ante la posibilidad de que exista un acercamiento entre su gobierno y el de Estados Unidos.
Sólo la Presidenta sabe si incluirá o no alguna referencia al tema iraní en su discurso. Ayer no lo mencionó entre las líneas centrales de su ponencia. Pero también tendrá la chance de interactuar con la diplomacia y con el presidente del régimen de Teherán, ya que ambos están invitados hoy al almuerzo con que la ONU agasajará a los más de 130 presidentes que participan de la cita.
Los intentos de LA NACION de confirmar con fuentes oficiales cuál sería la intención de la mandataria al respecto no tuvieron respuesta. "Sería una oportunidad para poner a prueba la intención de Teherán" respecto del polémico acuerdo para trabajar en el "esclarecimiento" del atentado a la mutual israelita AMIA.
Hoy, por lo pronto, y como sucede casi todos los años, autoridades de la colectividad judía de nuestro país estarán presentes en la ONU para seguir de cerca el tema. Pero, a diferencia de lo sucedido en ocasiones anteriores, esta vez no viajaron con la delegación oficial.
La Presidenta tuvo una jornada tranquila. Llegó por la mañana, rodeada de personal de seguridad norteamericano, y se alojó una vez más en el hotel Mandarín Oriental, con una espectacular vista hacia una estatua de Cristóbal Colón similar a la que le molestaba en su despacho de la Rosada.
No hubo ayer audiencia con su par uruguayo, José "Pepe" Mugica. "No es necesario. Se ven todos los días y hablan sin problemas", dijeron fuentes de la Casa de Gobierno. El uruguayo tuvo una agenda más compleja: se reunió con el inversor George Soros y luego con la delegación de Colombia. Por la noche, asistía a la cena de Obama..
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
 

Dos reuniones con un claro perfil económico

La Presidenta se reunió con el jefe del BID y con Eurnekian; se habló de los créditos al país
NUEVA YORK (De nuestra corresponsal).- El paso de Cristina Kirchner por Nueva York tuvo un costado económico al incluir en su reducida agenda dos encuentros, uno con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Moreno, y otra, al caer la noche, con el empresario argentino Eduardo Eurnekian.
Sobre el encuentro con el operador de aeropuertos no hubo información. La cita con Moreno, en cambio, suele ser componente habitual en las visitas de la Presidenta a este país.
Se trata de una relación que el Gobierno intenta mantener aceitada al máximo, ya que, sin acceso a los mercados y con dificultades para acceder a financiamiento del Banco Mundial, las líneas del BID son el principal cauce financiero con que cuenta la Argentina.
"Ha sido una reunión muy positiva", dijo Moreno al abandonar el hotel donde se aloja la Presidenta. El organismo a su cargo viene de aprobar uno de los programas más generosos que recibió la Argentina en el pasado reciente: una línea de 1200 millones de dólares para mejoras en el Ferrocarril Roca.
El programa fue acordado pese a que la Argentina tropieza allí con el voto negativo de los Estados Unidos, que mantiene su línea de censura hacia nuevos financiamientos para el país como represalia por su "inconducta financiera".
Se espera que hoy la Presidenta pase buena parte del día repasando el discurso que dirá por la noche en las Naciones Unidas. 
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
El escenario

Guiños a Brasilia y reproches a Washington

Por  | LA NACION
 La visita de Cristina Kirchner a Nueva York y, sobre todo, su discurso de hoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas prometen ser una radiografía las ensoñaciones y resultados de su política exterior.
La innovación de este año es la victoria diplomática de Dilma Rousseff sobre la Presidenta. La señora de Kirchner ha decidido convertirse en su abogada en el conflicto con Barack Obama por las denuncias de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos sobre el gobierno de Brasil. Y lo curioso es que esa generosidad no ha sacado la relación entre Buenos Aires y Brasilia de la crisis en la que está empantanada.
La Presidenta se envolverá en la bandera verde y amarilla para reprochar a Washington aquellas actividades. Ese enfrentamiento ajeno ya ingresó a su campaña electoral. El viernes, en Ezeiza, explicó: "Hay algunos que quieren intentar cosas que uno está viendo que pasan en países hermanos, también por allí gobernados por otra mujer como yo, y da una cosita por dentro como si quisieran darse una vuelta otra vez por el vecindario, para volver a hacer las cosas que pasaron en otro momento".
Cristina Kirchner preserva como una reliquia esa imagen, adquirida en los pasillos de la Universidad de La Plata, en la que los Estados Unidos aparecen como un genio maligno al que deben imputarse los problemas de América latina.
En los últimos meses recurre a más a menudo a ese enemigo externo y oculto para explicar las desgracias nacionales. Al celebrar el Día de la Industria, también se refirió a esas "cosas": "Muchas cosas que se están pergeñando desde afuera y desde adentro tienen que ver con escarmentar a un país que se atrevió a una receta diferente".
Al día siguiente de aquella especulación, Rousseff puso a Cristina Kirchner el caramelo en la boca. Su ministro de Defensa brasileño, Celso Amorim, detalló en la Casa Rosada las denuncias del topo de la NSA, Edward Snowden. Una semana más tarde, el nuevo canciller de Rousseff, Luiz Alberto Figueiredo, el célebre "Afogador" de Itamaraty, se llevó también de Buenos Aires la adhesión de la Presidenta a la cruzada brasileña contra Obama.
Un funcionario kirchnerista intentó convencer al periodismo de que Amorim había comentado que también las comunicaciones argentinas estaban "tomadas por los norteamericanos". Pero, es una pena, en Brasil no confirmaron esa información. La Presidenta no tuvo otro remedio que victimizarse por analogía. Más allá de su pasable altruismo, el reclamo en favor de Rousseff tiene significado en la ecuación doméstica del Gobierno.
El país está pendiente de una decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el pleito con los holdouts . Si ese tribunal confirmara las condenas anteriores y pusiera a la Argentina en la situación de un default técnico, la Casa Rosada presentaría la resolución como una de "las cosas que se están pergeñando desde afuera para escarmentar al país". Dicho de otro modo: igual que hizo con los máximos jueces argentinos el frustrado 7-D, Cristina Kirchner sugiere que, si no aceptan su postura, los miembros de la Corte estadounidense quedarán convertidos en "la Corte del 30".
A raíz de las filtraciones de Snowden, Rousseff canceló su visita de Estado a Washington, programada para el próximo 23 de octubre. La reacción fue mucho más agria que la de otros afectados, como el mexicano Enrique Peña Nieto, por ejemplo. Se entiende: Snowden eligió como depositario de sus confidencias a Glenn Greenwald, un periodista de The Guardian radicado en Río de Janeiro, que filtró esos informes al programa Fantástico , el más popular de la TV brasileña.

Sobreactuación

Desde hace un mes, hasta los alumnos de la escuela primaria de Río o de San Pablo están al tanto del monitoreo que hace Obama sobre las comunicaciones de Rousseff y Petrobras.
En Brasil muchos consideran que Dilma sobreactúa su antiimperialismo para atenuar un clima social adverso. De hecho, el viernes pasado, cuando el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU trató el escándalo del espionaje internacional, la delegación brasileña participó con una funcionaria de segundo nivel que ni pidió la palabra.
La solidaridad de la Argentina con Brasil por las intromisiones de la NSA tiene derivaciones muy concretas para la política interna de ambos países. En nombre de la "soberanía cibernética", Rousseff pretende prohibir los buscadores de Internet radicados fuera de su país. Esa exigencia, célebre forma de censura en China, otorga a los gobiernos una temible capacidad de control, en especial sobre la prensa y sobre quienes promueven movilizaciones a través de las redes sociales, como está ocurriendo en las grandes ciudades brasileñas.
¿Se asociará Cristina Kirchner a esta reivindicación nacionalista? Ya dio un paso. Con la misma excusa de sustraerse a la vigilancia externa, Amorim y Agustín Rossi suscribieron un acuerdo por el cual las Fuerzas Armadas se encargarán de la "ciberdefensa". Los militares accederán así a un formidable poder y a un apetecible negocio que deben haber entusiasmado al general César Milani. El jefe del Ejército conduce el espionaje militar y se ha convertido en el verdadero ministro de Defensa.
Estas iniciativas llaman la atención no sólo por su raíz autoritaria, sino por su evidente incongruencia. A la condena del espionaje internacional debería seguir la clausura de los organismos de inteligencia militar. Porque, si no se orientan hacia el exterior, ¿a quién supervisarían sino a la población local? La izquierda mercosuriana aparece escindida de sí misma. La pulsión nacionalista la lleva a convalidar el espionaje interno, que su retórica garantista debería repudiar.

Agresividad

A diferencia de lo que ocurre con Rousseff, la agresividad de Cristina Kirchner con los Estados Unidos se integra en una escalada de más larga duración. Una de sus manifestaciones más notorias fue el acuerdo con Ahmadinejad por el ataque terrorista contra la AMIA. El balance de esta estrategia, se volverá a advertir en Nueva York, es muy negativo.
Ahmadinejad abandonó el poder sin que la asamblea nacional de su país convalide el pacto. Lo sucedió Hasán Rohani, quien ganó las elecciones con el apoyo de Akbar Rafsanjani, uno de los acusados por la Argentina, con pedido de captura en Interpol. Es difícil que Rohani quiera cumplir con los compromisos de su rival y antecesor.
La novedad es que Rohani se aproxima a Occidente. No sólo liberó a 11 de los centenares de presos políticos iraníes. Prometió también no fabricar armas nucleares. En Nueva York mantendrá reuniones inesperadas con líderes europeos. Entre ellos, Mariano Rajoy. Y comenzó a enfriar su relación con la Venezuela de Nicolás Maduro.
Algunos expertos pronostican que Rohani podría incorporarse a un acuerdo mucho más amplio que el que sellaron Obama y Vladimir Putin sobre la utilización de armas químicas en la guerra civil de Siria, país con el que Irán tiene lazos estrechísimos.
La señora de Kirchner cambió en vano de posición en una guerra. Ahora llega tarde a una escena que ha cambiado. El viejo problema con la puntualidad.
Rohani se diferencia del negacionista Ahmadinejad integrando a su comitiva al único miembro de la comunidad judía en la asamblea iraní. La Presidenta no estará escoltada por dirigentes comunitarios. Sólo la acompañarán familiares de las víctimas del ataque contra la AMIA.
Sin haber podido explicar los beneficios, la Presidenta debe soportar los costos de su acuerdo con Ahmadinejad. Algunos se registran en el frente externo que más la inquieta: el pleito con los houldouts . Esos financistas, denunciando la aproximación con Irán, consiguieron que el Departamento del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional renuncien a presentarse en los tribunales como amicus curiae favorables a la Argentina.
Es difícil que el dramatismo con que la señora de Kirchner presente hoy el conflicto con los holdouts disimule otros desaguisados objetivos. El Gobierno insinuó alguna voluntad de pago, que no va más allá de lo simbólico, cuando los tribunales neoyorquinos ya lo habían sancionado como "deudor recalcitrante".
La embajadora argentina en Washington, Cecilia Nahón, intentó explicar la posición oficial en el Congreso de los Estados Unidos. El número de legisladores asistentes fue muy bajo: cero. Por este tipo de errores, la burocracia de la Cancillería, siempre despiadada, denomina a Nahón " chicken or pasta "; un sarcasmo sobre su nivel de experiencia internacional.
Una rareza más de la relación con Brasil: a pesar de su generosidad en la controversia por el espionaje, la Presidenta no consiguió de Rousseff siquiera una mención de apoyo a la Argentina. Tampoco logró que postergara siquiera una semana un nuevo repudio a las prácticas proteccionistas de Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. El propio canciller Figueiredo expresó que tal vez su país busque otro socio. Es decir, amenazó con romper el Mercosur.
Cuando se presta atención al método de la Presidenta para hacer política, estas desventajas argentinas asombran un poco menos. Ella lo explicó en su discurso de Ezeiza: "Aunque no haya agua, nosotros igual nos tiramos a la pileta"..
.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario